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El Papa ha clausurado los trabajos del Sínodo sobre la Amazonia.

2019.10.26 Sinodo dei Vescovi sedicesima Congregazione generale2019.10.26 Sinodo dei Vescovi sedicesima Congregazione generale  (Vatican Media)

Clausura del Sínodo. El Papa: en la conciencia ecológica se nos juega el futuro

El Papa Francisco cerró los trabajos en el Aula del Sínodo en la tarde de este 26 de octubre. Y anunció que quisiera publicar la exhortación postsinodal “antes de fin de año”.

Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano

Un repaso por los puntos abordados en el documento conclusivo del Sínodo realizó el Papa Francisco en la conclusión de los trabajos durante la 16ª Congregación General, la última antes de que oyera el rezo del Te Deum sellando las semanas de reflexión y discernimiento de los padres sinodales y de los auditores en el Aula: el Sumo Pontífice agradeció ante todo a los participantes en el Sínodo, que  “han dado testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda” en un espíritu sinodal que aún se está aprendiendo – dijo– a “fijar”.

“El Sínodo para la Amazonía podemos decir que tiene cuatro dimensiones: la dimensión pastoral, la dimensión cultural, la dimensión social y la dimensión ecológica” había dicho Francisco dando inicio a los trabajos en el Aula del Sínodo el pasado 7 de octubre. Hoy, en la conclusión, sobre las mismas cuatro dimensiones posó su reflexión sobre el documento sinodal, presentado y votado en Aula.

La inculturación está dentro de la tradición de la Iglesia

En la dimensión cultural, se habló de la inculturación “de valoración de la cultura” dijo el Papa, “con una fuerza muy grande”: “quedo contento con lo que se ha dicho al respecto, que está dentro de la tradición de la Iglesia”.

En la conciencia de la dimensión ecológica se nos juega el futuro

Recordando que el Patriarca Bartolomé fue uno de los pioneros en generar conciencia de la dimensión ecológica, y recordando su trayecto, el Pontífice subrayó que “esta conciencia ecológica” “hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de destrucción” del cual la Amazonía “es un símbolo”. En esta dimensión, afirmó, “se nos juega el futuro”.

La trata “escucha”

Junto a la dimensión ecológica está la dimensión social, prosiguió, “que ya no es sólo lo que se explota salvajemente, lo creado, la creación”, sino “las personas”:

“En Amazonia aparece todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de personas a todo nivel, y destrucción de la identidad cultural”, dijo, y recordó un cartel visto durante su visita a Puerto Maldonado, que advertía sobre la trata de personas: “La trata escucha, ¿no? La trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas a todo nivel”.

El Evangelio debe ser asimilado y comprendido

Es urgente que sea anunciado y asimilado el anuncio del Evangelio, exhortó Francisco, subrayando sin embargo que el mismo debe ser “asimilado y comprendido por esas culturas”. De ahí la necesidad de “fortalecer” el trabajo que realizan los laicos, sacerdotes y diáconos permanentes, religiosos y religiosas.

Injusticia social que no se permita a aborígenes el camino seminarístico

“Se habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria quaedam de Pablo VI, de creatividad en esto» dijo el Papa pidiendo «creatividad en los nuevos ministerios», ver «hasta dónde se puede llegar”. Francisco agradeció también “la valentía del card. O’Malley” al hablar de los seminarios indígenas:

“Es una verdadera injusticia social, que no se le permite de hecho a los aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio”.

La comisión de estudio sobre el diaconado femenino: tal vez nuevos miembros

Desglosando algunos de los puntos de documento, el Papa Francisco también asumió el pedido de volver a convocar a la comisión para estudiar el diaconado femenino en la Iglesia, indicando la posibilidad de volver a abrirlo “quizá con nuevos miembros”, y señaló su empeño en rehacer esto “con la Congregación para la Doctrina de la Fe”.

La Iglesia siempre debe ir reformándose

Porque “la tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas” el Pontífice aseguró que la Iglesia “siempre tiene que ir reformándose”, y abordó algunas cuestiones al respecto, como el tema de la formación sacerdotal, sobre el cual recordó haber oído que se nota en algunos países “cierta falta de celo apostólico en el clero de la zona no amazónica respecto a la zona amazónica”. “Los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande – dijo – y hay que formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras”.

Candidatos al sacerdocio y nuncios, al menos un año en tierra de fronteras

De ahí que sugiriera que en el plan de formación de los religiosos existiera “una experiencia de un año o más en regiones limítrofes” “al servicio de un obispo en un lugar de misión”. Misma sugerencia para el servicio diplomático de la Santa Sede, presentada por escrito al Papa y sugerida por él mismo en su discurso de clausura. Además, entre las reformas, se refirió a la “redistribución del clero en el mismo país”: sucede que hay muchos sacerdotes en los países del primer mundo, y “no hay para mandar a la zona amazónica”: “Los fidei donum interesados”, lamentó. “Te viene uno que vos lo mandaste a estudiar y se enamoró del lugar y quedó en el lugar y con todo lo que ofrece el primer mundo y no te quiere volver a la diócesis. Y claro, uno por salvar la vocación, cede”. Pero en ese punto – advirtió Francisco – : tener mucho cuidado y no favorecer”. “Seamos valientes en hacer esas reformas de redifusión del clero en el mismo país”.

El papel de la mujer en la Iglesia “va mucho más allá”

Según Francisco lo que se dice en el documento sobre la pastoral de la mujer “queda corto”, pues, “todavía” no se ha “caído en la cuenta” de lo que significa la mujer en la Iglesia: “nos quedamos solamente en la parte funcional”, observó, “pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad. Y eso es lo que hay que seguir trabajando. Mucho más allá”.

Organismos eclesiales regionales: abrir espacios

Sobre el tema de la creación de un organismo eclesial de servicio en la región amazónica, el Papa alentó a “progresar”: una de sus sugerencias fe “que la Repam tenga más consistencia” o “hacer conferencias epsicopales sectoriales”, como de hecho ya hay en otros lugares. En definitiva, alentó a ir “abriendo” a otras realidades.

Otros ritos: la Santa Madre Iglesia nos guía, no tener miedo

Acerca del propuesto “rito amazónico” el Pontífice señaló que es competencia de la Congregación para el Culto Divino, a quienes animó a ir “siempre más allá”. Recordó además que de las 23 iglesias con rito propio que se mencionaron en el documento, “al menos 18 sino 19 son iglesias sui iuris y empezaron de chiquito”, “armando tradiciones”: no tenerle miedo – dijo – a las organizaciones que custodian una vida especial”. Siempre con la ayuda de la Santa Madre Iglesia, madre de todos, que nos va guiando en este camino para no separarnos. No le tengan miedo. Y siguiendo con la organización de la curia romana afirmó que según él – de acuerdo con el documento  – «hay que abrir una sección amazónica» dentro del Dicasterio para la Promoción Humana Integral.

A los medios de comunicación: nadie ha perdido, todos hemos ganado

Manifestando su gratitud a todos los que trabajaron fuera del sínodo, se dirigió en particular a los medios de comunicación, a quienes les pidió el favor de – en la difusión del documento final – se detengan en “los diagnósticos”: Diagnóstico cultural, diagnostico social, el diagnóstico pastoral y el diagnóstico ecológico.

No se encierren en cuestiones intraeclesiásticas: difundan los diagnósticos

Esto porque,  dijo el Papa “la sociedad tiene que hacerse cargo de esto”. No quedarse en las pequeñas “cuestiones disciplinares”, pidió, sino transmitir el documento de modo que “la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado”. “No se encierren”, insistió, “en cuestiones intraeclesiásticas”, yendo “a la cosita” y olvidándose de la “cosa”. A propósito de esto, el Romano Pontífice tradujo para los presentes una frase del filósofo Charles Péguy:

“Porque no tienen el coraje de estar con el mundo, ellos se creen de estar con Dios. Porque no tienen el coraje de comprometerse en las opciones de vida del hombre, se creen de luchar por Dios. Porque no aman a ninguno, se creen de amar a Dios”.

A mí me iluminó mucho, no caer prisioneros de estos grupos selectivos que del sínodo van a querer ver qué se decidió sobre este punto intraeclesiástico o sobre este otro, y van a negar el cuerpo del sínodo que son los diagnósticos que hemos hecho en las cuatro dimensiones.

“Gracias de corazón, perdónenme la petulancia y recen por mí, por favor. Gracias”, concluyó.


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Briefing en el Vaticano: las madres sinodales.

#SinodoAmazonico. Briefing: “El papel de las madres sinodales”

En el Briefing con los periodistas realizado la tarde de este viernes, 25 de octubre, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la intervención de la hermana ecuatoriana Inés Zambrano, quien contó cuando el Papa Francisco fue bendecido por dos nativos, fue muy aplaudida. Monseñor Spengler, Obispo brasileño de Marajò, explicó que hay una fuerte demanda de apertura al diaconado femenino. Hoy en el Aula del Sínodo la elección del Consejo postsinodal y la lectura del documento final.

Ciudad del Vaticano

Esta tarde, los 184 padres sinodales, los 55 auditores, los 25 expertos y los 12 invitados especiales, protagonistas con el Papa Francisco del Sínodo Especial para la Región Panamazzoniana, se reunirán de nuevo en el Aula del Sínodo. Así lo explicó el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini en el informe diario a los periodistas. Asimismo, el Prefecto dijo que, en la 15ª Congregación los Padres sinodales elegirán a trece miembros del Consejo Postsinodal de entre los Obispos y Cardenales presentes: cuatro de Brasil, dos de Bolivia, dos de Colombia, dos de Perú, uno de las Antillas, uno de Ecuador y uno de Venezuela. El Concilio será completado por algunos miembros nombrados por el Papa, pero no serán la mayoría. La Congregación continúa con la lectura del Documento Final que será votado el sábado por la tarde. Este Documento será escrito en español como lengua oficial, pero con traducciones al portugués, francés, inglés e italiano.

Hna. Inés: valorizar a la mujer indígena y campesina

La primera intervención fue de la Hna. Inés Azucena Zambrano Jara, de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena, una ecuatoriana que sirve en Colombia. “Nuestra Congregación – explicó la Religiosa – lleva 105 años conviviendo con los indígenas. Queremos promover a la mujer indígena y campesina. Nuestro carisma es el acompañamiento, la presencia junto a los pueblos indígenas, para potenciar su protagonismo, que ha crecido en los últimos años, en defensa de su dignidad y sus derechos”. En su aplaudido discurso de apertura, la Hna. Inés subrayó que el Sínodo que está llegando a su fin «fue una escucha atenta de Dios, de la voz de la Amazonía, de la gente y del dolor de la Madre Tierra». Una escucha activa en un ambiente de testimonio, como el que dio el Papa Francisco quien, dice la misionera ecuatoriana, «vi la cabeza inclinada para permitir que dos indígenas lo bendijeran: fue un gran testimonio de evangelización.

Iglesia de rostro amazónico, con sacerdotes y liturgia indígena

Nosotras las mujeres, continúa la Religiosa, que nos definimos como «madres sinodales», «hemos vivido este Sínodo con pasión, porque es un gran dolor y lo que están viviendo los pueblos indígenas. La esperanza, concluye, es que «se construya una Iglesia con rostro amazónico, como ya lo había pedido San Juan Pablo II en 1984, cuando dijo que es necesaria una Iglesia indígena con sus propios sacerdotes y su propia liturgia». Para lograrlo debemos profundizar y vivir la teología indígena, su cosmología, y esto se basa en el aprendizaje de sus lenguas. Mientras tanto, debemos seguir trabajando por los derechos de los pueblos indígenas, junto con las organizaciones indígenas. Y trabajamos por una vida consagrada inculturada, itinerante, que vive con los pueblos indígenas.

Spengler: 40 por ciento pide el diaconado femenino

Entre las propuestas que se presentarán al Papa Francisco en el Documento, podría estar la del diaconado femenino, explica Monseñor Evaristo Pascoal Spengler, Obispo prelado de Marajó, en Brasil, el archipiélago que se encuentra en la desembocadura del río Amazonas. Franciscano Menor, era el portavoz del círculo menor portugués «B», y explica a los periodistas que «el 40% de la Asamblea Sinodal pidió el establecimiento de un ministerio ordenado para las mujeres dentro de la Iglesia». En la historia de la Iglesia, recuerda Monseñor Spengler, «hay profetas, pero también profetisas, que guiaron al pueblo de Dios. Y, por supuesto, la figura más importante es María. San Pablo, en sus cartas, habla de las diaconisas, y luego están las santas: desde el siglo XII hasta hoy tenemos más santas que santos». En la Amazonía, concluye el Obispo de Marajò, «alrededor del 60 por ciento de las comunidades están dirigidas por mujeres. Con la modificación del código canónico querida por Benedicto XVI, el ministerio diaconal para la liturgia, la palabra y la caridad, se ha separado de la figura de Cristo, y esto nos permite abrir un camino para llegar al diaconado femenino».

Un futuro rito amazónico puede prever a los «viri probati».

Un periodista pregunta si la institución de un rito amazónico, como se propuso varias veces durante el Sínodo, podría permitirnos llegar más rápidamente a la ordenación sacerdotal de los hombres casados, los llamados «viri probati». El P. Giacomo Costa, Secretario de la Comisión de Información del Sínodo, respondió que sí, «porque también sucede en otros ritos, pero son sólo ito.nferencias», porque todavía no conocemos el documento del Sínodo y menos aun lo que escribirá el Papa Francisco. Ruffini añadió que en cualquier caso será imposible definir un nuevo rito de la Iglesia en un párrafo de un Documento, y que eventualmente sólo se propondrá «un paso hacia» este nuevo rito


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Sinodo. Robo de estatuillas indígenas en Roma

Ruffini sobre la sustracción de estatuillas indígenas de una Iglesia en Roma

El Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede ha señalado durante el briefing con los periodistas sobre el Sínodo de la Amazonía, que se trató de un robo de imágenes que representaban la vida, la fertilidad, la madre tierra y que estaban expuestas en la iglesia Santa María en Transpontina en Roma: «un gesto que contradice el espíritu de diálogo que siempre debe animar a todos», explicó Ruffini.

Ciudad del Vaticano

El Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Paolo Ruffini, ha informado a través de un comunicado que a tempranas horas del lunes 21 de octubre, unos desconocidos sustrajeron de la iglesia de Santa María en Traspontina las estatuillas de madera de las mujeres indígenas embarazadas utilizadas durante la ceremonia que tuvo lugar en los jardines vaticanos el 4 de octubre, en el marco del Sínodo sobre la Amazonía, en presencia del Papa Francisco y las tiraron al río Tíber.

 

Esta acción fue registrada por los propios autores desconocidos que lo publicaron en las redes sociales. En respuesta a un periodista durante la sesión informativa y Briefing de hoy en la Sala de Prensa vaticana sobre los trabajos sinodales, el Prefecto del Departamento de Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, comentó lo siguiente sobre el episodio:

«Ya hemos repetido varias veces aquí, que esas estatuas representaban la vida, la fertilidad, la madre tierra. Me parece que este es un gesto, que contradice el espíritu de diálogo que siempre debe animar a todos. No sé qué más añadir al respecto, a parte de que fue un robo y que la actitud se explica con los mismos hechos».


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Las mujeres en el Sínodo. Comentario

Al Sinodo sull’Amazzonia la voce delle donne: un ruolo da valorizzare

Al Sinodo sull’Amazzonia la voce delle donne: un ruolo da valorizzare

CITTÀ DEL VATICANO. Al Sinodo sull’Amazzonia in corso in Vaticano, dove da oggi i partecipanti sono riuniti nei gruppi di lavoro (Circoli minori), torna a farsi sentire la voce femminile e l’auspicio che sia valorizzato il ruolo femminile già molto attivo tra le comunità indigene della regione.

«Ci troviamo in un kairòs ecclesiale e un segno di questo kairòs è che in questo Sinodo ci sono 40 donne e dietro ognuna di loro ce ne sono tante altre che hanno partecipato al processo di ascolto pre-sinodale», ha rilevato nel corso del briefing quotidiano suor Gloria Liliana Franco Echeverri, presidente della Confederazione Latino-Americana dei Religiosi (Clar).

«La Chiesa ha un volto anche femminile, la Chiesa è madre, è maestra, ma – ha sottolineato la religiosa dell’Ordine della compagnia di Maria Nostra Signora – in questo tempo attuale del mondo e della Chiesa, essa è fondamentalmente sorella e discepola, e per questo come donne abbiamo ancora tutto un cammino da percorrere del quale non siamo le protagoniste perché molte prima di noi lo hanno percorso: santa Chiara di Assisi che ha contribuito a ricostruire la Chiesa, santa Juana che ha scommesso forse tra le prime sull’istruzione delle bambine, suor Maria Ines che guida religiosi del brasile e potremmo menzionarne tante altre, le nostre madri le nostre nonne».

«La Chiesa è in discernimento e il culmine del discernimento – ha detto suor Franco – non sappiamo se sarà in questo tempo o in un altro ma noi continuiamo come fratelli e sorelle, perché questo siamo, facendo sì che questo volto della donna sia sempre più nitido. Non si tratta di potere ma di partire dal servizio, dal dono di sé, dal riconoscimento e la valorizzazione di un ruolo specifico che noi donne credenti abbiamo nella nostre comunità come teologhe, come catechiste, come animatrici, come promotrici della carità dei popoli. Questo – ha detto la religiosa – è momento di grazia, kairos, e Dio continuerà oggi e nel futuro la Chiesa in questo processo di discernimento che continua ad aprire nuove possibilità nuovi cammini e una maggiore sinodalità».

Dopo l’apertura solenne, domenica con una messa presieduta dal Papa a San Pietro, e tre giorni di Congregazioni generali, con interventi liberi sui temi più disparati raccolti nel documento di lavoro, l’Instrumentum laboris, il Sinodo (6-27 ottobre) è entrato oggi in una nuova fase: i 184 partecipanti si sono divisi in «circoli minori» omogenei linguisticamente che approfondiranno il dibattito avviato nell’aula del Sinodo.

I Circuli minores sono dodici e la loro composizione, avvenuta nella giornata di ieri, ha creato qualche malumore, inevitabile al momento di comporre tante sensibilità diverse. Si riuniscono oggi e domani, poi, intervallati a nuove sedute delle congregazioni generali in aula, il 16 e 17, e infine, la sera di giovedì 17 vengono presentate in aula le relazioni di tutti i circoli. Tutta l’ultima settimana, ha spiegato durante il briefing padre Giacomo Costa, sarà dedicata a discutere il progetto di documento finale, che sarà poi votato sabato pomeriggio 26 ottobre, vigilia della messa conclusiva del Papa domenica 27.

Tra gli interventi liberi alla fine della discussione del pomeriggio di mercoledì, sempre a porte chiuse, ha preso la parola anche il Papa che, ha spiegato il prefetto del Dicastero per la Comunicazione Paolo Ruffini, seguendo il «metodo sinodale» ha esposto all’assemblea quali punti emersi nella discussione lo avevano particolarmente colpito e indotto a riflettere.

I vari temi dibattuti sono tornati nel corso del briefing quotidiano, dalle tematiche ecologiche e sociali a quelle più squisitamente ecclesiali. Monsignor Medardo de Jesus Henao Del Río, vicario Apostolico di Mitú, in Colombia, ha raccontato tra l’altro di avere ordinato recentemente un diacono indigeno «nei due riti, romano e indigeno: e voi potete chiedere, ha ordinato uno stregone? No, se prendiamo la cosmogonia degli indigeni, la assumiamo, ma poi offriamo loro il Vangelo». È «essenziale assimilare alcuni valori delle comunità di indigeni, che vanno di pari passo con i valori cristiani: non possiamo sacralizzare o stigmatizzare tutto, ma accettare in seno alla Chiesa. Bisogna tradurre le Sacre scritture nelle loro lingue. E il diaconato, che è servizio, è un ministero che ha molto a che fare con la tradizione indigena».

Monsignor Wilmar Santin, vescovo prelato di Itaituba in Brasile, ha sottolineato, da parte sua, che bisogna «cambiare un po’ la struttura della Chiesa affinché sia più snella», sottolineando che se è tutto «centralizzato nella figura del sacerdote» è anche più difficile annunciare il Vangelo a popolazioni dove, magari, arrivano altre confessioni cristiane. Il presule ha parlato, in risposta alle domande dei giornalisti, delle difficoltà di coesistenza che a volte sorgono con gli evangelicali. «Da circa cinque anni – ha raccontato – qualche Chiesa pentecostale ha iniziato un po’ di più a entrare nel mondo della popolazione Mundurucu e alcuni pastori hanno grande aggressività contro la cultura. Alcuni indios mi hanno riferito che vietavano loro addirittura di parlare la loro lingua perché, dicevano questi pastori, era la lingua dl diavolo. E lo stesso pastore battista nato nel villaggio ha detto che era molto preoccupato perché alcuni altri pastori stavano combattendo la cultura Mundurucu: queste persone non capiscono niente della cultura Mundurucu, ha detto, e ancora meno del vangelo. In alcuni villaggi si creano già due pastori, uno cattolico e uno evangelico, e la comunità, ad esempio, non si riunisce più, rimangono separati: invece che portare il vangelo questo fatto sta provocando divisione».

Monsignor Santin ha poi chiarito: «Stiamo cercando di mettere in pratica quello che il Papa richiede: che gli indigeni diano forma alla Chiesa amazzonica, e uno dei punti di questo volto deve essere ministri propri». «Un sacerdote – ha riferito – ci ha detto durante l’incontro a Manaus che Papa Francesco gli aveva confidato di avere un sogno: di vedere in ogni villaggio un padre, un sacerdote indigeno e avevano parlato circa le difficoltà, e il Papa aveva detto: cominciate con quello che la Chiesa vi permette già, ossia il diaconato permanente».

Lo stesso presule ha replicato ad una domanda sulle notizie che circolano in merito alla pratica dell’infanticidio che sarebbe invalsa in alcune popolazioni: in passato, ha spiegato, i rappresentanti della popolazione Mundurucu «tagliavano testa come trofeo e avevano l’abitudine che se un bambino nasceva “difettoso” gli veniva torto il collo e ucciso immediatamente. Nel caso di un parto gemellare si diceva che un bambino era il bene e uno il male e talvolta uno o entrambi venivano uccisi. A volta veniva ucciso anche il figlio di una ragazza madre, perché si riteneva che un bambino non potesse stare senza padre. Sono cose orripilanti, ma gli aborti che vengono praticati qui nei Paesi “civili”? Ad ogni modo, il lavoro principale delle sorelle infermiere e insegnanti presenti in Amazzonia lentamente è riuscito a far sì che queste pratiche scomparissero del tutto. Ho già visto bambini zoppi, gemelli, tra i Mundurucu non esistono più queste pratiche».


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Sínodo: segundo briefing

Segundo briefing: la destrucción de la naturaleza contradice la fe cristiana

Se lleva a cabo la segunda sesión informativa sobre los trabajos sinodales para la Amazonía que hoy se han centrado en la amenaza de la explotación minera y la importancia de la formación de laicos y sacerdotes en la zona.

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

La amenaza de la explotación minera, la importancia de la formación de laicos y sacerdotes en la Amazonía, el desafío de la Iglesia en esta zona y el pasar de una pastoral de visita a una de presencia. Son estos los temas centrales sobre los que han reflexionado los padres sinodales en su segundo día de trabajos. Así lo ha explicado esta mañana Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, durante el segundo briefing dedicado al Sínodo para la Amazonía que ha tenido lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Ruffini explicó que es necesario formar a los laicos y a los sacerdotes para nutrir a las comunidades eclesiales de lugares individuales, pero también habló de la necesidad de que esta formación sea “asimilada” y enfocada plenamente en las culturas de estos pueblos o por el contrario se corre el riesgo de que quien siente la vocación sacerdotal pueda abandonar el seminario. En cuanto al papel de los laicos, el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación aseguró que es necesario comprometerse más en su formación y entender cuál es el papel que pueden ejercer en el testimonio evangélico, a partir de sus propios carismas y vocaciones, que no son necesariamente las del ministerio ordenado.

Por otro lado, el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación habló acerca de la ayuda que se debe brindar a estas comunidades, poniendo en relevancia la ayuda para el acceso a los sacramentos, pero también la ayuda en forma de escucha. En este sentido, Ruffini subrayó que la Iglesia debe comprometerse siempre con la escucha, en particular trabajar con los pueblos para sanar las heridas del pasado porque “escuchar” significa “acoger”, “decirle al otro tu eres importante para mí”.

En cuanto a la degradación medioambiental, el Prefecto dijo que se ha propuesto que se amplié la mira más allá de la Amazonía y explicó que “la destrucción de la naturaleza contradice la fe cristiana” y es por ello que todos los países están llamados “a asumir sus propias responsabilidades”.

El desafío de la Iglesia en esta zona también ha sido otro de los temas en los trabajos de los padres sinodales. Ruffini ha expresado que este papel radica en como evangelizar de una forma nueva, yendo más allá del colonialismo, pues “la responsabilidad universal de la Iglesia – ha puntualizado – nos hace imposible pensar en el dominio de una cultura sola” y además ha recordado que la catolicidad de la Iglesia se basa en el respeto y en la complementariedad. Por último, hablando acerca de la falta de presencia de sacerdotes en la zona, ha hecho hincapié en la importancia de desarrollar una pastoral de presencia y no solo de visita.

Una Iglesia de rostro amazónico es una Iglesia de rostro joven

Otro de los participantes ha sido el Padre Giacomo Costa, S.I., Secretario de la Comisión para la Información, quien ha subrayado la importancia de la atención al cuidado de los jóvenes: “Nos preocupamos por nuestros jóvenes conectándonos también con las dificultades de los contextos urbanos, la pérdida de la cultura, de la extradición de los jóvenes que llegan a estos contextos urbanos y se sienten algo perdidos”. En este sentido, el padre Costa invitó a las iglesias, a las conferencias episcopales y a los religiosos y religiosas de la zona a colaborar para no cerrar fronteras.

La figura de San Francisco de Asís

En su intervención, el cardenal Pedro Ricardo Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo en Perú y Vicepresidente de la Red Eclesial Panamazonica, recordó como la Iglesia siempre se ha preocupado siempre por los pueblos indígenas y habló de la importancia de la figura de San Francisco de Asís.

Luego, respondiendo a la pregunta de un periodista que habló de que en alrededor de veinte pueblos amazónicos se practica el infanticidio, el cardenal Barreto afirmó que no todo es de color rosa entre los pueblos originarios, pero aseguró que nunca había escuchado eso en este momento hubiera 20 pueblos amazónicos que practican infanticidio. Además, señaló que toda vida humana es sagrada y si alguien afirmara dentro de la Iglesia que estas prácticas son posibles, está rechazando la esencia del Evangelio.

Violación de derechos en la Amazonía y la autoridad moral de la Iglesia

Victoria Lucia Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, fue otra de las exponentes en este segundo briefing. Victoria centró su intervención en la degradación medioambiental que está sufriendo la Amazonía. Habló de la cantidad de mercurio que se utiliza en la industria extractiva, de los ríos que se han secado debido a la construcción de embalses y de los proyectos de extracción de petróleo que amenazan a estas poblaciones. “Valoro mucho este Sínodo panamazónico porque creo que es un proceso que llega en el momento más acertado si consideramos la gravedad de la destrucción del medioambiente amazónico”. También habló de la violación de los derechos humanos de los pueblos indígenas asegurando que “deberían estar protegidos por el mundo y por la Iglesia en particular”: “Yo creo que la Iglesia tiene una autoridad moral y espiritual muy importante para hablar al mundo cuando se producen estas violaciones de los derechos humanos”.

Momento de urgencia. Nuestro planeta Tierra está en riesgo

Entre los exponentes, también estuvo Moema Maria Marques de Miranda, laica franciscana y Asesora de la REPAM. Moema habló de la importancia del Sínodo y de cómo se está desarrollando en un momento “único” en la historia de la Iglesia: “estamos viviendo lo que ningún ser humano ha vivido hasta ahora, la posibilidad del fin de nuestro planeta” y precisó que el Papa Francisco entendió perfectamente “esta urgencia”. La Asesora de la REPAM explicó además que los pueblos indígenas nos pueden enseñar acerca del cuidado del planeta, pues ellos aprendieron antes que nosotros a defenderlo.

 

Por la tarde, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, especificó «con respecto a la pregunta formulada hoy durante la sesión informativa sobre el trabajo sinodal, sobre la presencia de representantes de las Naciones Unidas en los Sínodos anteriores», que en el pasado ha habido dos invitados especiales, específicamente en la Asamblea Especial para África, en 2009 «: Rodolphe Adada, ex Representante Conjunto del Secretario General de las Naciones Unidas y Presidente de la Comisión de la Unión Africana en Darfur y Jacques Diouf, Director General de la FAO .


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Sinodo: segundo día de trabajo

2019.10.07 Aula Paulo VI. Sínodo para la Amazonía2019.10.07 Aula Paulo VI. Sínodo para la Amazonía 

#SinodoAmazonico. La Iglesia confiesa los «pecados ecológicos». Que sacerdotes sean santos

El segundo día de trabajo del Sínodo Especial para la Región Panamazónica concluyó con la cuarta Congregación. 182 padres estuvieron presentes en el salón. Esta sesión de la tarde también se celebró en presencia del Papa.

Vatican News – Ciudad del Vaticano

La violación sistemática de los derechos de los pueblos originarios de la Amazonía y la vida en riesgo de toda la región, herida en su hábitat, fueron el centro de la reflexión de la cuarta congregación del Sínodo de los Obispos.

No a la indiferencia, sí a la responsabilidad

Hay un fuerte llamamiento para que la Iglesia, con su voz autorizada en el campo moral y espiritual, proteja siempre la vida, denunciando las muchas estructuras de muerte que la amenazan. No al individualismo o a la indiferencia que nos hace mirar la realidad como espectadores, como en una pantalla. Sí a una conversión ecológica centrada en la responsabilidad y en una ecología integral que ponga en el centro por encima de toda dignidad humana, que ha sido pisoteada demasiadas veces.

La comunidad internacional se enfrenta a las violaciones de los derechos humanos

La inaceptable situación de degradación del medio ambiente en la región panamazónica debe ser tomada en serio por toda la comunidad internacional, que a menudo es indiferente al derramamiento de sangre inocente. Las poblaciones autóctonas, custodias de las reservas naturales, evangelizadas por la Cruz de Cristo, deben ser consideradas como aliadas en la lucha contra el cambio climático desde el punto de vista sinodal, es decir, como en un camino «juntos», en amistad. En la intervención de un delegado en este sentido, se destacó la necesidad de unir fuerzas y dialogar, porque la amistad -dijo- «respeta, protege y cuida». La invitación a la Iglesia a ser aliada de los movimientos sociales de base, a escuchar humilde y acogedoramente la cosmovisión amazónica, a comprender los diferentes significados, comparados con la tradición occidental, que las culturas locales dan a los símbolos rituales, surgió de muchas partes.

Mayor conocimiento de los «pecados ecológicos»

Se ha destacado el desarrollo sostenible, socialmente justo e inclusivo, que combina el conocimiento científico y tradicional, porque el futuro de la Amazonía, una realidad viva y no un museo, está en nuestras manos. También queremos una conversión ecológica que nos haga percibir la gravedad del pecado contra el medio ambiente como un pecado contra Dios, contra nuestro prójimo y contra las generaciones futuras. De ahí la propuesta de profundizar y difundir una literatura teológica que incluya junto con los pecados, tradicionalmente conocidos, los «pecados ecológicos».

Promover el diaconado indígena permanente

La reflexión sobre los ministerios se enriqueció con la llamada a unir fuerzas en la formación de misioneros amazónicos, laicos y consagrados. Es necesario involucrar más a los pueblos indígenas en el apostolado, comenzando por la promoción del diaconado indígena permanente y la valorización del ministerio laical, entendido como una auténtica manifestación del Espíritu Santo. También hay un llamado a una mayor participación de las mujeres en la Iglesia.

Reflexión sobre la vocación sacerdotal

El tema de los criterios de admisión al ministerio ordenado se ha retomado en más de un discurso. Hay quienes han instado a la oración por las vocaciones, pidiendo la transformación de la Amazonía en un gran santuario espiritual desde el que elevar la oración al «Maestro de la mies» para que envíe nuevos obreros del Evangelio. La insuficiencia numérica de los presbíteros -se observó- es un problema no sólo amazónico, sino común a todo el mundo católico. De ahí, la llamada a un serio examen de conciencia sobre cómo se vive hoy la vocación sacerdotal. En efecto, la falta de santidad es un obstáculo para el testimonio evangélico: los pastores no siempre llevan consigo el olor de Cristo y acaban ahuyentando a las ovejas que están llamados a conducir.

El perfume de la santidad y de los jóvenes

También se destacó el luminoso ejemplo de los mártires de la Amazonia, como el de dos siervos de Dios asesinados en Mato Grosso: el padre salesiano Rudolf Lunkenbein y el laico Simão Cristino Koge Kudugodu. La conversión ecológica es de hecho, en primer lugar, la conversión a la santidad. La santidad tiene un enorme poder de atracción entre los jóvenes, para quienes se requiere una pastoral renovada, más dinámica y atenta. Se ha pedido que se destaquen los numerosos testimonios de buenos sacerdotes, también a través de los medios de comunicación, y no sólo los escándalos existentes que desgraciadamente ocupan tantas páginas de periódicos. Además, si los flagelos como la violencia, las drogas, la prostitución, el desempleo y el vacío existencial amenazan a las nuevas generaciones, hay que señalar que hay ejemplos positivos de muchos jóvenes católicos.

La memoria del Cardenal Serafim Fernandes de Araújo

Los ojos también se centraron en el tema de la inmigración, que en la Amazonía tiene muchas caras, pero que siempre requiere una acción eclesial coordinada basada en la acogida, la protección, la promoción y la integración. La cuarta congregación presidida por el Papa se abrió con la oración de toda la asamblea por el Cardenal Serafim Fernandes de Araújo, fallecido hoy en Belo Horizonte.


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Primera intervención del Papa en los trabajos del Sínodo

2019.10.07 Sinodo El Papa da inicio a los trabajos del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica   (Vatican Media)

Comprender y servir a los pueblos de la Amazonía, pidió el Papa

Al dar inicio a los trabajos del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica el Santo Padre, hablando espontáneamente, dijo que hay que dejar que el Espíritu Santo se exprese “pese” a ellos; recordó que la opción previa de los Padres Sinodales es la de ser “discípulos” y pidió que no pierdan el sentido del humor

María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano

Al dirigirse esta mañanaen el Aula del Sínodo a los Padres Sinodales,  el Santo Padre dio la bienvenida a los presentes y les agradeció el trabajo de preparación… Y hablando espontáneamente en nuestro idioma comenzó afirmando que “el Sínodo para la Amazonía podemos decir que tiene cuatro dimensiones: la dimensión pastoral, la dimensión cultural, la dimensión social y la dimensión ecológica.

Dimensión pastoral del Sínodo

De la primera, es decir la dimensión pastoral dijo que “es la esencial”, por ser “la que abarca todo”. “Nos acercamos con corazón cristiano – prosiguió el Papa – y vemos la realidad de Amazonía con ojos de discípulo para comprenderla e interpretarla con ojos de discípulo, porque no existen hermenéuticas neutras, hermenéuticas asépticas”, que “siempre están condicionadas por una opción previa, nuestra opción previa es la de discípulos”.

En puntas de pie

A lo que añadió textualmente:

“ Nos acercamos a los pueblos amazónicos en puntas de pie, respetando su historia, sus culturas, su estilo del buen vivir, en el sentido etimológico de la palabra, no en el sentido social que tantas veces les damos, porque los pueblos poseen entidad propia, todos los pueblos, poseen una sabiduría propia, conciencia de sí, los pueblos tienen un sentir, una manera de ver la realidad, una historia, una hermética y tienden a ser protagonistas de su propia historia con estas cosas, con estas cualidades ”

El Santo Padre dijo además: Y nos acercamos ajenos a colonizaciones ideológicas que destruyen o reducen la idiosincrasia de los pueblos, hoy es tan común esto de las colonizaciones ideológicas. Y nos acercamos sin el afán empresarial de hacerles programas pre-confeccionados de disciplinar, entre comillas, a los pueblos amazónicos, disciplinar su historia, su cultura, eso no, ese afán de domesticar los pueblos originarios.

No al centralismo homogeneizante y homogeneizador

Por otra parte, cuando la Iglesia se olvidó de cómo tiene que acercarse a un pueblo – dijo Francisco – “no se inculturizó, incluso llegó a menospreciar a ciertos pueblos, y cuántos fracasos de los cuales hoy nos lamentamos”… De manera que el Pontífice afirmó que el “centralismo homogeneizante y homogeneizador no dejó surgir la autenticidad de la cultura de los pueblos”. Y agregó que “las ideologías son un arma peligrosa”, y que “siempre tendemos a agarrar una ideología para interpretar un pueblo”.

“ Las ideologías son reductivas, y nos llevan a la exageración en nuestra pretensión de comprender intelectualmente, pero sin aceptar, comprender sin admirar, comprender sin asumir, y entonces se recibe la realidad en categorías, las más comunes son las categorías de ‘ismos’, entonces cuando tenemos que acercarnos a la realidad de algún pueblo originario hablamos de ‘indigenismos’, y cuando queremos darle alguna pista de salida a su vivir mejor, no le preguntamos, hablamos de ‘desarrollismo’, estos ‘ismos’ reformulan la vida desde el laboratorio ilustrado e iluminista ”

Civilización y barbarie

El Pontífice recordó  un lema de su país: “Civilización y barbarie”, que “sirvió – dijo – para dividir, para aniquilar y llegó al culmen hacia fines de los años 80, a aniquilar la mayoría de los pueblos originarios, porque eran ‘barbarie’ y la ‘civilización’ venia de otro lado. Es el desprecio de los pueblos y a eso voy, a la experiencia de mi tierra, eso, ‘civilización y barbarie’ que sirvió para aniquilar pueblos todavía sigue en mi patria, con palabras ofensivas y entonces se habla de civilización de segundo grado, los que vienen de la barbarie y hoy son los ‘bolitas’, los paraguayos, los paraguas, los ‘cabecitas negras’, siempre ese alejarnos de la realidad de un pueblo calificándolo y poniendo distancias.

El Papa Francisco recibió el aplauso de la asamblea cuando compartió, con pena, una vivencia sobre el desprecio al escuchar, ayer, un comentario burlón acerca de la piedad de una persona que llevó las ofrendas con plumas en la cabeza. Son actitudes que hacen que se corra el riesgo “de proponer medidas simplemente pragmáticas, cuando por el contrario se nos pide una contemplación de los pueblos, una capacidad de admiración, que hagan hacer un pensamiento paradigmático”.

“ No hemos venido aquí a inventar programas de desarrollo social o de custodia de culturas, de tipo museo, o de acciones pastorales con el mismo estilo no contemplativo con el que se están llevando adelante las acciones de signo contrario: deforestación, uniformización, explotación, ellos también hacen programas que no respetan la poesía, la realidad de los pueblos que es soberana ”

El Obispo de Roma dijo, por otra parte que hay que cuidarse de la mundanidad en el modo de exigir puntos de vista y cambios en la organización, porque “la mundanidad se infiltra siempre y nos hace alejar de la poesía de los pueblos”.

Caminar juntos

Sínodo es caminar juntos – prosiguió – bajo la inspiración y la guía del Espíritu Santo, el Espíritu Santo es el actor principal del sínodo, por favor no lo echemos de la sala. Se hicieron consultas, se discutieron en las Conferencias Episcopales, en el Consejo Pre Sinodal, se elaboró el Instrumetum Laboris, que como saben es un texto mártir, destinado a ser destruido, porque de ahí es como punto de partida para lo que el Espíritu va a hacer en nosotros y ahora caminar nosotros bajo la guía del Espíritu Santo, ahora hay que dejar que el Espíritu Santo se exprese en esta Asamblea, se exprese entre nosotros, se exprese con nosotros, a través de nosotros y se exprese ‘pese’ a nosotros, pese a nuestras resistencias, que es normal que las haya, porque la vida del cristiano es así.

Hacia el final de su alocución el Papa Bergoglio pidió a los participantes en este Sínodo que se rece mucho. Que se reflexione, dialogue y escuche con humildad, sabiendo que ninguno sabe todo. Y que hablen con coraje, con parresía, aunque tenga que pasar vergüenza, decir lo que se siente, discernir y todo esto custodiando la fraternidad que debe existir para favorecer esta actitud de reflexión y oración.

Por último afirmó que “un proceso como el de un Sínodo se puede arruinar un poco si yo al salir de la sala digo lo que pienso, digo la mía, y entonces se da esa característica que se dio en algunos sínodos: del Sínodo de adentro y del Sínodo de afuera”. Francisco agradeció nuevamente cuanto están haciendo, y “por favor – dijo – no perdamos el sentido del humor”.

Escuche al Papa


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Misa de inauguración del Sínodo presidida por el Papa

Apertura del Sínodo. El Papa recuerda que el Evangelio no se impone, se ofrece

El Papa preside la Santa Misa de apertura del Sínodo para la Amazonía, condena las colonizaciones, pero también recuerda a todos los misioneros que han dado la vida en defensa de la región.

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

Esta mañana el Papa Francisco ha lanzado un mensaje claro y directo a todos los Obispos que participarán en el Sínodo para la Amazonía: “somos obispos porque hemos recibido un don de Dios” y sin embargo, muchas veces el don de Dios “no ha sido ofrecido sino impuesto” y “ha habido colonización en vez de evangelización”. Con estas palabras el Papa Francisco arrancaba su homilía durante la Santa Misa de apertura del Sínodo para la Amazonía en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Reavivar el don de Dios con humildad

Citando a Timoteo cuando dice: «Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos», Francisco ha continuado recordándoles que han recibido un Don “para ser dones”, y este Don “no se compra, no se cambia y no se vende: se recibe y se regala” pero si se aprovechan de él, “dejan de ser pastores y se convierten en funcionarios”. Es por ello que no se deben olvidar del término «siervos inútiles» expresado en el Evangelio; “una expresión – dice el Papa – que también puede significar «siervos sin beneficio»”, es decir, “que no nos esforzamos para conseguir algo útil para nosotros, sino que gratuitamente damos porque lo hemos recibido gratis”.

No a la pastoral de mantenimiento

Por otro lado, el Pontífice les ha expresado que para ser fieles a su misión, deben recordar las palabras de San Pablo cuando habla de “reavivar el Don”. Para el Papa Francisco, “reavivar” es “dar vida al fuego”, y esto significa que “el Don que han recibido es un fuego que no se alimenta por sí solo”, muere si no se mantiene vivo y si los obispos limitan sus días a una pastoral de “mantenimiento” para los que ya conocen el Evangelio de Cristo, “el don desaparece, sofocado por las cenizas de los temores y por la preocupación de defender el status quo”.

Ofrecer en vez de imponer

Hablando de este “fuego que reaviva el Don”, Francisco asegura que es “el Espíritu Santo” y no es un espíritu “cobarde”, sino “de prudencia”. En este sentido, el Papa ha aclarado que la palabra prudencia no se debe confundir con la timidez o el temor, si no que “es la virtud del pastor, que, para servir con sabiduría, sabe discernir, sensible a la novedad del Espíritu”. Además, este “fuego de Dios” no es un fuego “que se extiende y devora”, pues “cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto – dice el Papa – no es el fuego de Dios, sino del mundo”. Y es aquí cuando el Papa ha condenado todas las veces que este Don de Dios “no ha sido ofrecido sino impuesto”, y todas esas veces que “ha habido colonización en vez de evangelización”.

El Evangelio debe ser vivido y sufrido hasta el martirio

“No te avergüences del testimonio” recuerda el Papa que dijo San Pablo e invita a los Obispos a testimoniar pero también a “sufrir y vivir por el Evangelio”: “Anunciar el Evangelio es vivir el ofrecimiento, es testimoniar hasta el final, es hacerse todo para todos, es amar hasta el martirio”.  En este sentido, el Papa se ha parado un momento para agradecer a Dios por todos los “cardenales mártires” que han probado, en la vida, la cruz del martirio.

Al final de su Homilía, Francisco ha pedido a los Obispos que comiencen “mirando a Jesús Crucificado” porque desde allí “ha brotado el don que nos ha generado; desde allí ha sido infundido el Espíritu Santo que renueva”. “Muchos hermanos y hermanas en Amazonia llevan cruces pesadas y esperan la consolación liberadora del Evangelio y la caricia de amor de la Iglesia y es por ellos y con ellos que debemos caminar juntos” ha puntualizado. Antes de concluir, el Papa ha querido recordar al cardenal Hummes, quien siempre acude a los cementerios de la región para buscar la tumba de los misioneros, agradeciéndole este gesto. “Este Sínodo también es para ellos, para aquellos que están dando sus vidas ahora, para aquellos que han dedicado la propia vida” ha concluido.


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El Papa a los jóvenes. Comentario a su exhortación postsinodal.

Papa. Carta Cristo Vive a jóvenes: corran más rápido que los lentos y temerosos

En la Exhortación Apostólica Christus Vivit, Cristo vive, el Papa Francisco se dirige a toda la Iglesia, pero en especial a los jóvenes del mundo. Se trata de una reflexión que busca estimular a todos y ofrece planteamientos generales para el discernimiento eclesial en esta materia. Fue firmada el pasado 25 de marzo en Loreto, Italia

Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano

Francisco comienza la Exhortación con esta frase: “Cristo vive. Él es nuestra esperanza y la juventud más hermosa de este mundo. Todo lo que toca se hace joven, se hace nuevo, se llena de vida … ¡Él vive y te quiere vivo!”.

Estructura: nueve capítulos

El Papa hace un breve recuento del camino seguido para llegar a este documento: “Me he dejado inspirar por la riqueza de las reflexiones y diálogos del Sínodo del año pasado. Y añade: “De ese modo, mi palabra estará cargada de miles de voces de creyentes de todo el mundo que hicieron llegar sus opiniones al Sínodo. Aun los jóvenes no creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han propuesto cuestiones que me plantearon nuevas preguntas”.

Capítulo 1

La Exhortación Apostólica Cristo Vive está compuesta de nueve capítulos. En el primero retoma las Sagradas Escrituras y responde a la pregunta ¿Qué dice la palabra de Dios sobre los jóvenes?  Su respuesta recorre el Antiguo Testamento y recuerda figuras como Gedeón, Samuel, el Rey David, Jeremías, Rut. Sin embargo, cita el Nuevo Testamento para plantear: “El que es mayor entre vosotros, se hace como el más joven” (Lc 22,26). Para él, la edad no establecía privilegios, y que alguien fuera más joven no significaba que valiera menos”.

Capítulo 2

El capítulo segundo está dedicado a ver la figura de “Jesucristo siempre joven”. Inspirado en el pasaje de la visita de Jesús y sus padres al templo de Jerusalén, Francisco recuerda que Jesús no es un solitario. Por ello, “gracias a la confianza de sus padres… se mueve libremente y aprende a caminar con todos los demás”. De este hecho el Papa infiere que:

«Jesús tenía una confianza incondicional en el Padre, cuidó la amistad con sus discípulos, e incluso en los momentos críticos permaneció fiel a ellos. Manifestó una profunda compasión por los más débiles, especialmente los pobres, los enfermos, los pecadores y los excluidos. Tuvo la valentía de enfrentarse a las autoridades religiosas y políticas de su tiempo; vivió la experiencia de sentirse incomprendido y descartado; sintió miedo del sufrimiento y conoció la fragilidad de la pasión”.

El Papa llama la atención en este capítulo a la Iglesia, por el peligro de perder el entusiasmo y compromiso: “Nos hace falta crear más espacios donde resuene la voz de los jóvenes”. Ellos ayudarán a mantenerla joven. “A través de la santidad de los jóvenes la Iglesia puede renovar su ardor espiritual y su vigor apostólico”. Finalmente, recuerda el Papa a figuras como María, san Sebastián, San Francisco y otros muchos, jóvenes que apostaron y creyeron en el proyecto de Jesús.

Capítulo 3

El capítulo tres, el Papa lo titula: “Ustedes son el ahora de Dios” y comienza valorando el aporte de los jóvenes a sus iglesias locales: “cuando la Iglesia abandona esquemas rígidos y se abre a la escucha disponible y atenta de los jóvenes, esta empatía la enriquece, porque permite que los jóvenes den su aportación a la comunidad, ayudándola a abrirse a nuevas sensibilidades y a plantearse preguntas inéditas”.

El Papa invita a tomar conciencia que no se puede hablar de una sola juventud. Esta es una realidad variada, multicultural y no se expresa de la misma manera donde los jóvenes son mayoría que donde los jóvenes son minoría. Tampoco es igual donde los jóvenes están más cerca de las oportunidades que ofrece la globalización, que aquellos que viven en los márgenes y amarguras de las sociedades. Aquellos que tienen familias y viven con ellas y de aquellos que, por migraciones y guerras, se encuentran solos.

En este capítulo, el Papa expresa sobre el tema de los abusos: “quiero expresar con cariño y reconocimiento mi gratitud hacia quienes han tenido la valentía de denunciar el mal sufrido: ayudan a la Iglesia a tomar conciencia de lo sucedido y de la necesidad de reaccionar con decisión”.

El Papa les anima, recordando que “Cuando se entusiasman por una vida comunitaria, son capaces de grandes sacrificios por los demás y por la comunidad. En cambio, el aislamiento los debilita y los expone a los peores males de nuestro tiempo”.

Capítulo 4

En el capítulo cuarto, el Papa expone “tres grandes verdades que todos necesitamos escuchar siempre, una y otra vez”: La primera es: “Dios te ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado”. La segunda verdad es que “Cristo, por amor, se entregó hasta el final para salvarte”. Nunca olvides que «Él perdona setenta veces siete”. La tercera verdad consiste en que  “Mataron al santo, al justo, al inocente, pero Él venció. El mal no tiene la última palabra. En tu vida el mal tampoco tendrá la última palabra, porque tu Amigo que te ama quiere triunfar en ti. Tu salvador vive”.  “El Espíritu Santo te hace entrar cada vez más en el corazón de Cristo para que te llenes siempre más de su amor, de su luz y de su fuerza”.

Capítulo 5

Caminos de Juventud se titula el capítulo quinto. En él responde a la pregunta: ¿Cómo se vive la juventud cuando nos dejamos iluminar y transformar por el gran anuncio del Evangelio? Para el Papa la juventud es un tiempo bendito para el joven y una bendición para la Iglesia y el mundo. Es una alegría, un canto de esperanza y una bienaventuranza. Apreciar la juventud implica ver este tiempo de la vida como un momento valioso y no como una etapa de paso donde la gente joven se siente empujada hacia la edad adulta. Por esta razón les invita: “Remen mar adentro, salgan de ustedes mismos”.

Jesús puede unir a todos los jóvenes de la Iglesia en un único sueño, «un sueño grande y un sueño capaz de cobijar a todos. Ese es el sueño por el que Jesús dio la vida en la cruz y que el Espíritu Santo desparramó y marcó con fuego el día de Pentecostés en el corazón de cada hombre y cada mujer” para que seamos hermanos, comprometidos contra la violencia y defensores de la vida.

Capítulo 6

Jóvenes con raíces, titula el Papa el capítulo sexto. Para él esta es una cuestión fundamental. Tener raíces es estar conectado a una historia, a una familia, a una cultura, a unos amigos, a unos viejos a los que hay que escuchar, aunque no siempre seguir. No se trata de caer en la adoración de la juventud, pues corremos el peligro de llevar una vida superficial, afirma el Papa y prosigue:

“Queridos jóvenes, no acepten que usen su juventud para fomentar una vida superficial, que confunde la belleza con la apariencia. Mejor sepan descubrir que hay hermosura en el trabajador que vuelve a su casa sucio y desarreglado, pero con la alegría de haber ganado el pan de sus hijos. Hay una belleza extraordinaria en la comunión de la familia junto a la mesa y en el pan compartido con generosidad, aunque la mesa sea muy pobre. Hay hermosura en la esposa despeinada y casi anciana, que permanece cuidando a su esposo enfermo más allá de sus fuerzas y de su propia salud”.

Capítulo 7

El séptimo capítulo está dedicado a la pastoral de los jóvenes. El Papa afirma: “se está creciendo en dos aspectos: la conciencia de que es toda la comunidad la que los evangeliza y la urgencia de que ellos tengan un protagonismo mayor en las propuestas pastorales”.

El Papa anima a encontrar nuevos caminos, creativos y audaces, donde la Iglesia institucional, sea más flexible y sinodal,  y “les ofrezcan, a los jóvenes, un lugar donde no sólo reciban una formación, sino que también les permitan compartir la vida, celebrar, cantar, escuchar testimonios reales y experimentar el encuentro comunitario con el Dios vivo”.

Capítulo 8

El octavo capítulo está dedicado a la vocación. Para el Papa: “Lo fundamental es discernir y descubrir que lo que quiere Jesús de cada joven es ante todo su amistad”. En esa amistad, afirma, “Somos llamados por el Señor a participar en su obra creadora, prestando nuestro aporte al bien común a partir de las capacidades que recibimos”.

La vocación, por tanto, “es un camino que orientará muchos esfuerzos y muchas acciones en una dirección de servicio. Por eso, en el discernimiento de una vocación es importante ver si uno reconoce en sí mismo las capacidades necesarias para ese servicio específico a la sociedad”.

Capítulo 9

El capítulo noveno está dedicado al tema del discernimiento. El Papa parte del hecho que “sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento”. Por eso, considera: “Formar la conciencia es camino de toda una vida, en el que se aprende a nutrir los sentimientos propios de Jesucristo, asumiendo los criterios de sus decisiones y las intenciones de su manera de obrar” (cf. Flp 2,5).

El Papa recuerda que “El regalo de la vocación será sin duda un regalo exigente” Por eso, “Cuando el Señor suscita una vocación no sólo piensa en lo que eres sino en todo lo que junto a Él y a los demás podrás llegar a ser”. En este camino, el Papa presenta una metodología para el discernimiento de la vocación: atención a la persona. Esta acción es ayuda para el discernimiento personal y, sensibilidad a escuchar los impulsos que el otro experimenta y ayudar a que el otro escuche estos impulsos. Así, el discernimiento es un instrumento para seguir al Señor.

El Papa termina con un deseo: “Queridos jóvenes, seré feliz viéndolos correr más rápido que los lentos y temerosos. Corran, «atraídos por ese Rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu Santo los empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su fe. ¡Nos hacen falta! Y cuando lleguen donde nosotros todavía no hemos llegado, tengan paciencia para esperarnos».


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Síntesis de la exhortación del Papa sobre el sínodo de la juventud.

Presentada la Exhortación Apostólica «Cristo Vive» dedicada a los jóvenes

Publicamos una síntesis con el enlace al texto completo de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, fruto del Sínodo de los Jóvenes celebrado en Roma, en octubre de 2018.

Ciudad del Vaticano

«Cristo vive. Él es nuestra esperanza y la juventud más hermosa de este mundo. Todo lo que toca se hace joven, se hace nuevo, se llena de vida. Por lo tanto, las primeras palabras que quiero dirigir a cada joven cristiano son: ¡Él vive y te quiere vivo!».

Así comienza la Exhortación Apostólica Postsinodal «Christus vivit» del Papa Francisco, firmada el lunes 25 de marzo en la Santa Casa de Loreto y dirigida «a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios». En el documento, (texto original) compuesto por nueve capítulos divididos en 299 párrafos, el Santo Padre explica que se dejó «inspirar por la riqueza de las reflexiones y diálogos del Sínodo» de los jóvenes, celebrado en el Vaticano en octubre de 2018.

Capítulo I: ¿Qué dice la Palabra de Dios sobre los jóvenes?

Francisco recuerda que “en una época en que los jóvenes contaban poco, algunos textos muestran que Dios mira con otros ojos” y presenta brevemente figuras de jóvenes del Antiguo Testamento: José, Gedeón, Samuel, el rey David, Salomón y Jeremías, la joven sierva hebrea de Naamán y la joven Rut. Luego pasamos al Nuevo Testamento.

El Papa explica además que “Jesús, el eternamente joven, quiere darnos un corazón siempre joven” y añade: “Notamos que a Jesús no le gustaba que los adultos miraran con desprecio a los más jóvenes o los mantuvieran a su servicio de manera despótica. Al contrario, preguntaba: “El que es mayor entre vosotros, se hace como el más joven” (Lc 22,26). Para él, la edad no establecía privilegios, y que alguien fuera más joven no significaba que valiera menos. En este contexto, Francisco afirma: “No hay que arrepentirse de gastar la propia juventud en ser buenos, en abrir el corazón al Señor, en vivir de otra manera”.

Capítulo II: Jesucristo siempre joven

Asimismo, el Sucesor de Pedro aborda el tema de los años de juventud de Jesús y recuerda la historia evangélica que describe al Nazareno “en su adolescencia, cuando regresó con sus padres a Nazaret, después de que lo perdieron y lo encontraron en el Templo”. No debemos pensar, escribe Francisco, que “Jesús era un adolescente solitario o un joven que pensaba en sí mismo. Su relación con la gente era la de un joven que compartía la vida de una familia bien integrada en el pueblo”, “nadie lo consideraba extraño o separado de los demás”.

 

El Papa señala que el adolescente Jesús, “gracias a la confianza de sus padres… se mueve libremente y aprende a caminar con todos los demás”. Estos aspectos de la vida de Jesús, no deben ser ignorados en la pastoral juvenil, “para no crear proyectos que aíslen a los jóvenes de la familia y del mundo, o que los conviertan en una minoría seleccionada y preservada de todo contagio”. En cambio, se necesitan “proyectos que los fortalezcan, los acompañen y los proyecten hacia el encuentro con los demás, el servicio generoso y la misión”.

«Jesús no les ilumina a ustedes jóvenes, desde lejos o desde fuera, sino desde su propia juventud, que comparte con ustedes y en él se reconocen muchos rasgos típicos de los corazones jóvenes», argumenta el Pontífice: «cerca de Él podemos beber de la verdadera fuente, que mantiene vivos nuestros sueños, nuestros planes, nuestros grandes ideales, y que nos lanza al anuncio de una vida digna de ser vivida”.

El Santo Padre vuelve entonces a una de sus enseñanzas más queridas y explica que la figura de Jesús debe ser presentada de una manera atractiva y eficaz: “Por eso, la Iglesia no debe estar demasiado concentrada en sí misma, sino que debe reflejar sobre todo a Jesucristo. Esto significa que debe reconocer humildemente que algunas cosas concretas deben cambiar”.

Capítulo III: Sois el ahora de Dios

No podemos limitarnos a decir, -continúa explicando Francisco-, que los jóvenes son el futuro del mundo: «son el presente, lo enriquecen con su aportación”. Por eso es necesario escucharlos, aunque “a veces prevalece la tendencia a dar respuestas preenvasadas y recetas preparadas, sin dejar que las preguntas de los jóvenes surjan en su novedad y capten su provocación”.

“Hoy los adultos corremos el riesgo de hacer una lista de desastres, de defectos en la juventud de nuestro tiempo… ¿Cuál sería el resultado de esta actitud? Una distancia cada vez mayor. Quien está llamado a ser padre, pastor y guía juvenil debe tener la capacidad de identificar caminos donde otros sólo ven muros, es saber reconocer posibilidades donde otros sólo ven peligros. Esta es la mirada de Dios Padre, capaz de valorar y alimentar las semillas del bien sembradas en los corazones de los jóvenes. Por lo tanto, el corazón de cada joven debe ser considerado tierra sagrada”, asevera el Papa invitando también a no generalizar, porque “hay una pluralidad de mundos juveniles”.

Refiriéndose a “los deseos, las heridas y los descubrimientos”, Francisco habla de la sexualidad:

“En un mundo que sólo hace hincapié en la sexualidad, es difícil mantener una buena relación con el propio cuerpo y vivir en paz las relaciones afectivas. También por esta razón la moralidad sexual es a menudo la causa de incomprensión y alejamiento de la Iglesia percibida como un espacio para el juicio y la condena, a pesar de que hay jóvenes que quieren discutir estos temas». Ante el desarrollo de la ciencia, de las tecnologías biomédicas y de las neurociencias, el Papa recuerda que pueden hacernos olvidar que la vida es un don, «que somos seres creados y limitados, que podemos ser fácilmente explotados por los que tienen el poder tecnológico”.

La exhortación se centra entonces en el tema del “entorno digital”, que ha creado “una nueva forma de comunicación” y que “puede facilitar la circulación de información independiente”. En muchos países, la web y las redes sociales son ya un lugar indispensable para llegar e implicar a los jóvenes. Pero es también un territorio de soledad, manipulación, explotación y violencia, hasta el caso extremo de la red oscura. Los medios digitales pueden exponerlos al riesgo de adicción, aislamiento y pérdida progresiva de contacto con la realidad concreta.

El Obispo de Roma presenta a continuación “los migrantes como paradigma de nuestro tiempo”, y recuerda a los muchos jóvenes que participan en la migración. “La preocupación de la Iglesia concierne en particular a quienes huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución política o religiosa, de las catástrofes naturales debidas también al cambio climático y a la extrema pobreza: los jóvenes están en busca de una oportunidad, sueño de un futuro mejor».

Por otra parte, el Papa habla de los abusos contra los niños e hizo suyo el compromiso del Sínodo de adoptar medidas rigurosas de prevención y expresó su gratitud “a quienes tienen el valor de denunciar el mal que han sufrido”. El Pontífice recuerda que, “gracias a Dios,” los sacerdotes que han sido culpables de estos horribles crímenes no son la mayoría, sino que ésta, está formada por aquellos que ejercen un ministerio fiel y generoso”.

Sin embargo, el abuso no es el único pecado en la Iglesia. “Nuestros pecados están ante los ojos de todos, se reflejan sin piedad en las arrugas del rostro milenario de nuestra Madre”, pero la Iglesia no recurre a ninguna cirugía estética, “no tiene miedo de mostrar los pecados de sus miembros”. “Recordemos, sin embargo, no abandonar a la Madre cuando está herida”. Este momento oscuro, con la ayuda de los jóvenes, “puede ser realmente una oportunidad para una reforma de importancia de época, para abrirse a un nuevo Pentecostés”.

Capítulo IV: El gran anuncio para todos los jóvenes

En este punto, el Papa anuncia a todos los jóvenes tres grandes verdades. La primera: “Dios que es amor” y por tanto “Dios te ama, no lo dudes nunca”.

La segunda verdad es que “Cristo te salva”. “Nunca olvides que Él perdona setenta veces siete. Vuelve a llevarnos sobre sus hombros una y otra vez”. Jesús nos ama y nos salva porque “sólo lo que amamos puede salvarse; sólo lo que abrazamos puede ser transformado».

La tercera verdad es que “Él vive“: «Debemos recordar esto porque corremos el riesgo de tomar a Jesucristo sólo como un buen ejemplo del pasado, como un recuerdo, como alguien que nos salvó hace dos mil años. Esto no nos haría ningún bien, nos dejaría como antes, no nos liberaría. Si Él vive, esto es una garantía de que el bien puede entrar en nuestras vidas. Entonces podemos dejar de quejarnos y mirar hacia adelante, porque con Él siempre podemos mirar hacia adelante”.

Capítulo V: Los caminos de la juventud

“El amor de Dios y nuestra relación con el Cristo vivo no nos impiden soñar, no nos piden que estrechemos nuestros horizontes. Al contrario, este amor nos estimula, nos estimula, nos proyecta hacia una vida mejor y más bella”, subraya el Papa en este capítulo.

Francisco invita a los jóvenes a no observar la vida desde el balcón, a no pasar la vida frente a una pantalla, a no ser reducidos a vehículos abandonados y a no mirar al mundo como turistas: “¡Deja que te escuchen! ¡Aleja los miedos que te paralizan! ¡vive!; -escribe el Santo Padre- alentándolos a “vivir el presente” disfrutando con gratitud de cada pequeño don de la vida sin “ser insaciables” y “obsesionados con los placeres sin límite”.

Y por ello, les propone que vayan más allá de los grupos de amigos y construyan la amistad social, buscando el bien común.

«La enemistad social destruye. Y una familia es destruida por la enemistad. Una aldea es destruida por la enemistad. El mundo es destruido por la enemistad. Y la mayor enemistad es la guerra. Hoy vemos que el mundo está siendo destruido por la guerra. Porque somos incapaces de sentarnos y hablar. Los jóvenes están llamados a ser misioneros valientes, testimoniando en todas partes el Evangelio con su propia vida, lo que no significa hablar de la verdad, sino vivirla”.

Capítulo VI: Jóvenes con raíces

Igualmente, Francisco reconoce que le duele “ver que algunos proponen a los jóvenes construir un futuro sin raíces, como si el mundo empezara ahora”. Si alguien “te hace una propuesta y te dice que ignores la historia, que no atesores la experiencia de los ancianos, que desprecies todo lo que ha pasado y que mires sólo hacia el futuro que te ofrece, ¿no es ésta una forma fácil de atraerte con su propuesta de hacerte hacer solo lo que él te dice? Esa persona necesita que estés vacío, desarraigado, desconfiado de todo, para que puedas confiar sólo en sus promesas y someterte a sus planes. Así funcionan las ideologías de colores diferentes, que destruyen (o de-construyen) todo lo que es diferente y de esta manera pueden dominar sin oposición”.

Los manipuladores utilizan también la adoración de la juventud: “El cuerpo joven se convierte en el símbolo de este nuevo culto, por lo que todo lo que tiene que ver con ese cuerpo es idolatrado y deseado sin límites, y lo que no es joven se mira con desprecio. Pero esta es un arma que acaba degradando en primer lugar a los jóvenes”.

“Hoy se promueve una espiritualidad sin Dios, una afectividad sin comunidad y sin compromiso con los que sufren, un miedo a los pobres vistos como seres peligrosos, y una serie de ofertas que pretenden hacerles creer en un futuro paradisíaco que siempre se postergará para más adelante”, escribe Francisco exhortando a los jóvenes a no dejarse dominar por esta ideología que conduce a “auténticas formas de colonización cultural” que erradica a los jóvenes de las afiliaciones culturales y religiosas de las que proceden y tiende a homogeneizarlos transformándolos en “sujetos manipulables en serie”.

Lo fundamental es “tu relación con los ancianos”, que ayuda a los jóvenes a descubrir la riqueza viva del pasado, en su memoria.

Hablando de sueños y visiones, Francisco observa: “Si jóvenes y viejos se abren al Espíritu Santo, juntos producen una maravillosa combinación. Los ancianos sueñan y los jóvenes tienen visiones”. Por lo tanto, es necesario “arriesgar juntos, caminar juntos jóvenes y viejos».

Capítulo VII: La pastoral juvenil

El Papa explica que la pastoral juvenil ha sido asaltada por los cambios sociales y culturales y que “los jóvenes, en sus estructuras habituales, a menudo no encuentran respuestas a sus preocupaciones, a sus necesidades, a sus problemas y a sus heridas”.

Por ello, la pastoral juvenil sólo puede ser sinodal, es decir, capaz de configurar un “camino común”, e implica dos grandes líneas de acción: la primera es la investigación y la segunda el crecimiento.

Para la primera, Francisco confía en la capacidad de los propios jóvenes para encontrar formas atractivas de invitar: “Sólo tenemos que estimular a los jóvenes y darles libertad de acción”. Más importante aún es que “cada joven encuentre el valor de sembrar el primer anuncio en esa tierra fértil que es el corazón de otro joven”.

En cuanto al crecimiento, advierte sobre proponer a los jóvenes afectados por una intensa experiencia de Dios “encuentros de “formación” en los que sólo se abordan cuestiones doctrinales y morales ”. El resultado es que muchos jóvenes se aburren, pierden el fuego del encuentro con Cristo
y la alegría de seguirlo”. Si todo proyecto de formación “debe incluir ciertamente una formación doctrinal y moral”, es igualmente importante “que se centre” en el kerigma, es decir, “la experiencia fundadora del encuentro con Dios a través de Cristo muerto y resucitado” y en el crecimiento “en el amor fraterno, en la vida comunitaria, en el servicio”.

La pastoral juvenil “debe ser siempre una pastoral misionera”. Y los jóvenes necesitan ser respetados en su libertad, “pero también necesitan ser acompañados” por adultos, empezando por la familia y luego por la comunidad.

Capítulo VIII: Vocación

“Lo fundamental es discernir y descubrir que lo que Jesús quiere de cada joven es sobre todo su amistad”. La vocación es una llamada al servicio misionero de los demás, “porque nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en ofrenda”, resalta la exhortación.

“Para realizar nuestra vocación es necesario desarrollarnos, hacer crecer y cultivar todo lo que somos. No se trata de inventarse, de crearse de la nada, sino de descubrirse a la luz de Dios y de hacer florecer el propio ser”.

Y “este ser para los demás en la vida» de cada joven está normalmente ligado a dos cuestiones fundamentales: la formación de una nueva familia y el trabajo.

En cuanto al amor y la familia, el Papa escribe que los jóvenes sienten fuertemente la llamada al amor y sueñan con encontrar a la persona adecuada con la que formar una familia, y el sacramento del matrimonio envuelve este amor con la gracia de Dios, enraizándolo en Dios mismo. «Dios nos creó sexualmente, él mismo creó la sexualidad, que es su don, y por lo tanto no hay tabúes. Es un don que el Señor da y tiene dos objetivos: amarse unos a otros y generar vida. Es una pasión. El verdadero amor es apasionado”.

Con respecto al trabajo, el Pontífice señala: “Invito a los jóvenes a no esperar vivir sin trabajo, dependiendo de la ayuda de los demás. Esto no es bueno, porque el trabajo es una necesidad, es parte del sentido de la vida en esta tierra, del camino hacia la madurez, el desarrollo humano y la realización personal. En este sentido, ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre un remedio temporal para las emergencias”.

Capítulo IX: El discernimiento

En este aspecto, el Sucesor de Pedro recuerda que “sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en títeres a merced de las tendencias del momento”.

Se requieren tres sensibilidades de quienes ayudan a los jóvenes en su discernimiento. La primera es la atención a la persona: se trata de escuchar al otro que se nos da a sí mismo con sus propias palabras.

La segunda consiste en discernir, es decir, se trata de captar el punto correcto en el que se discierne la gracia de la tentación. La tercera consiste en escuchar los impulsos que el otro experimenta.

Es la escucha profunda de “donde el otro realmente quiere ir”. Cuando uno escucha al otro de esta manera, “en algún momento debe desaparecer para dejar que siga el camino que ha descubierto. Desaparecer como el Señor desaparece de la vista de sus discípulos”. Debemos “despertar y acompañar los procesos, no imponer caminos”. Y estos son procesos de personas que siempre son únicas y libres.

La exhortación concluye con un profundo deseo del Papa Francisco: “Queridos jóvenes, me alegrará verles correr más rápido que los que son lentos y temerosos. Corran y sean atraídos por ese rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne de nuestro hermano que sufre… La Iglesia necesita de su impulso, de sus intuiciones, de su fe… Y cuando lleguen a donde todavía nosotros no hemos llegado, tengan la paciencia de esperarnos”.