Loiola XXI

Lugar de encuentro abierto a seguidor@s de S. Ignacio de Loyola esperando construir un mundo mejor


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La iglesia y la ecología. Compromiso sobre el cambio climático.

Pope Francis addresses participants at the International Conference on the Third Anniversary of Laudato si’Pope Francis addresses participants at the International Conference on the Third Anniversary of Laudato si’  (Vatican Media)

Pope on climate crisis: Continue to work for radical change

An international conference is being held in Rome this week for the third anniversary of Pope Francis’ landmark encyclical, «Laudato si’: On Care for our Common Home.» The two-day conference is focusing on the theme “Saving our Common Home and the Future of Life on Earth.”

Pope Francis received participants at a conference on the third anniversary of the encyclical Laudato si’ in an audience in the Sala Clementina on Friday. In his remarks to the group, Pope Francis said, “Your presence here is a sign of your commitment to take concrete steps to save the planet and the life it sustains, inspired by the Encyclical’s assumption that ‘everything is connected.’” That principle, he said, “lies at the heart of an integral ecology.”

Pope Francis noted the “increasingly accurate assessments” of the scientific community concerning the environment. “There is a real danger that we will leave future generations only rubble, deserts, and refuse,” he said.”

But he expressed his hope that “concern for the state of our common home” would be translated into concrete actions to preserve the environment. In particular, he called on governments to honour their commitments to the 2015 Paris Agreement “in order to avoid the worst consequences of the climate crisis.” The COP24 Summit, he said, “could prove a milestone on the path set out” by the Agreement.

He also mentioned the upcoming Global Climate Action Summit, taking place in San Francisco in September, while urging the support of “citizens’ pressure groups” to provide support. In addition, he said, financial institutions also “have an important role to play, as part both of the problem and its solution.”

“All of these actions,” Pope Francis said, “presuppose a transformation on a deeper level, namely a change of hearts and minds.” He reiterated Pope St John Paul’s calls for an “ecological conversion,” and emphasised the role of religions, and especially Christianity, in working to that end.

Finally, the Pope stressed the importance of making space for young people and indigenous peoples in efforts “to foster an integral ecology.” Young people are at the centre of the upcoming Synod of Bishops, set for October of this year; while the Synod of Bishops for the Pan-Amazon region will meet in 2019.

In his conclusion, Pope Francis acknowledged that “challenges are not lacking.” He expressed his gratitude for the efforts of participants “in the service of care for creation and a better future for our children and grandchildren.” Despite the presence of special interests which make those efforts seem “arduous,” Pope Francis encouraged them, saying, “Please continue to work for ‘the radical change which present circumstances require.’ For ‘injustice is not invincible.’”


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Persecución hoy contra los cristianos. Palabras del Papa.

“El mundo odia a los cristianos, nuestro llanto está con los mártires”

El Papa recordó la figura de san Esteban, el primer mártir del cristianismo y ofreció sus sentidas condolencias “al querido pueblo ruso” por el avión que precipitó en el Mar Negro provocando la muerte del coro de las Fuerzas Armadas
ANSA

Francisco

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Pubblicato il 26/12/2016
Ultima modifica il 26/12/2016 alle ore 12:49
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ
CIUDAD DEL VATICANO

“El mundo odia a los cristianos por la misma razón por la cual odió a Jesús, porque él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere las tinieblas para esconder sus obras malvadas”. La alegría de la Navidad y la desolación del martirio. Dos realidades que este lunes evocó el Papa. Lo hizo al evocar la figura de san Esteban, el primer mártir de la historia del cristianismo. Y dejó en claro que la vida cristiana implica no sólo la esperanza de la salvación, sino la certeza de la persecución.

Poco antes del mediodía, Francisco se asomó a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y saludó a una multitud congregada en la Plaza de San Pedro, acompañada por el frío pero también por el sol. Antes de impartir la bendición con el Angelus, el pontífice sostuvo que mientras alegría de la Navidad llena los corazones, la liturgia católica celebra el martirio de san Esteban invitando a todos a recoger el testimonio de su sacrificio, que sigue presente en la historia de la Iglesia hasta los días actuales.

“Jesús anunció a los discípulos el rechazo y la persecución que encontrarían diciendo así: serán odiados por todos en mi nombre. Recordemos que Jesús, en la última cena, rezó para que nos defendiese del malvado espíritu mundano. Existe oposición entre la mentalidad del evangelio y la mundana. Seguir a Jesús quiere decir seguir su luz, que se encendió en la noche de Belén y abandonar las tinieblas del mundo”, sostuvo.

Recordó que Esteban fue lapidado porque confesó su fe en Jesucristo, hijo de Dios, quien vino al mundo para invitar a todo creyente a elegir el camino de la luz y de la vida. Eligiendo la verdad –siguió- el santo se convirtió en víctima del “misterio de iniquidad” presente en el mundo pero, en Cristo, él venció.

Sostuvo que también hoy la Iglesia, para dar testimonio de la luz y de la verdad, experimenta en diversos lugares duras persecuciones, hasta la suprema prueba del martirio. Y exclamó: “¡Cuántos de nuestros hermanos y hermanas en la fe sufren abusos, violencias y son odiados a causa de Jesús!”.

Entonces, saliéndose del discurso que tenía preparado, advirtió que los mártires de hoy son, en número, muchos más respecto a los de los primeros siglos. Aseguró que cuando se lee la historia de los primeros siglos, por ejemplo en Roma, se observa mucha crueldad con los cristianos. “La misma crueldad existe hoy, y en número mayor con los cristianos”, insistió.

Por eso añadió: “Hoy queremos pensar en ellos y estar cercanos con nuestro afecto, nuestra oración y también nuestro llanto. Ayer, día de Navidad, los cristianos perseguidos en Irak celebraron la Navidad en su catedral destruida. Es un ejemplo de fidelidad al evangelio. No obstante las pruebas y peligros, ellos atestiguan con su valentía su pertenencia a Cristo y viven el evangelio empeñándose a favor de los últimos, de los más abandonados, haciendo el bien a todos sin distinción, atestiguan así la caridad en la verdad”.

Más adelante, el Papa pidió que al hacer espacio dentro del corazón de cada uno al hijo de Dios que se dona a nosotros en la Navidad, se renueve la alegre y valiente voluntad de seguirlo fielmente como única guía, perseverando en el vivir según la mentalidad evangélica y “rechazando la mentalidad de los dominadores de este mundo”.

Después de pronunciar el Angelus, Francisco envió un mensaje a Rusia: “Expreso vivas condolencias por la triste noticia del avión ruso precipitado en el Mar Negro. El señor consuele al querido pueblo ruso y a los familiares de los pasajeros que estaban a bordo: periodistas, tripulación y el excelente coro y orquesta de las Fuerzas Armadas. La beata Virgen María sostenga las operaciones de búsqueda actualmente en curso. En el 2004, el coro se exhibió en el Vaticano para el vigésimo sexto año de pontificado de San Juan Pablo II: rezamos por ellos”.

Luego renovó a todos su deseo de paz y serenidad, para que sean estos, en familia, días de gozo y fraternidad. También felicitó a todas las personas que se llaman Esteban y Estefanía por su santo.

Reveló que en estas semanas recibió muchos mensajes de felicitaciones de todo el mundo y no siéndole posible responder a cada uno, expreso a todos su agradecimiento, especialmente a quienes le aseguraron que rezarán por él. “¡Gracias de corazón! ¡El señor los recompense con su generosidad!”, sentenció.


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La iglesia católica hoy en el mundo. Datos estadísticos.

iglesia

 

La Iglesia católica hoy en el mundo según el Anuario Pontificio Vaticano. Datos estadísticos.

Para acceder al documento basta pulsar el siguiente enlace.

 

http://www.periodistadigital.com/religion/mundo/2014/05/07/el-mundo-tiene-1-228-millones-de-catolicos-14-mas-que-el-ano-pasado-religion-iglesia-estadisticas-anuario-pontificio-vaticano.shtml


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Los Obispos hoy, según Benedicto XVI

El Obispo tiene la misión de preceder e indicar el camino, el Papa en la Epifanía

2013-01-06 Radio Vaticana
(RV).- “La figura del Niño es una Epifanía de la bondad de Dios y de su amor por los hombres”, dijo el Papa en la homilía de la misa que celebró esta mañana en la Basílica Vaticana, en la que procedió a la ordenación episcopal de cuatro sacerdotes que, a partir de ahora, colaborarán en diferentes funciones con el ministerio del Papa al servicio de la unidad de la única Iglesia de Cristo en la pluralidad de las Iglesias particulares. 
Los nuevos prelados son Mons. Georg Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Fortunatus Nwachukwu, Nuncio Apostólico en Nicaragua y Mons. Nicolas Thevenin, Nuncio Apostólico en Guatemala.

Texto completo de la homilía del Santo Padre en la Solemnidad de la Epifanía
Queridos hermanos y hermanas
Para la Iglesia creyente y orante, los Magos de Oriente que, bajo la guía de la estrella, encontraron el camino hacia el pesebre de Belén, son el comienzo de una gran procesión que recorre la historia. Por eso, la liturgia lee el evangelio que habla del camino de los Magos junto con las espléndidas visiones proféticas de Isaías 60 y del Salmo 72, que ilustran con imágenes audaces la peregrinación de los pueblos hacia Jerusalén. Al igual que los pastores que, como primeros huéspedes del Niño recién nacido que yace en el pesebre, son la personificación de los pobres de Israel y, en general, de las almas humildes que viven interiormente muy cerca de Jesús, así también los hombres que vienen de Oriente personifican al mundo de los pueblos, la Iglesia de los gentiles -los hombres que a través de los siglos se dirigen al Niño de Belén, honran en él al Hijo de Dios y se postran ante él. La Iglesia llama a esta fiesta «Epifanía», la aparición del Divino. Si nos fijamos en el hecho de que, desde aquel comienzo, hombres de toda proveniencia, de todos los continentes, de todas las culturas y modos de pensar y de vivir, se han puesto y se ponen en camino hacia Cristo, podemos decir verdaderamente que esta peregrinación y este encuentro con Dios en la figura del Niño es una Epifanía de la bondad de Dios y de su amor por los hombres (cf. Tt 3,4).
Siguiendo una tradición iniciada por el beato Papa Juan Pablo II, celebramos también en el día de la fiesta de la Epifanía la ordenación episcopal de cuatro sacerdotes que, a partir de ahora, colaborarán en diferentes funciones con el ministerio del Papa al servicio de la unidad de la única Iglesia de Cristo en la pluralidad de las Iglesias particulares. El nexo entre esta ordenación episcopal y el tema de la peregrinación de los pueblos hacia Jesucristo es evidente. La misión del Obispo no es sólo la de caminar en esta peregrinación junto a los demás, sino la de preceder e indicar el camino. En esta liturgia, quisiera además reflexionar con vosotros sobre una cuestión más concreta. Basándonos en la historia narrada por Mateo podemos hacernos una cierta idea sobre qué clase de hombres eran aquellos que, a consecuencia del signo de la estrella, se pusieron en camino para encontrar aquel rey que iba a fundar, no sólo para Israel, sino para toda la humanidad, una nueva especie de realeza. Así pues, ¿qué clase de hombres eran? Y nos preguntamos también si, a partir de ellos, a pesar de la diferencia de los tiempos y los encargos, se puede entrever algo de lo que significa ser Obispo y de cómo ha de cumplir su misión.
Los hombres que entonces partieron hacia lo desconocido eran, en cualquier caso, hombres de corazón inquieto. Hombres movidos por la búsqueda inquieta de Dios y de la salvación del mundo. Hombres que esperaban, que no se conformaban con sus rentas seguras y quizás una alta posición social. Buscaban la realidad más grande. Tal vez eran hombres doctos que tenían un gran conocimiento de los astros y probablemente disponían también de una formación filosófica. Pero no solo querían saber muchas cosas. Querían saber sobretodo lo que es esencial. Querían saber cómo se puede llegar a ser persona humana. Y por esto querían saber si Dios existía, donde esta y cómo es. Si él se preocupa de nosotros y cómo podemos encontrarlo. No querían solamente saber. Querían reconocer la verdad sobre nosotros, y sobre Dios y el mundo. Su peregrinación exterior era expresión de su estar interiormente en camino, de la peregrinación interior de sus corazones. Eran hombres que buscaban a Dios y, en definitiva, estaban en camino hacia él. Eran buscadores de Dios.
Y con eso llegamos a la cuestión: ¿Cómo debe de ser un hombre al que se le imponen las manos por la ordenación episcopal en la Iglesia de Jesucristo? Podemos decir: debe ser sobre todo un hombre cuyo interés esté orientado Dios, porque sólo así se interesará también verdaderamente por los hombres. Podemos decirlo también al revés: un Obispo debe de ser un hombre al que le importan los hombres, que se siente tocado por las vicisitudes de los hombres. Debe de ser un hombre para los demás. Pero solo lo será verdaderamente si es un hombre conquistado por Dios. Si la inquietud por Dios se ha trasformado en él en una inquietud por su criatura, el hombre. Como los Magos de Oriente, un Obispo tampoco ha de ser uno que realiza su trabajo y no quiere nada más. No, ha de estar poseído de la inquietud de Dios por los hombres. Debe, por así decir, pensar y sentir junto con Dios. No es el hombre el único que tiene en sí la inquietud constitutiva por Dios, sino que esa inquietud es una participación en la inquietud de Dios por nosotros. Puesto que Dios está inquieto con relación a nosotros, él nos sigue hasta el pesebre, hasta la cruz. «Buscándome te sentaste cansado, me has redimido con el suplicio de la cruz: que tanto esfuerzo no sea en vano», así reza la Iglesia en el Dies irae. La inquietud del hombre hacia Dios y, a partir de ella, la inquietud de Dios hacia el hombre, no deben dejar tranquilo al Obispo. A esto nos referimos cuando decimos que el Obispo ha de ser sobre todo un hombre de fe. Porque la fe no es más que estar interiormente tocados por Dios, una condición que nos lleva por la vía de la vida. La fe nos introduce en un estado en el que la inquietud de Dios se apodera de nosotros y nos convierte en peregrinos que están interiormente en camino hacia el verdadero rey del mundo y su promesa de justicia, verdad y amor. En esta peregrinación, el Obispo debe de ir delante, debe ser el que indica a los hombres el camino hacia la fe, la esperanza y el amor.
La peregrinación interior de la fe hacia Dios se realiza sobre todo en la oración. San Agustín dijo una vez que la oración, en último término, no sería más que la actualización y la radicalización de nuestro deseo de Dios. En lugar de la palabra «deseo» podríamos poner también la palabra «inquietud» y decir que la oración quiere arrancarnos de nuestra falsa comodidad, del estar encerrados en las realidades materiales, visibles y transmitirnos la inquietud por Dios, haciéndonos precisamente así abiertos e inquietos unos hacia otros. El Obispo, como peregrino de Dios, ha de ser sobre todo un hombre que reza. Ha de vivir en un permanente contacto interior con Dios; su alma ha de estar completamente abierta a Dios. Ha de llevar a Dios sus dificultades y las de los demás, así como sus alegrías y las de los otros, y así, a su modo, establecer el contacto entre Dios y el mundo en la comunión con Cristo, para que la luz de Cristo resplandezca en el mundo.
Volvamos a los Magos de Oriente. Ellos eran también y sobre todo hombres que tenían valor, el valor y la humildad de la fe. Se necesitaba tener valentía para recibir el signo de la estrella como una orden de partir, para salir –hacia lo desconocido, lo incierto, por los caminos llenos de multitud peligros al acecho. Podemos imaginarnos las burlas que suscitó la decisión de estos hombres: la irrisión de los realistas que no podían sino burlarse de las fantasías de estos hombres. El que partía apoyándose en promesas tan inciertas, arriesgándolo todo, solo podía aparecer como alguien ridículo. Pero, para estos hombres tocados interiormente por Dios, el camino acorde con las indicaciones divinas era más importante que la opinión de la gente. La búsqueda de la verdad era para ellos más importante que las burlas del mundo, aparentemente inteligente.
¿Cómo no pensar, ante una situación semejante, en la misión de un Obispo en nuestro tiempo? La humildad de la fe, del creer junto con la fe de la Iglesia de todos los tiempos, se encontrará siempre en conflicto con la inteligencia dominante de los que se atienen a lo que en apariencia es seguro. Quien vive y anuncia la fe de la Iglesia, en muchos puntos no está de acuerdo con las opiniones dominantes precisamente también en nuestro tiempo. El agnosticismo ampliamente imperante hoy tiene sus dogmas y es extremadamente intolerante frente a todo lo que lo pone en tela de juicio y cuestiona sus criterios. Por eso, el valor de contradecir las orientaciones dominantes es hoy especialmente acuciante para un Obispo. Él ha de ser valeroso. Y ese valor o fortaleza no consiste en golpear con violencia, en la agresividad, sino en el dejarse golpear y enfrentarse a los criterios de las opiniones dominantes. A los que el Señor manda como corderos en medio de lobos se les requiere inevitablemente que tengan el valor de permanecer firme con la verdad. «Quien teme al Señor no tiene miedo de nada», dice el Eclesiástico (34,14). El temor de Dios libera del temor de los hombres. Hace libres.
En este contesto, recuerdo un episodio de los comienzos del cristianismo que san Lucas narra en los Hechos de los Apóstoles. Luego del discurso de Gamaliel, que desaconsejaba la violencia contra la comunidad naciente de los creyentes en Jesús, el Sanedrín llamó a los apóstoles y los mandó azotar. Después les prohibió predicar en nombre de Jesús y los pusieron en libertad. Lucas continúa: «Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús. Ningún día dejaban de enseñar… anunciando el Evangelio de Jesucristo» (Hch 5,40ss). También los sucesores de los Apóstoles se han de esperar ser constantemente golpeados, de manera moderna, si no cesan de anunciar de forma audible y comprensible el Evangelio de Jesucristo. Y entonces podrán estar alegres de haber sido juzgados dignos de sufrir ultrajes por él. Naturalmente, como los Apóstoles, queremos convencer a las personas y, en este sentido, alcanzar la aprobación. Lógicamente no provocamos, sino todo lo contrario, invitamos a todos a entrar en el gozo de la verdad que muestra el camino. La aprobación de las opiniones dominantes, no es el criterio al que nos sometemos. El criterio es él mismo: el Señor. Si defendemos su causa, conquistaremos siempre, gracias a Dios, personas para el camino del Evangelio. Pero seremos también inevitablemente golpeados por aquellos que, con su vida, están en contraste con el Evangelio, y entonces daremos gracias por ser juzgados dignos de participar en la Pasión de Cristo.
Los Magos siguieron la estrella, y así llegaron hasta Jesús, a la gran luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo (cf. Jn 1,9). Como peregrinos de la fe, los Magos mismos se han convertido en estrellas que brillan en el cielo de la historia y nos muestran el camino. Los santos son las verdaderas constelaciones de Dios, que iluminan las noches de este mundo y nos guían. San Pablo, en la carta a los Filipenses, dijo a sus fieles que deben brillar como lumbreras del mundo (cf. 2,15).
Queridos amigos, esto tiene que ver también con nosotros. Tiene que ver sobre todo con vosotros que, en este momento, seréis ordenados Obispos de la Iglesia de Jesucristo. Si vivís con Cristo, nuevamente vinculados a él por el sacramento, entonces también vosotros llegaréis a ser sabios. Entonces seréis astros que preceden a los hombres y les indican el camino recto de la vida. En este momento todos aquí oramos por vosotros, para que el Señor os colme con la luz de la fe y del amor. Para que aquella inquietud de Dios por el hombre os toque, para que todos experimenten su cercanía y reciban el don de su gloria. Oramos por vosotros, para que el Señor os done siempre la valentía y la humildad de la fe. Oramos a María que ha mostrado a los Magos el nuevo Rey del mundo (Mt 2,11), para que ella, como Madre amorosa, muestre también a vosotros a Jesucristo y os ayude a ser indicadores del camino que conduce a él. Amén.
(María Fernanda Bernasconi – RV).


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Los mensajeros de la paz en el Vaticano

Mensajeros de la Paz, Heraldos de la Misericordia: 50 años 

2012-10-31 Radio Vaticana
(RV).- Mensajeros de la Paz, obra fundada por el padre Ángel García celebra 50 años de fundación y para compartir esta larga experiencia de vida haciendo obras del bien con iniciativas colocadas en diversas partes del mundo, esta mañana participaron en la Audiencia General para saludar a Benedicto XVI y recibir a su vez su saludo y bendición. En efecto el Sucesor de Pedro, tras pronunciar su catequesis en nuestro idioma, saludó al feliz grupo con las siguientes palabras: “Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la Asociación Mensajeros de la Paz, que están celebrando las bodas de oro de su fundación, invitándolos a que, arraigados cada vez más en Cristo, continúen siendo heraldos de la misericordia de Dios entre las personas más desprotegidas”.
Un grupo de 30 niños y adultos compuesto por antiguos y actuales beneficiarios de los hogares infantiles y por aquellos que viven en las residencias para adultos mayores de Mensajeros de la Paz, Edad Dorada, encabezados por el Padre Ángel, su presidente y fundador, han hecho un viaje especial hasta Roma para ser recibidos en audiencia .
Una nota informativa destaca que tras la audiencia general, el Padre Ángel, acompañado de una anciana palentina de 105 años, que vive en una residencia de mayores de la asociación y cuatro menores de los hogares de Mensajeros de la Paz procedentes de Andalucía, León, Asturias y Castilla-La Mancha, saludaron personalmente al Papa, en representación de las más de 18.000 personas que atiende diariamente en España esta ONG. 
(Patricia L. Jáuregui Romero – Radio Vaticano)


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El obispo de Bilbao sobre temas de actualidad

Mario Iceta recuerda que «la Iglesia paga los mismos impuestos que otras instituciones»

El obispo de Bilbao aboga por «la reconciliación y el perdón» para consolidar «una convivencia pacífica» en Euskadi

«En una situación de falta de empleo, hay que buscar soluciones para no perder el hogar»

Redacción de Religión digital  26 de octubre de 2012 a las 10:35
  • <Ha habido una apuesta de la Iglesia, con distintas asociaciones, cuerpos y parroquias implicadas en crear este clima de paz

El obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta, afirma que, además de hacer frente a la crisis, el futuro Gobierno vasco debe tener como prioridad la consolidación de una «convivencia pacífica» que ponga fin a «largos años de sufrimiento».

El prelado bilbaíno destaca, además, la importancia de la «reconciliación» y el «perdón» para lograr «fundamentos sólidos sobre los que construir». Iceta ha afirmado este viernes que la Iglesia católica paga los mismos impuestos que otras miles de instituciones españolas y ha pedido un «trato de igualdad» para todas ellas.

«La Iglesia tributa según la ley de fundaciones y mecenazgo«, ha explicado en una entrevista en Onda Vasca, y ha mantenido que asociaciones políticas, sindicales y sin ánimo de lucro también cotizan según ese mismo régimen fiscal.

Ha resaltado que si las leyes establecen que se deben pagar otros impuestos, la Iglesia «pagará», pero ha pedido un «trato de igualdad» con el resto de instituciones y asociaciones que en este momento cotizan según la citada ley de fundaciones y mecenazgo.

Según sus datos, la Iglesia «sólo» supone un 5% del total de asociaciones acogidas a ese régimen.

También se ha referido a los desahucios por el impago de las hipotecas a los bancos y ha mantenido que la Iglesia tiene que «poner el dedo en la llaga: en una situación de falta de empleo, hay que buscar soluciones para no perder el hogar«.

En una entrevista a Onda Vasca, recogida por Europa Press, el prelado se ha felicitado porque las elecciones autonómicas vascas hayan transcurrido «en paz» y «con la posibilidad de que todos puedan participar».

A su juicio, los resultados reflejan «un panorama plural» de las opciones políticas, porque ninguna formación «alcanza una mayoría absoluta», lo que obliga a «pactos, encuentros, políticas más elaboradas».

Destaca también el porcentaje de abstención, de más del 30 por ciento, que «habría que valorar», porque, a su juicio, que en una situación de «crisis y de consolidación de la paz» haya parte del electorado «que no se posiciones en las urnas», debería «hacer pensar».

Respecto a las prioridades del futuro Gobierno, precisa que «la primera, fundamental» debe ser la crisis y sus consecuencias, entre ellas el paro. También considera prioritario para el próximo Ejecutivo el logro de la consolidación de «una convivencia pacífica» para concluir «con satisfacción» los «largos años de dificultad y sufrimiento» tras la desaparición de las «acciones violentas».

Monseñor Iceta considera que existe «una voluntad» de «todas las partes» para instaurar «una convivencia pacífica, cada uno desde sus responsabilidades». Aunque ha destacado el trabajo de los políticos pero ha advertido que no sólo a ellos corresponde esta labor, sino » a toda la sociedad».

«Ha habido una apuesta de muchas personas, muchas asociaciones, y también de la Iglesia, que ha hecho una labor callada y, muchas veces, también pública, no sólo a nivel de las cabezas, de los obispos, con un amplísimo cuerpo doctrinal, sino con distintas asociaciones, cuerpos y parroquias implicadas en crear este clima de paz», ha recordado.

Para el prelado, en esta situación existen «dos niveles», uno que es «el rechazo de toda violencia» y «una apuesta decidida porque las ideas sean debatidas siempre en el espacio democrático».

El segundo nivel, «más moral», se encuentra relacionado con «la cuestión de la reconciliación» que «siempre atañe a algo interior, la cuestión del perdón, que, en último término, es un don de Dios». «Aquí hay un plus», ha dicho.

Para el obispo de Bilbao, existiría un «denominador común», que sería «el rechazo de toda esa violencia, ese darse cuenta del daño que se ha hecho y reconocerlo e intentar repararlo en la medida de lo posible, aunque hay daños tan irreparables como la pérdida de vidas humanas».

El «nivel más moral, más profundo, sería el de la reconciliación e «incluso ése del perdón, muy importante para tener unos fundamentos sólidos y básicos sobre los que construir». (RD Agencias)


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Mensaje del Sinodo de obispos.

            MENSAJE FINAL DEL SÍNODO           

          PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN1

 

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Ciudad del Vaticano, 26 octubre 2012 (VIS).-Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Sanat Sede ha tenido lugar la presentación del Mensaje de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sinodo de los Obispos (7-28 octubre 2012) dedicado al tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.
 
Han intervenido el cardenal Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia (Italia), Presidente de la Comisión para el Mensaje y los arzobispos Pierre-Marie Carré, de Montpellier (Francia), Secretario especial y Luis Antonio G. Tagle, di Manila (Filipinas), Vice-Presidente de la Comisión para el Mensaje.
 
Ofrecemos a continuación una síntesis del texto:
 
“Al inicio del documento los obispos recuerdan el pasaje evangélico de Juan que narra el encuentro de Jesús con la samaritana en el pozo: es la imagen del hombre contemporáneo con una ánfora vacía, que tiene sed y nostalgia de Dios, y hacia el que la Iglesia debe dirigirse para hacerle presente al Señor. Y como la samaritana, quien encuentra a Jesús no puede hacer otra cosa sino convertirse en testigo del anuncio de salvación y esperanza del Evangelio”.
Mirando de una manera más concreta al contexto de la nueva evangelización, el Sínodo recuerda, por tanto, la necesidad de reavivar la fe que corre el riesgo de oscurecerse en los contextos culturales actuales, también frente al debilitamiento de la fe en muchos bautizados. El encuentro con el Señor, que revela a Dios como amor, sucede sólo en la Iglesia como forma de comunidad acogedora y experiencia de comunión; desde aquí, entonces, los cristianos pasan a ser sus testigos en otros lugares”.
 
“Sin embargo, la Iglesia afirma que para evangelizar hay que estar, ante todo, evangelizados y lanza un llamada – empezando por ella misma – a la conversión, porque la debilidad de los discípulos de Jesús pesan sobre la credibilidad de la misión. Conscientes del hecho de que el Señor es la guía de la historia y que, por tanto, el mal no tendrá la última palabra, los obispos invitan a los cristianos a vencer el miedo con la fe y a mirar el mundo con sereno coraje porque, aunque éste está lleno de contradicciones y retos, sigue siendo el mundo que Dios ama. Por consiguiente, nada de pesimismo: globalización, secularización y nuevos escenarios de la sociedad, migraciones, incluso con las dificultades y sufrimientos que conllevan, deben ser oportunidad de evangelización. Porque no se trata de encontrar nuevas estrategias como si el Evangelio hubiera que difundirlo como un producto de mercado, sino de redescubrir los modos con los que las personas se acercan a Jesús”.
 
“El mensaje mira a la familia como lugar natural de la evangelización e insiste en que debe ser sostenida por la Iglesia, la política y la sociedad. Dentro de la familia, se resalta el papel especial de las mujeres y se recuerda la situación dolorosa de los divorciados y vueltos a casar: aunque se reconfirma la disciplina sobre al acceso a los sacramentos, se insiste en que no están abandonados por el Señor y que la Iglesia es la casa que acoge a todos. El mensaje cita también la vida consagrada, testimonio del sentido ultraterrenal de la existencia humana, y las parroquias como centros de evangelización; recuerda la importancia de la formación permanente para los sacerdotes y los religiosos e invita a los laicos (movimientos y nuevas realidades eclesiales) a evangelizar permaneciendo en comunión con la Iglesia. La nueva evangelización acoge favorablemente la cooperación con las otras Iglesias y comunidades eclesiales, también ellas movidas por el mismo espíritu de anuncio del Evangelio. Se presta particular atención a los jóvenes, en una perspectiva de escucha y de diálogo para recuperar, y no mortificar, su entusiasmo”.
 
“A continuación, el mensaje mira al diálogo de distintas maneras: con la cultura, que necesita una nueva alianza entre fe y razón; con la educación; con la ciencia que cuando no encierra al hombre en el materialismo se convierte en una aliada de la humanización de la vida; con el arte; con el mundo de la economía y el trabajo; con los enfermos y los que sufren; con la política, a la cual se pide un compromiso desinteresado y transparente del bien común; con las otras religiones. En particular, el Sínodo insiste en que el diálogo interreligioso contribuye a la paz, rechaza el fundamentalismo y denuncia la violencia contra los creyentes. El mensaje recuerda las posibilidades que ofrecen el Año de la Fe, la memoria del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica. Por último, indica dos expresiones de la vida de fe, especialmente significativas para la nueva evangelización: la contemplación, donde el silencio permite acoger mejor la Palabra de Dios, y el servicio a los pobres, para reconocer a Cristo en sus rostros”.
 
“En la última parte, el mensaje mira a las Iglesias de las distintas regiones del mundo y a cada una de ellas les dirige palabras de aliento para el anuncio del Evangelio: a las Iglesias de Oriente les desea que puedan practicar la fe en condiciones de paz y de libertad religiosa; a la Iglesia de África le pide que desarrolla la evangelización en el encuentro con las antiguas y las nuevas culturas, haciendo después un llamamiento a los gobiernos para que cesen los conflictos y la violencia. Los cristianos de América del Norte, que viven en una cultura con muchas expresiones lejanas del Evangelio, deben mirar a la conversión, a ser abiertos para acoger a los emigrantes y refugiados. Se invita a América Latina a vivir la misión permanente para hacer frente a los desafíos del presente como la pobreza, la violencia, también en las nuevas condiciones de pluralismo religioso. La Iglesia en Asia, aun cuando es una pequeña minoría a menudo relegada al margen de la sociedad y perseguida, es animada y exhortada a mantenerse firme en la fe. Europa, marcada por una secularización también agresiva y herida por regímenes pasados, ha creado sin embargo una cultura humanística capaz de dar rostro a la dignidad de la persona y a la construcción del bien común; las dificultades del presente no deben por tanto abatir a los cristianos europeos, sino que deben ser percibidas como un reto. A Oceanía se le pide que sienta de nuevo el compromiso de anunciar el Evangelio. El mensaje se cierra encomendándose a María, Estrella de la Nueva Evangelización”.


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Un apóstol de frontera

  Fernando Cardenal: Mi esperanza en el futuro

Creado el 25 octubre 2012 por CiJ

Veus. [La Voz de Galicia] Xosé Cuns Traba, Fernando Cardenal. El sacerdote jesuita Fernando Cardenal es el director de Fe y Alegría en Nicaragua. En mis años de trabajo en cooperación al desarrollo desde la Xunta de Galicia tuve la suerte de conocer y admirar el trabajo de esta organización por una educación de calidad en este país y en muchos países de América Latina.  Saber que estoy invirtiendo bien mi dinero bastaría para explicarles por que soy socio desde hace años de Entreculturas, la organización que defiende sus valores en España.

No creo que olvide nunca una comida con el en Managua hace años. Además de admirar ese arte tan jesuítico de la coherencia entre su principio de defensa de los que menos tienen con la relación con los más poderosos, me emociona todavía recordar a una persona que seguía defendiendo convencido la ilusión y la esperanza por los jóvenes para luchar por la justicia. A pesar de la infinita tristeza y enfermedad que le causaba ver la iniquidad y corrupción de muchas de las personas con las que había defendido derechos durante gran parte de su vida.

Me acuerdo mucho de esa comida en este tiempo en el que de forma premeditada en España se están desmantelando politicas sociales que ha llevado décadas conseguir. Cuando conscientemente se convierte a las víctimas en culpables o cuando el ensañarse cobardemente con los más débiles parece que es la única vía de salida para la crisis. Pero sobre todo me acuerdo cuando veo desánimo, cuando parece que no hay otro camino, que ya no podemos tener esperanza ante tanto desastre, cuando leo cada vez más llamadas a la violencia.

Le he pedido que nos cuente sus razones para la esperanza. Las necesitamos.

Gracias. Muchas gracias

MI ESPERANZA EN EL FUTURO

Cuando presentaba hace tres años el libro de mis memorias en varias ciudades españolas me preguntaron en Granada: “¿Cómo puede usted seguir siendo un hombre de esperanza después de las desilusiones políticas que ha tenido en los últimos años?”.

Le contesté que mi esperanza no estaba puesta en teorías sino en algo muy concreto, en mi experiencia de años trabajando con jóvenes: “Mi esperanza es que los jóvenes vuelvan a las calles a hacer historia”.

Yo sé por experiencia de lo que es capaz un joven. A mí no me cuentan cuentos. Yo estuve con ellos.

Estuve con ellos cuando en la década de los 70 fundamos el Movimiento Cristiano Revolucionario en la Educación Superior de Nicaragua y nos enfrentamos a la criminal tiranía somocista. Nos queda de herencia la sangre de 14 mártires. El compromiso que vi en los jóvenes esos años con la causa de los pobres, con el derrocamiento de la dictadura, con la construcción de una nueva sociedad más justa y solidaria, a favor de los más pobres, fue maravilloso, en muchas ocasiones heroico.

En los primeros días después del triunfo de la Revolución Sandinista me encargaron que organizara una campaña nacional de alfabetización para todo el país, donde bastante más de la mitad de la población era analfabeta. 60.000 jóvenes de secundaria y universidad se ofrecieron voluntarios para ir 5 meses a las selvas y montañas de todo Nicaragua, viviendo en las casas de los pequeños y pobres campesinos para enseñarles a leer y escribir a todos y todas. La capacidad de amor y entrega a la tarea fue inmensa, admirable, y en muchos casos heroica.

Los Contra-Revolucionarios asesinaron al inicio a Marta Lorena Vargas, una jovencita alfabetizadora de Managua que enseñaba cerca de la frontera con Honduras. Crimen con mensaje: “Todos y todas deberían regresar a sus casas o les matarían. Lo habían dicho desde el inicio, pero no lo creyeron. Era en serio”.

Nadie se movió en las montañas.

Ellos no querían que la Revolución Sandinista realizara algo tan bello y hermoso, por eso querían que fracasa la Jornada Nacional de Alfabetización. Después del crimen con Marta Lorena, la Contra-Revolución asesinó a un alfabetizador, con el mismo mensaje. Nadie se movió de sus puestos. Entonces mataron a otra, luego a otro y así hasta 7. Pero no se movió nadie de las montañas. Los asesinos comprendieron que no podían doblegar a aquellos jóvenes, y ya no siguieron matando a ningún alfabetizador. Y todo terminó con un gran éxito, en gran parte por el maravilloso trabajo de los jóvenes. Cuando recibimos el premio de la UNESCO en París, nos dijeron que en ningún país del mundo antes se había bajado tanto el índice del analfabetismo en 5 meses como en Nicaragua.

Terminada esta epopeya de los jóvenes, pasé a trabajar 5 años con la Juventud Sandinista, los jóvenes de la Revolución. Yo me sentía en el paraíso rodeado de tanta entrega, de tanto compromiso por transformar la sociedad, de tanto amor a los excluidos de siempre de nuestras sociedades, siempre en ambiente de sacrificio y generosidad. Allí también un gran número ofrendó sus maravillosas vidas defendiendo la Revolución de los ataques de la Contra Revolución apoyada y financiada por el gobierno norteamericano. El ambiente diario era de una gran entrega a la causa deconstruir una sociedad más justa y equitativa. Miles iban en las vacaciones de fin de año voluntarios a cortar café a las fincas estatales para conseguir divisas para las obras sociales del gobierno. Allí también hubo mártires. La lista de tareas de aquellos días es muy grande: jornadas de vacunación del Ministerio de Salud, apoyo a los damnificados del Huracán “Juana” y del Huracán “Micht”, traslado de los Miskitos que vivían en las riberas continuamente inundada del río Coco, frontera con Honduras, hacia lugares más seguros y construcción allí de nuevas casa para ellos.

Aquí en Nicaragua las cosas han cambiado mucho desde 1990 y la juventud ha pasado por una etapa de desilusión y apatía, comprensible por la corrupción de algunos altos dirigentes de la Revolución Sandinista. Más dura la desilusión cuando tantos de de sus compañeros y compañeras dieron sus vidas defendiendo la Revolución.

Pero las cosas han comenzado a cambiar entre los jóvenes de Nicaragua. Hay signos muy positivos que dan fuerza a mis palabras en Granada.

De todas manera, mi actitud en estos años de apatía de la juventud ha sido seguir esperando. Me siento muy identificado con la afirmación de ese maravilloso obispo de origen catalán, Pedro Casaldàliga, quien desde las selvas del río Araguaia en Brasil y ante la debacle de la Revolución Sandinista afirmó: “Somos soldados derrotados de una causa invencible”.

 

¿Quién más derrotado que yo?, con tantos años de militancia, desde los tiempos de la lucha contra la criminal tiranía de Somoza, exponiendo tantas veces mi vida.

Derrotado sí, pero nuestra causa es invencible, porque es la causa de la justicia, la causa del amor, y por lo mismo, es la causa del Jesús en que yo creo, el gran amigo de los pobres y excluidos de su tiempo.

Quiero terminar con las últimas líneas del magnífico libro de mi amigo mexicano Carlos Núñez, La Revolución Ética: “Recuperar el derecho a soñar y a construir lo soñado, elementos sustantivos en la impostergable revolución ética que el mundo requiere para poder afirmar una vez más que: A NOSOTROS NO SE NOS HA MUERTO LA ESPERANZA”.

Fernando Cardenal, S.J.

Septiembre 2012

 

 


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Designados seis nuevos cardenales

 

Se refuerza el carácter internacional del             colegio de cardenales.

(RV)(24/10/2012).- Al final de la Audiencia General, el Papa ha anunciado con gran alegría para el 24 de noviembre, un consistorio para la creación de 6 nuevos miembros del Colegio cardenalicio, todos ellos electores; es decir en edad de poder participar en la elección de un nuevo Papa.
“Los cardenales -ha explicado Benedicto XVI- tienen la tarea de ayudar al Sucesor de Pedro en el cumplimiento de su ministerio de confirmar a los hermanos en la fe, y de ser principio y fundamento de la unidad y de la comunión de la Iglesia”.
Se trata de:
1. Mons. JAMES MICHAEL HARVEY, Prefecto de la Casa Pontificia, que el Papa anuncia que va a nombrar Arcipreste de la Basílica Papal de San Paolo extramuros;
2. Su Beatitud BÉCHARA BOUTROS RAÏ, Patriarca di Antioquia de los Maronitas (Líbano);
3. Su Beatitud BASELIOS CLEEMIS THOTTUNKAL, Arzobispo Mayor de Trivandrum de los Siro-Malankares (India);
4. Mons. JOHN OLORUNFEMI ONAIYEKAN, Arzobispo de Abuja (Nigeria);
5. Mons. RUBÉN SALAZAR GÓMEZ, Arzobispo de Bogotá (Colombia);
6. Mons. LUIS ANTONIO TAGLE, Arzobispo de Manila (Filipinas).

El Papa ha invitado a los fieles a rezar por los nuevos elegidos, “pidiendo la materna intercesión de la Beata Virgen María para que sepan siempre amar con valentía y dedicación a Cristo y su Iglesia”. 
Co su creación, dentro exactamente de un mes, el Colegio cardenalicio estará compuesto por 211 cardenales, de los cuales 120 electores y 91 no electores.(ER -RV)