Loiola XXI

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Encuentro del Papa con los obispos de Japón.

El Papa a los obispos de Japón: protejan toda vida y anuncien el Evangelio

En el marco de su encuentro con los obispos japoneses, el Santo Padre pidió a los pastores de la Iglesia nipona dos misiones urgentes: «proteger toda vida» y “anunciar el Evangelio”, que “no son dos cosas separadas ni contrapuestas, sino dos cosas que se reclaman y se necesitan”. También los exhortó a «estar atentos a las necesidades de las personas de sus comunidades» afectadas por el drama de los suicidios, el bullying y la autoexigencia extrema.

Sofía Lobos – Ciudad del Vaticano

El sábado 23 de noviembre, tras haber aterrizado en Tokio, el Papa Francisco tuvo el primer encuentro de su viaje apostólico en Japón con los obispos del país.

Tras expresar su alegría por “el don de esta visita” y agradecer de modo especial al Arzobispo Takami por sus palabras de bienvenida en nombre de toda la comunidad católica del país, el Santo Padre saludó a todos los presentes “extendiendo su abrazo y sus oraciones” a todos los japoneses en este período marcado por “la entronización del nuevo Emperador y el inicio de la era Reiwa”.

Simpatía y cariño del Papa por Japón desde su juventud

En su discurso el Pontífice compartió su particular “impulso misionero” que desde joven le despertó simpatía y cariño por estas tierras.

 

“Hoy, el Señor me regala la oportunidad de estar entre ustedes como peregrino misionero tras los pasos de grandes testigos de la fe”, dijo el Papa celebrando los 470 años de la llegada de san Francisco Javier al Japón, misionero jesuita discípulo de San Ignacio de Loyola que marcó el comienzo de la difusión del cristianismo en esta tierra.

Tierra de cristianos mártires y perseguidos

“En memoria suya me uno a todos para dar gracias al Señor por todos aquellos que, a lo largo de los siglos, se dedicaron a sembrar el Evangelio y a servir al pueblo japonés con gran unción y amor”, añadió destacando que esta entrega dio “un rostro muy particular a la Iglesia nipona”.

“Una entrega para mantener viva la fe”- aseveró Francisco- que para muchos supuso incluso dar la propia vida, como ocurrió con los mártires san Pablo Miki y sus compañeros, así como con el beato Justo Takayama Ukon, “que en medio de tantas pruebas dio testimonio hasta su muerte”.

«Cristianos ocultos» que mantuvieron la fe

Persecuciones que indudablemente ayudaron a la pequeña comunidad cristiana a crecer, consolidarse y dar fruto.

 

«Pensemos en los “cristianos ocultos”, de la región de Nagasaki, que mantuvieron la fe por generaciones a través del bautismo, la oración y la catequesis; auténticas Iglesias domésticas que resplandecían en esta tierra, quizás sin saberlo, como espejo de la familia de Nazaret», expresó el Papa.

En este sentido, el Sucesor de Pedro, aseguró a los obispos que «el ADN» de sus comunidades está marcado por “este testimonio, antídoto contra toda desesperanza, que nos señala el camino hacia donde poner la mirada”, ya que «son una Iglesia viva, que se ha mantenido pronunciando el Nombre del Señor y contemplando cómo Él los guiaba en medio de la persecución”.

Proteger toda vida

En alusión al tema de este viaje, que cobra un significado aún más profundo en un país donde está permitida la pena de muerte, el Santo Padre recordó que “Proteger toda vida”, significa, en primer lugar, “tener una mirada contemplativa capaz de amar la vida de todo el pueblo que nos fue confiado, para reconocer en él ante todo un don del Señor”.

Y junto al deber de «Proteger toda vida», Francisco destacó otra misión urgente, la de “anunciar el Evangelio”, que “no son dos cosas separadas ni contrapuestas-dijo- sino dos cosas que se reclaman y se necesitan”.

Iglesia pequeña pero comprometida con el Evangelio

Algo que no siempre es fácil ya que en Japón la Iglesia es pequeña y los católicos son una minoría. Sin embago, tal como puntualizó el Sucesor de Pedro, «esto no debe restarle valor a vuestro compromiso con una evangelización ya que en vuestra situación particular, la palabra más fuerte y clara que pueden brindar es la de un testimonio humilde, cotidiano y de diálogo con otras tradiciones religiosas”.

De esta manera, el Obispo de Roma alentó a los mitrados japoneses a seguir adelante en sus esfuerzos “para garantizar que la comunidad católica en Japón ofrezca un testimonio claro del Evangelio en medio de toda la sociedad”.

Suicidios, bullying y alienación espiritual

Y sin olvidar los flagelos que atentan contra la vida de algunas personas de las comunidades de Japón, “como el aumento del número de suicidios, el fenómeno del bullying y las distintas formas de autoexigencia que crean alienación espiritual”, el Papa exhortó a los pastores de la Iglesia «a prestar atención a las personas y a sus necesidades», especialmente a los jóvenes, buscando priorizar espacios «donde la cultura de la eficacia, el rendimiento y el éxito se vea visitada por la cultura de un amor gratuito y desinteresado capaz de brindar a todos, y no sólo a los que “llegaron”, posibilidades de una vida feliz y lograda».

Involucrar a las familias en la misión

Siendo consciente de que “la mies es mucha y los obreros pocos”, el Papa alentó finalmente a los obispos «a buscar, desarrollar y fomentar una misión capaz de involucrar a las familias» y a promover una formación que logre alcanzar a las personas «allí donde estas se encuentren, asumiendo siempre la realidad que los rodea».

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Encuentro del Santo Padre con los obispos de Japón

23 noviembre 2019, 11:30


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El Papa a un grupo de nuevos obispos

El Papa a los nuevos Obispos: “Sean ministros de misericordia, con santidad, verdad y amor”

 

 

 

 

 

(RV).- “No tengan miedo de proponer la Misericordia como síntesis de cuanto Dios ofrece al mundo, porque a nada más grande puede aspirar el corazón del hombre”, aliento del Papa Francisco a los participantes en el Curso de formación para nuevos Obispos, organizado por la Congregación para los Obispos en colaboración con la Congregación para las Iglesias Orientales, a quienes recibió en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano.

En su discurso, dirigido a los prelados “pescados” por el corazón de Dios para guiar al pueblo santo, el Obispo de Roma reflexionó sobre algunos aspectos y características del pastor según el corazón de Jesucristo, Sumo Sacerdote. “Dios los precede en su amoroso conocimiento, dijo el Papa, Él los ha pescado con el anzuelo de su sorprendente misericordia. Sus redes se han ido misteriosamente restringiendo y no han podido resistir hasta dejarse capturar. Se bien que aún ahora una emoción los invade al recordar la llamada que llegó por medio de la voz de la Iglesia, su Esposa”. Recordando la emoción de algunas figuras bíblicas como Moisés, Natanael y los apóstoles, personajes que vivieron la misma emoción de la llamada del Señor, el Pontífice los invitó a seguir descubriendo el misterio de Dios. “No se avergüencen de las veces en las cuales también ustedes han se han sentido alejados del pensamiento de Dios – les dijo el Papa – al contrario, abandonen la pretensión de la autosuficiencia para confiar como los niños en Aquel que a los pequeños ha revelado su Reino”.

Los Obispos, dijo el Papa tienen la misión de ofrecer pastoralmente la misericordia. Es una misión no tan fácil señaló el Papa, es importante hacerla accesible, tangible y presente en las iglesias particulares a ustedes confiada, de tal modo que sean casas donde esté presente la santidad, la verdad y el amor. “El mundo está cansado de seductores mentirosos. Y me permito decir: de sacerdotes a la moda o de Obispos a la moda. La gente se da cuenta – el pueblo de Dios tiene la percepción de Dios – la gente se da cuenta y se aleja cuando reconoce a los narcisistas, los manipuladores, los defensores de sus propias causas, los promotores de banales cruzadas”.

De otra parte, los hombres tienen necesidad de la misericordia afirmó el Obispo de Roma, consientes de estar heridos y medio muertos, extienden la mano para mendigarla. Por ello, se necesitan personas que sepan hacer emerger de los áridos corazones hodiernos, la voluntad de escuchar al Señor, favoreciendo el silencio que hace que esto sea posible. “Dios no se rinde jamás. Somos nosotros que nos hemos acostumbrado a rendirnos, muchas veces nos acomodamos y preferimos dejarnos convencer que verdaderamente han podido eliminarlo e inventamos discursos amargos para justificar la ociosidad que nos encierra en el sonido inmóvil de los vanos lamentos. Las quejas de un Obispo son feas”.

Por otro lado, el Pontífice invitó a los pastores a promover la formación de los seminaristas, hasta el punto de que puedan adquirir la libertad de vivir con serenidad y tranquilidad su relación con Dios, acompañándolos con paciencia y dedicación. “Les pido actuar con prudencia y responsabilidad en el acoger a los candidatos o incardinar a los sacerdotes en sus iglesias particulares. Por favor, prudencia y responsabilidad en esto. Recuerden que desde el inicio se ha querido una estrecha relación entre la Iglesia local y sus sacerdotes y no se ha jamás aceptado un clero errante o en tránsito de un lugar a otro. Y ésta es la enfermedad de nuestro tiempo”.

Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco invitó a los nuevos Obispos a acompañar a las familias, animándolas y acogiendo sobre todo a aquellas más heridas, guiándolas en el discernimiento y en la empatía. “No pasen sin ver sus fragilidades. Deténganse para dejar que su corazón de pastores sea atravesado de la visión de sus heridas; acérquense con delicadeza y sin miedo. Pongan ante sus ojos la alegría del amor auténtico y de la gracia con la cual Dios lo eleva a la participación del propio amor”.


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Procedimiento en la elección de nuevos obispos.

Hay que reformar el cuestionario sobre los nombramientos de los obispos

El «C9» de los cardenales discutió sobre cómo modificar el formulario utilizado para estudiar las candidaturas al episcopado
Uno de los puntos en el orden del día que discutieron los cardenales del «C9», el consejo de purpurados que colaboran con el Papa en la reforma de la Curia romana y en el gobierno de la Iglesia universal, fue el del proceso para nombrar a los obispos. El procedimiento, que permite un espacio de discrecionalidad (el juicio en conjunto depende, de hecho, de cuántas y cuáles personas serán interrogadas), por lo que parece no será reformado. Pero lo que cambiará será el formulario utilizado.

Existe, efectivamente, un cuestionario utilizado por las nunciaturas para informarse interrogando a eclesiásticos y laicos sobre la idoneidad del candidato. El «C9» propuso su reforma, según un enfoque «más pastoral», más «bíblicamente inspirado» y más «espiritualmente planteado». Será, según estas indicaciones, menos burocrático y jurídico.

Estos cambios no deben ser interpretados como una reforma del «identikit» del candidato al episcopado. Ya hay documentos del reciente magisterio que describen abundantemente las características necesarias para los que guían una diócesis. En cambio, se refieren sobre todo a la persona interrogada, eclesiástica o laica, que deberá ser más consciente cada vez de que está ofreciendo indicaciones reservadas a la Santa Sede y que deberá responder poniéndose en la perspectiva de quienes colaboran en la elección de un pastor.

El proceso para nombrar a los obispos ha tenido muchas reformas a lo largo de la historia de la Iglesia y ha estado sometido a influencias de las autoridades civiles. Han existido y siguen existiendo problemas relacionados con grupos, pues son siempre posibles, según las épocas; diferentes, énfasis para hacer surgir en los curricula los elementos en mayor sintonía con el Pontificado en curso.

Si se examinan los nombramientos episcopales que se han verificado después de la elección de Francisco, se ve que hay una preferencia mayor por los candidatos que hayan vivido la experiencia del párroco. Las palabras del Papa han descrito en varias ocasiones el perfil del obispo en medio de su pueblo, para confirmarlo en la fe y que camina a su lado. Obispos expertos en humanidad, gracias al conocimiento de las situaciones concretas existenciales en las que vive en la actualidad la gente. En mayo de 2015, hablando con la asamblea de la Conferencia Episcopal de Italia, el Papa explicó que no sirven «obispos piloto», sino «obispos pastores», capaces de dar valor «a los laicos dispuestos a asumir las responsabilidades que les competen».

Obispos, dijo en febrero de 2014, que no sean «apólogos de las propias causas» ni «cruzados de las propias batallas», que no sean elegidos según «eventuales equipos, consorterías o hegemonías». Obispos que se queden en su diócesis y no vayan por el mundo para asistir a «encuentros y congresos». Obispos seleccionados en el Vaticano, es decir porque han sido elegidos por «el Espíritu Santo», exigidos por «el pueblo santo de Dios», testimonios de la Resurrección, anunciadores de la salvación, capaces de actuar no «para sí» sino «para la Iglesia, para el rebaño, para los demás, sobre todo para aquellos quienes según el mundo deben ser descartados».

En aquella ocasión, Francisco añadió que los obispos deben ser «hombres pacientes, porque saben que la cizaña nunca será suficiente para llenar el campo». «Dicen —dijo Bergoglio— que el cardenal Siri solía repetir: “Cino son las virtudes de un obispo: primera, la paciencia; segunda, la paciencia; tercera, la paciencia; cuarta, la paciencia; y la última, la paciencia con los que nos invitan a tener paciencia».

La reelaboración del cuestionario después será evaluada por tres congregaciones vaticanas directamente implicadas en los nombramientos episcopales: la Congregación para los Obispos, la de las Iglesias Orientales y Propaganda Fide. Se relaciona también con este tema el de los nuncios apostólicos, que también fue afrontado en la sesión del «C9» que concluyó hoy. En los próximos días se llevará a cabo en Roma su Jubileo y el Papa pronunciará un discurso para ellos.


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Recomendaciones del Papa a los nuevos obispos

aica.org  |  Nacional  |  Francisco

Francisco: «Eviten ser obispos de aeropuerto»

Jueves 19 Sep 2013 | 10:56 am

Ciudad del Vaticano (AICA): El Santo Padre mantuvo un encuentro con los obispos nombrados durante los últimos dos años que participan del curso formativo que la Santa Sede dispone para prepararlos en su nuevo ministerio. Durante la charla, les recordó que en su ministerio episcopal están llamados a ser pastores y servir al rebaño que se les confió, a semejanza de Cristo, el Buen Pastor. Por ello, les pidió: ¨Por favor, estén en medio del pueblo… eviten el escándalo de ser obispos de aeropuerto¨.

 
El obispo de Roma recibió en el mediodía del miércoles 18 a los obispos nombrados durante los últimos dos años que se encuentran en la Ciudad Eterna para participar de la peregrinación a la tumba de San Pedro y el curso formativo que dicta la Congregación para los Obispos y la Congregación para las Iglesias Orientales. En diálogo con los noveles prelados, les solicitó: «Eviten el escándalo de ser obispos de aeropuerto». 

Con sus palabras, pronunciadas en la Sala Clementina, el sucesor de san Pedro les recordó que en su ministerio episcopal están llamados a ser pastores y servir al rebaño que se les confió, a semejanza de Cristo, el Buen Pastor. Por ello, les pidió: «Por favor, estén en medio del pueblo… eviten el escándalo de ser obispos de aeropuerto». 

La metáfora del Santo Padre surgió de «tres breves pensamientos», como explicó. En primer lugar, les habló de recibir con generosidad a todos los que les fueron confiados. «Que su corazón -les dijo- sea grande para saber recibir a todos los hombres y mujeres que encuentren durante sus días y que irán a buscar cuando comiencen el camino en las parroquias y en cada comunidad». 

En segundo lugar, Francisco reflexionó sobre el caminar junto al rebaño: «Caminen con los propios fieles y con todos los que se dirigirán a ustedes, compartiendo alegrías y esperanzas, dificultades y sufrimientos, como hermanos y amigos, pero aún más como padres, que son capaces de escuchar, comprender, ayudar y orientar». También les pidió que no olviden el afecto hacia sus sacerdotes, que son los colaboradores más cercanos al obispo. 

El Papa les requirió que se mezclen con los fieles para tener «olor a rebaño». Y definió que el servicio que comienzan debe ser humilde, austero y esencial. «No seamos hombres con psicología de príncipes», les dijo. 

“Hay hombres ambiciosos que son esposos de esta Iglesia, pero están a la espera de otra mejor o más rica. ¡Esto es un escándalo!», señaló. «Si llega un penitente y te dice: ‘yo estoy casado, vivo con mi mujer, pero miro continuamente a otra mujer que es más guapa que la mía… ¿esto es pecado, padre?’. El evangelio dice: es pecado de adulterio. ¿Existe el adulterio espiritual?. No lo sé, piénsenlo ustedes. No estén a la espera de una mejor, más importante o más rica esposa. Tengan cuidado de no caer en el espíritu del carrerismo. ¡Esto es un cáncer!”, sentenció. 

Por último, el Papa insistió en la estabilidad que requiere la misión en las diócesis y les pidió desestimar cambios o promociones. Les dijo que, si se ausentan de sus comunidades, sea por poco tiempo y no por costumbre. 

«Sean esposos de sus comunidades, unidos profundamente a ellas. Les pido, por favor: estén en medio del pueblo… eviten el escándalo de ser ‘obispos de aeropuerto’… Sean pastores que reciben con afecto, misericordia, dulzura y firmeza paterna, con humildad y discreción, capaces de observar sus límites y de tener una dosis de humor». También les reiteró la necesidad de orar por la paz en Siria y les pidió que recen por él y su ministerio petrino. 


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Alemania: polémico dictamen de los obispos alemanes para casos de violación.

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Obispos de Alemania autorizan uso de píldora del día siguiente para casos de violación

 BERLÍN, 22 Feb. 13 / 06:39 pm (ACI/EWTN Noticias).- En una polémica declaración publicada en su sitio web, los obispos de la Conferencia Episcopal de Alemania autorizaron el uso de la «píldora del día siguiente» en los hospitales católicos para las mujeres víctimas de violación sexualalegando que existen «nuevos preparados» que no tendrían efecto abortivo.

La breve declaración titulada «Cuestiones teológico-morales en casos de violación (la píldora del día después)», cuya versión oficial en español puede leerse aquí, fue publicada al finalizar la asamblea plenaria que esta semana reunió a los obispos del país en la localidad de Trier.

El texto sostiene que «el Cardenal Karl Lehmann (Maguncia), en su calidad de presidente de la Comisión Doctrinal de la Conferencia Episcopal Alemana, ha presentado sobre la base de los últimos avances de la ciencia, una vez constatada la disponibilidad de nuevos preparados con principios activos alterados, la evaluación teológico-moral del empleo de la llamada ‘píldora del día después’». Sin embargo, el texto no identifica estos «nuevos preparados».

«La asamblea plenaria ha reiterado que las mujeres que hayan sufrido una violación reciben, por supuesto, asistencia humana, médica, psicológica y espiritual en los hospitales católicos. Esto puede incluir la administración de la ‘píldora del día después’ partiendo de la base de que sus principios sean no abortivos, sino anticonceptivos. Seguirá sin poderse aplicar métodos médicos o farmacéuticos que conlleven la muerte del embrión», agrega.

Los obispos informaron que durante la asamblea plenaria «el Cardenal Joachim Meisner (Colonia) explicó su declaración del pasado 31 de enero de 2013 – de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Academia Pontificia para la Vida – así como el trasfondo de la cuestión, que tiene como punto de partida el rechazo de asistencia a una víctima de violación por parte de dos hospitales de Colonia».

En efecto, a fines de enero la prensa dio cobertura a lo ocurrido con una mujer víctima de violación que no recibió asistencia oportuna en dos hospitales católicos. Sobre este tema, el 31 de enero, el Cardenal Meisner dijo a la prensa que «si un fármaco que evita la concepción es usado luego de una violación con el propósito de evitar la fertilización, entonces eso en mi opinión es justificable».

Los obispos alemanes aseguran ahora que «las instituciones de sello católico se atendrán a su aplicación práctica siguiendo este requisito teológico y moral. En cualquier caso, ha de respetarse la decisión de la mujer afectada».

Finalmente los prelados reconocen «la necesidad de, paralelamente a los primeros posicionamientos ante la ‘píldora del día después’, profundizar en otras cuestiones sobre el asunto –también en contacto con quien competa en Roma– y desarrollar las distinciones que sean necesarias. Los obispos mantendrán las correspondientes conversaciones con los responsables en los hospitales católicos y con ginecólogas/ginecólogos, así como con consejeras y consejeros».


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Los Obispos hoy, según Benedicto XVI

El Obispo tiene la misión de preceder e indicar el camino, el Papa en la Epifanía

2013-01-06 Radio Vaticana
(RV).- “La figura del Niño es una Epifanía de la bondad de Dios y de su amor por los hombres”, dijo el Papa en la homilía de la misa que celebró esta mañana en la Basílica Vaticana, en la que procedió a la ordenación episcopal de cuatro sacerdotes que, a partir de ahora, colaborarán en diferentes funciones con el ministerio del Papa al servicio de la unidad de la única Iglesia de Cristo en la pluralidad de las Iglesias particulares. 
Los nuevos prelados son Mons. Georg Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Vincenzo Zani, secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Fortunatus Nwachukwu, Nuncio Apostólico en Nicaragua y Mons. Nicolas Thevenin, Nuncio Apostólico en Guatemala.

Texto completo de la homilía del Santo Padre en la Solemnidad de la Epifanía
Queridos hermanos y hermanas
Para la Iglesia creyente y orante, los Magos de Oriente que, bajo la guía de la estrella, encontraron el camino hacia el pesebre de Belén, son el comienzo de una gran procesión que recorre la historia. Por eso, la liturgia lee el evangelio que habla del camino de los Magos junto con las espléndidas visiones proféticas de Isaías 60 y del Salmo 72, que ilustran con imágenes audaces la peregrinación de los pueblos hacia Jerusalén. Al igual que los pastores que, como primeros huéspedes del Niño recién nacido que yace en el pesebre, son la personificación de los pobres de Israel y, en general, de las almas humildes que viven interiormente muy cerca de Jesús, así también los hombres que vienen de Oriente personifican al mundo de los pueblos, la Iglesia de los gentiles -los hombres que a través de los siglos se dirigen al Niño de Belén, honran en él al Hijo de Dios y se postran ante él. La Iglesia llama a esta fiesta «Epifanía», la aparición del Divino. Si nos fijamos en el hecho de que, desde aquel comienzo, hombres de toda proveniencia, de todos los continentes, de todas las culturas y modos de pensar y de vivir, se han puesto y se ponen en camino hacia Cristo, podemos decir verdaderamente que esta peregrinación y este encuentro con Dios en la figura del Niño es una Epifanía de la bondad de Dios y de su amor por los hombres (cf. Tt 3,4).
Siguiendo una tradición iniciada por el beato Papa Juan Pablo II, celebramos también en el día de la fiesta de la Epifanía la ordenación episcopal de cuatro sacerdotes que, a partir de ahora, colaborarán en diferentes funciones con el ministerio del Papa al servicio de la unidad de la única Iglesia de Cristo en la pluralidad de las Iglesias particulares. El nexo entre esta ordenación episcopal y el tema de la peregrinación de los pueblos hacia Jesucristo es evidente. La misión del Obispo no es sólo la de caminar en esta peregrinación junto a los demás, sino la de preceder e indicar el camino. En esta liturgia, quisiera además reflexionar con vosotros sobre una cuestión más concreta. Basándonos en la historia narrada por Mateo podemos hacernos una cierta idea sobre qué clase de hombres eran aquellos que, a consecuencia del signo de la estrella, se pusieron en camino para encontrar aquel rey que iba a fundar, no sólo para Israel, sino para toda la humanidad, una nueva especie de realeza. Así pues, ¿qué clase de hombres eran? Y nos preguntamos también si, a partir de ellos, a pesar de la diferencia de los tiempos y los encargos, se puede entrever algo de lo que significa ser Obispo y de cómo ha de cumplir su misión.
Los hombres que entonces partieron hacia lo desconocido eran, en cualquier caso, hombres de corazón inquieto. Hombres movidos por la búsqueda inquieta de Dios y de la salvación del mundo. Hombres que esperaban, que no se conformaban con sus rentas seguras y quizás una alta posición social. Buscaban la realidad más grande. Tal vez eran hombres doctos que tenían un gran conocimiento de los astros y probablemente disponían también de una formación filosófica. Pero no solo querían saber muchas cosas. Querían saber sobretodo lo que es esencial. Querían saber cómo se puede llegar a ser persona humana. Y por esto querían saber si Dios existía, donde esta y cómo es. Si él se preocupa de nosotros y cómo podemos encontrarlo. No querían solamente saber. Querían reconocer la verdad sobre nosotros, y sobre Dios y el mundo. Su peregrinación exterior era expresión de su estar interiormente en camino, de la peregrinación interior de sus corazones. Eran hombres que buscaban a Dios y, en definitiva, estaban en camino hacia él. Eran buscadores de Dios.
Y con eso llegamos a la cuestión: ¿Cómo debe de ser un hombre al que se le imponen las manos por la ordenación episcopal en la Iglesia de Jesucristo? Podemos decir: debe ser sobre todo un hombre cuyo interés esté orientado Dios, porque sólo así se interesará también verdaderamente por los hombres. Podemos decirlo también al revés: un Obispo debe de ser un hombre al que le importan los hombres, que se siente tocado por las vicisitudes de los hombres. Debe de ser un hombre para los demás. Pero solo lo será verdaderamente si es un hombre conquistado por Dios. Si la inquietud por Dios se ha trasformado en él en una inquietud por su criatura, el hombre. Como los Magos de Oriente, un Obispo tampoco ha de ser uno que realiza su trabajo y no quiere nada más. No, ha de estar poseído de la inquietud de Dios por los hombres. Debe, por así decir, pensar y sentir junto con Dios. No es el hombre el único que tiene en sí la inquietud constitutiva por Dios, sino que esa inquietud es una participación en la inquietud de Dios por nosotros. Puesto que Dios está inquieto con relación a nosotros, él nos sigue hasta el pesebre, hasta la cruz. «Buscándome te sentaste cansado, me has redimido con el suplicio de la cruz: que tanto esfuerzo no sea en vano», así reza la Iglesia en el Dies irae. La inquietud del hombre hacia Dios y, a partir de ella, la inquietud de Dios hacia el hombre, no deben dejar tranquilo al Obispo. A esto nos referimos cuando decimos que el Obispo ha de ser sobre todo un hombre de fe. Porque la fe no es más que estar interiormente tocados por Dios, una condición que nos lleva por la vía de la vida. La fe nos introduce en un estado en el que la inquietud de Dios se apodera de nosotros y nos convierte en peregrinos que están interiormente en camino hacia el verdadero rey del mundo y su promesa de justicia, verdad y amor. En esta peregrinación, el Obispo debe de ir delante, debe ser el que indica a los hombres el camino hacia la fe, la esperanza y el amor.
La peregrinación interior de la fe hacia Dios se realiza sobre todo en la oración. San Agustín dijo una vez que la oración, en último término, no sería más que la actualización y la radicalización de nuestro deseo de Dios. En lugar de la palabra «deseo» podríamos poner también la palabra «inquietud» y decir que la oración quiere arrancarnos de nuestra falsa comodidad, del estar encerrados en las realidades materiales, visibles y transmitirnos la inquietud por Dios, haciéndonos precisamente así abiertos e inquietos unos hacia otros. El Obispo, como peregrino de Dios, ha de ser sobre todo un hombre que reza. Ha de vivir en un permanente contacto interior con Dios; su alma ha de estar completamente abierta a Dios. Ha de llevar a Dios sus dificultades y las de los demás, así como sus alegrías y las de los otros, y así, a su modo, establecer el contacto entre Dios y el mundo en la comunión con Cristo, para que la luz de Cristo resplandezca en el mundo.
Volvamos a los Magos de Oriente. Ellos eran también y sobre todo hombres que tenían valor, el valor y la humildad de la fe. Se necesitaba tener valentía para recibir el signo de la estrella como una orden de partir, para salir –hacia lo desconocido, lo incierto, por los caminos llenos de multitud peligros al acecho. Podemos imaginarnos las burlas que suscitó la decisión de estos hombres: la irrisión de los realistas que no podían sino burlarse de las fantasías de estos hombres. El que partía apoyándose en promesas tan inciertas, arriesgándolo todo, solo podía aparecer como alguien ridículo. Pero, para estos hombres tocados interiormente por Dios, el camino acorde con las indicaciones divinas era más importante que la opinión de la gente. La búsqueda de la verdad era para ellos más importante que las burlas del mundo, aparentemente inteligente.
¿Cómo no pensar, ante una situación semejante, en la misión de un Obispo en nuestro tiempo? La humildad de la fe, del creer junto con la fe de la Iglesia de todos los tiempos, se encontrará siempre en conflicto con la inteligencia dominante de los que se atienen a lo que en apariencia es seguro. Quien vive y anuncia la fe de la Iglesia, en muchos puntos no está de acuerdo con las opiniones dominantes precisamente también en nuestro tiempo. El agnosticismo ampliamente imperante hoy tiene sus dogmas y es extremadamente intolerante frente a todo lo que lo pone en tela de juicio y cuestiona sus criterios. Por eso, el valor de contradecir las orientaciones dominantes es hoy especialmente acuciante para un Obispo. Él ha de ser valeroso. Y ese valor o fortaleza no consiste en golpear con violencia, en la agresividad, sino en el dejarse golpear y enfrentarse a los criterios de las opiniones dominantes. A los que el Señor manda como corderos en medio de lobos se les requiere inevitablemente que tengan el valor de permanecer firme con la verdad. «Quien teme al Señor no tiene miedo de nada», dice el Eclesiástico (34,14). El temor de Dios libera del temor de los hombres. Hace libres.
En este contesto, recuerdo un episodio de los comienzos del cristianismo que san Lucas narra en los Hechos de los Apóstoles. Luego del discurso de Gamaliel, que desaconsejaba la violencia contra la comunidad naciente de los creyentes en Jesús, el Sanedrín llamó a los apóstoles y los mandó azotar. Después les prohibió predicar en nombre de Jesús y los pusieron en libertad. Lucas continúa: «Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús. Ningún día dejaban de enseñar… anunciando el Evangelio de Jesucristo» (Hch 5,40ss). También los sucesores de los Apóstoles se han de esperar ser constantemente golpeados, de manera moderna, si no cesan de anunciar de forma audible y comprensible el Evangelio de Jesucristo. Y entonces podrán estar alegres de haber sido juzgados dignos de sufrir ultrajes por él. Naturalmente, como los Apóstoles, queremos convencer a las personas y, en este sentido, alcanzar la aprobación. Lógicamente no provocamos, sino todo lo contrario, invitamos a todos a entrar en el gozo de la verdad que muestra el camino. La aprobación de las opiniones dominantes, no es el criterio al que nos sometemos. El criterio es él mismo: el Señor. Si defendemos su causa, conquistaremos siempre, gracias a Dios, personas para el camino del Evangelio. Pero seremos también inevitablemente golpeados por aquellos que, con su vida, están en contraste con el Evangelio, y entonces daremos gracias por ser juzgados dignos de participar en la Pasión de Cristo.
Los Magos siguieron la estrella, y así llegaron hasta Jesús, a la gran luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo (cf. Jn 1,9). Como peregrinos de la fe, los Magos mismos se han convertido en estrellas que brillan en el cielo de la historia y nos muestran el camino. Los santos son las verdaderas constelaciones de Dios, que iluminan las noches de este mundo y nos guían. San Pablo, en la carta a los Filipenses, dijo a sus fieles que deben brillar como lumbreras del mundo (cf. 2,15).
Queridos amigos, esto tiene que ver también con nosotros. Tiene que ver sobre todo con vosotros que, en este momento, seréis ordenados Obispos de la Iglesia de Jesucristo. Si vivís con Cristo, nuevamente vinculados a él por el sacramento, entonces también vosotros llegaréis a ser sabios. Entonces seréis astros que preceden a los hombres y les indican el camino recto de la vida. En este momento todos aquí oramos por vosotros, para que el Señor os colme con la luz de la fe y del amor. Para que aquella inquietud de Dios por el hombre os toque, para que todos experimenten su cercanía y reciban el don de su gloria. Oramos por vosotros, para que el Señor os done siempre la valentía y la humildad de la fe. Oramos a María que ha mostrado a los Magos el nuevo Rey del mundo (Mt 2,11), para que ella, como Madre amorosa, muestre también a vosotros a Jesucristo y os ayude a ser indicadores del camino que conduce a él. Amén.
(María Fernanda Bernasconi – RV).


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Las Estadísticas de la Iglesia católica 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides)

Con motivo de la Jornada Misionera Mundial, que este año se celebra el domingo 21 de octubre, la Agencia Fides presenta algunas estadísticas escogidas para ofrecer un cuadro panorámico de la Iglesia misionera en el mundo. Las tablas se han extraído del último «Anuario Estadístico de la Iglesia» publicado, (actualizado al día 31 de diciembre de 2010) y conciernen a los miembros de la Iglesia, sus estructuras pastorales, las actividades en el campo sanitario, asistencial y educativo. Entre paréntesis está indicada la variación, aumento (+) o disminución (-) con respecto del año anterior, según la comparación efectuada por la Agencia Fides.

 

Población mundial. Al 31 de diciembre de 2010 la población mundial era igual a 6.848.550.000 personas, con un aumento de 70.951.000 unidades respecto al año anterior. El aumento global este año también concierne a todos los continentes: el aumento más consistente es en Asia (+40.510.000) y África (+22.144.000), seguidos por América (+5.197.000); Europa (+2.438.000) y Oceanía (+662.000). Católicos En la misma fecha del 31 de diciembre de 2012, el número de católicos era igual a 1.195.671.000 unidades con un aumento total de 15.006.000 personas con respecto al año anterior. El aumento interesa a todos los continentes,y es más marcado en África (+6.140.000), América (+3.986.000) y Asia (+3.801.000); seguidos por Europa (+894.000) y Oceanía (+185.000). El porcentaje de los católicos ha crecido globalmente del 0,04%, situándole al 17,46%. Con respecto a los continentes, se han registrado aumentos por todas partes, excepto en Europa: África (+0,21); América (+0,07); Asia (+ 0,06); Europa (-0,01); Oceanía (+0,03). Habitantes y católicos por sacerdote El número de los habitantes por sacerdote también ha aumentado este año, complesivamente de 123 unidades, alcanzando la cuota de 13.277. La distribución por continentes ve incrementos en África (+40); América (+40); Europa (+31) y Oceanía (+57); disminuciones en Asia (-730). El número de católicos por sacerdote ha aumentado complesivamente de 24 unidades, alcanzando el número de 2.900. Se registran aumentos en todos los continentes,mientras que la única disminución, aunque pequeña, este año también se registra en Asia: África (+64); América (+30); Asia (-1); Europa (+11); Oceanía (+17). Circunscripciones eclesiásticas y estaciones misioneras

Las circunscripciones eclesiásticas son 10 más con respecto al año precedente, llegando a 2.966, on nuevas circunscripciones creadas en África (+4), América (+3), Europa (+2), Asia (+1). En Oceanía no se ha creado ninguna circunscripción. Las estaciones misioneras con sacerdote residente son complesivamente 2.057 (207 más con respecto al año anterior) y registran aumentos en América (+26), Asia (+391) y Europa (+8). Disminuciones en África (-204) y Oceanía (-14). Las estaciones misioneras sin sacerdote residente han aumentadas en total de 2.734 unidades, alcanzando el número de 133.682. Los aumentos conciernen a todos los continentes excepto Asia (- 2.186): África (+685), América (+4.109), Europa (+79) y Oceanía (+47).

Obispos. .El número de los Obispos en el mundo ha aumentado de 39 unidades, alcanzando el número de 5.104. complesivamente aumentan los Obispos diocesanos mientras que los religiosos disminuyen. Los Obispos diocesanos son 3.871 (43 más con respecto al año anterior), mientras que los Obispos religiosos son 1.233 (4 menos). El aumento de los Obispos diocesanos se refiere a todos los continentes excepto Oceanía (-4): África (+13), América (+22), Asia (+11), Europa (+1). Los Obispos religiosos aumentan en África (+3), Asia (+1) y Oceanía (+1); disminuyen en América (-7) y Europa (-2). Sacerdotes

El número total de sacerdotes en el mundo ha aumentado de 1.643 unidades con respecto al año anterior, alcanzando una cuota de 412.236. Se señala de nuevo una disminución en Europa (- 905), mientras que los aumentos se dan en África (+761), América (+40), Asia (+1.695) y Oceanía (+52). Los sacerdotes diocesanos en el mundo han aumentado globalmente de 1.467 unidades, alcanzando el número de 277.009, con aumentos en África (+571), América (+502), Asia (+801) y Oceanía (+53) y todavía una disminución en Europa (- 460). Los sacerdotes religiosos también han aumentado de 176 unidades y son 135.227. Señalan un aumento, como en los últimos años, África (+190) y Asia (+ 894), mientras que las disminuciones afectan a América (-462), Europa (-445) y Oceanía (-1). Diáconos permanentes Los diáconos permanentes en el mundo han aumentados de 1.409 unidades, alcanzando el número de 39.564. El aumento más consistente se confirma una vez más en América (+859) y Europa (+496), seguidas por Asia (+58) y Oceanía (+1), una única disminución en África (- 5). Los diáconos permanentes diocesanos en el mundo son 39.004, con un aumento total de 1.412 unidades. Crecen en todos los continentes excepto en África (- 6) y Oceanía (sin variaciones): América (+863), Asia (+60), Europa (+495). Los diáconos permanentes religiosos son 560, disminuidos en 3 unidades con respecto al año anterior, con pequeños aumentos en áfrica (+ 1), Europa (+ 1), y Oceanía (+1), disminuciones en América (-4) y Asia (-2).

Religiosos y religiosas. Los religiosos no sacerdotes han disminuido globalmente de 436 unidades llegando al número de 54.665. Los aumentos se registran en África (+254), Asia (+411), Europa (+17) y Oceanía (+15). Mientras que disminuyen sólo en América (-261). Se confirma la tendencia de la disminución global de las religiosas (–7.436) que son complesivamente 721.935, repartidas así: este año también aumentos en África (+1.395) y Asia (+3.047), las disminuciones en América (–3.178), Europa (-8.461) y Oceanía (–239). Institutos seculares Los miembros de los Institutos seculares masculinos son en total 747, con un aumento global de 10 unidades. A nivel continental crecen África (+3) y Europa (+17); disminuyen América (-9) y Asia (-1), Oceanía sin variaciones. Los miembros de los Institutos seculares femeninos en cambio han disminuido también este año, complesivamente de 207 unidades, por un total de 26.053 miembros. Aumentando en África (+14), Asia (+32) y Oceanía (+5), mientras que los demás continentes están en disminución: América (-84) y Europa (-174).

Misioneros laicos y catequistas.  El número de Misioneros laicos en el mundo es de 335.502 unidades, con un aumento global de 15.276 unidades y aumentos en África (+1.135), América (+14.655), Europa (+1.243) y Oceanía (+62); la única disminución en Asia (-1.819). Los Catequistas en el mundo han aumentado en total de 9.551 unidades alcanzando una cuota de 3.160.628. Los aumentos se registran en América (+43.619), Europa (+5.077) y Oceanía (+393). Mientras que las disminuciones en África (-29.405) y Asia (-10.133).

Seminaristas . El número de seminaristas mayores, diocesanos y religiosos, también ha aumentado este año. Globalmente son 1.012 más los candidatos al sacerdocio, que han alcanzado el número de 118.990. Los aumentos como ya ocurrió en años anteriores se registran en África (+752) y en Asia (+513), a los que se añade este año América (+ 29), mientras que disminuyen también este año en Europa (-282). Oceanía no registra cambios. Los seminaristas mayores diocesanos son 71.974 (+755 con respecto al año anterior) y los religiosos 47.016 (+257). Para los seminaristas diocesanos los aumentos se refieren a África (+545), América (+ 136) y Asia (+538), las disminuciones se dan en Europa (-442) y Oceanía (-22). Los seminaristas religiosos aumentan en África (+207), Europa (+160) y Oceanía (+22) y disminuyen en América (-107) y Asia (-25). Seminaristas menores El número total de seminaristas menores, diocesanos y religiosos, ha disminuido de 1.683 unidades, alcanzando el número de 102.308. Han aumentados complesivamente en África (+213) y Asia (+400), mientras que han disminuido en América (-1.033), Europa (- 1.206) y Oceanía (-57). Los seminaristas menores diocesanos son 78.007 (-1.135) y los religiosos 24.301 (-548). Para los seminaristas diocesanos la disminución se registra en América (-704), Europa (-855) y Oceania (-67), mientras que crecen en África (+75) y Asia (+416). En cambio los seminaristas religiosos están en disminución en América (-329), Asia (-16) y Europa (- 351), mientras que crecen en África (+138) y Oceanía (+10).

Institutos de instrucción y educación. En el campo de la instrucción y la educación la Iglesia administra en el mundo 70.544 escuelas infantiles frecuentadas por 6.478.627 alumnos; 92.847 escuelas primarias para 31.151.170 alumnos; 43.591 institutos secundarios para 17.793.559 alumnos. Además sigue 2.304.171 alumnos de las escuelas superiores y 3.338.455 estudiantes universitarios. La comparación con el año anterior muestra un aumento de las escuelas infantiles (+ 2.425) y una disminución de alumnos (-43.693); un ligero descenso de las escuelas primarias (-124) y un aumento de los alumnos (+178.056); aumentan los institutos de secundaria (+1.096) y sus estudiantes (+678.822); aumentan también los estudiantes de las escuelas superiores (+15.913) y los universitarios (+63.015). Institutos sanitarios, de beneficencia y asistencia

Los institutos de beneficencia y asistencia administrados en el mundo por la Iglesia comprenden: 5.305 hospitales con mayor presencia en América (1.694) y África (1.150); 18.179 dispensarios, la mayor parte en América (5.762), África (5.312) y Asia (3.884); 547 leproserías distribuidas principalmente en Asia (285) y África (198); 17.223 casas para ancianos, enfermos crónicos y minusválidos la mayor parte en Europa (8.021) y América (5.650); 9.882 orfanatos de los que casi un tercio están en Asia (3.606); 11.379 jardines de infancia; 15.327 consultorios matrimoniales distribuidos en gran parte en América y (6.472); 34.331 centros de educación o reeducación social y 9.391 instituciones de otros tipos, la mayor parte en América (3.564) y Europa (3.159).

Circunscripciones eclesiásticas dependientes de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos Las circunscripciones eclesiásticas dependientes de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (Cep) son en total 1.103. La mayoría están en África (502) y en Asia (476). Seguidas de América (79) y Oceanía (46).