América Latina y el Caribe crecerá sólo 0,1% en 2019 y 1,3% en 2020. La región completará este diciembre el sexto año consecutivo de bajo crecimiento debido a la disminución de la demanda interna, la baja demanda externa y la fragilidad de los mercados financieros internacionales, señala un nuevo informe de la CEPAL.
La economía de América Latina y el Caribe registra una desaceleración generalizada que se reflejará en un crecimiento de apenas 0,1% este año, para mejorar ligeramente y alcanzar 1,3% en el próximo. En 2019 se sumarán seis años consecutivos de bajo crecimiento y el periodo 2014-2020 será el de menor crecimiento para la región en los últimos 70 años.
Un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dado a conocer este jueves en Santiago, Chile, da cuenta de un contexto complejo de ralentización sincronizada a nivel de países y sectores debida principalmente a la reducción de la demanda interna, la baja demanda agregada externa y la fragilidad de los mercados financieros internacionales.
La CEPAL destaca también las crecientes demandas sociales y las presiones por reducir la desigualdad y aumentar la inclusión social.
El documento describe un escenario en el que se ha reducido el producto interno bruto (PIB) per cápita, ha caído la inversión, ha bajado el consumo per cápita, han disminuido las exportaciones y se ha deteriorado el empleo de forma sostenida.
Políticas de reactivación
Al presentar el informe, la secretaria ejecutiva de la CEPAL dijo que en este contexto la región no puede aguantar políticas de ajuste, sino que requiere de políticas para estimular el crecimiento y reducir la desigualdad.
“Las condiciones actuales necesitan que la política fiscal se centre en la reactivación del crecimiento y en responder a las crecientes demandas sociales”, declaró Alicia Bárcena.
Afirmó también que una política fiscal activa necesita una estrategia de mediano y largo plazo para garantizar su sostenibilidad en el tiempo. Esto implica que debe estar vinculada con la capacidad de crecimiento y la dinámica de la productividad, así como con el fortalecimiento de la capacidad recaudatoria del Estado (actualmente, la evasión fiscal representa cerca del 6,3% del PIB de la región).
Las proyecciones de la CEPAL indican que el PIB per cápita de la región se habrá contraído un 4,0% entre 2014 y 2019, mientras que la desocupación nacional aumentará de 8,0% en 2018 a 8,2% en 2019, es decir, un millón de personas más, llegando a un nuevo máximo de 25,2 millones. A esto se suma un deterioro en la calidad del empleo debido al crecimiento del trabajo por cuenta propia, que superó al empleo asalariado, y a la informalidad laboral.
La Comisión prevé que el país con mayor expansión será Dominica (9,0%), seguido por Antigua y Barbuda (6,2%), República Dominicana (4,8%) y Guyana (4,5%). Por el contrario, Venezuela anotará el mayor retroceso, con una contracción de -25,5%, seguido por Nicaragua (-5,3%), Argentina (-3,0%) y Haití (-0,7%). América Central crecerá 2,4%, el Caribe 1,4% y América del Sur se contraerá -0,1%.
Panorama revertible
Pese a las dificultades, la CEPAL considera que la región podría cambiar el panorama gracias a que la mayoría de los países de la región registran niveles de inflación históricamente bajos, reservas internacionales relativamente elevadas y buen acceso a los mercados financieros internacionales, además de que las tasas de interés internacionales muestran niveles reducidos.
“Estas condiciones favorecen la capacidad de implementar políticas macroeconómicas tendientes a revertir el actual escenario de bajo crecimiento”, asegura el estudio y agrega que es fundamental reactivar la actividad económica mediante un mayor gasto público en inversión y políticas sociales.
Del mismo modo, señala que para atender las demandas sociales se deben tomar medidas de redistribución de la riqueza reforzadas con una mayor provisión y calidad de los bienes y servicios públicos.
Para estar informado de la actualidad internacional, descarga nuestra aplicación Noticias ONU para IOS o Android. O subscríbete a nuestro boletín.
José Virtuoso: “Venezuela vive en una dictadura cruel y tiránica, que oprime al pueblo, sometiéndolo a una extraordinaria crisis humanitaria»
Pedro Trigo: “Los cristianos tenemos que vivir con compasión con los que no comen o no tienen un salario digno, y no saben cuándo terminará este calvario”
La cuarta y última sesión se centró ebn el tema “Juntos como pueblo de Dios en Venezuela”, con las intervenciones del profesor jesuita Luis Ugalde, con el rector de la UCAB, José Virtuoso, el teólogo jesuita Pedro Trigo y, con el cierre del cardenal Baltazar Porras. Los tres, con una denuncia clara y tajante de la situación actual por la que atraviesa el país: “Inmensa periferia”, para Ugalde; “una dictadura cruel y tiránica”, para el rector de la Universidad Andrés Bello.
El profesor Luis Ugalde comenzó diciendo que “Jesús no se centra en el centro, sino que revela el rostro de Dios desde la periferia de los excluidos”. Por eso, plantea su exposición en tres apartados:
“Venezuela ha pasado del centro a la periferia”, “Pinceladas sobre lo que la Iglesia significa en esta sociedad” y “La Iglesia llamada a renacer en el corazón de la periferia, en un país que se ha convertido íntegramente en periferia”
Ugalde asegura que “la propuesta de Chaves colocó a Venezuela en el centro de las miradas del mundo, gracias al resucitar de la utopía y gracias a la chequera”.
“Muy poco después la revolución y su modelo fracasan estrepitosamente, con inmensa ruina: cuatro millones y medio han salido, porque no pueden vivir. Estamos pasando del centro de las miradas a un inmenso desastre y ruina. Todo el país pasa a ser periferia, en situación de indigencia y mendicidad mundial. No tenemos medicinas ni podemos pagar las deudas”.
Y añadió: “No sólo hay empobrecimiento en los barrios, sino también en la clase media, en lso médicos, en los empresarios. Un fenómeno que nos afecta a todos”.
Salida a las perfierias
Por eso, “la salida a las periferias no es de una Iglesia que está acomodada en el centro, para ir a las periferias pobres. En este caso, todo el país se nos ha vuelto periferia. La Iglesia acompaña y se está volviendo cada vez más consciente de que está llamada por Jesús a actuar en el centro de esa periferia y asumir esta tragedia que es como un postguerra espantosa”.
Tras un repaso a la historia reciente de la Iglesia en Venezuela, el padre Ugalde aborda la llega al poder de Chávez, que “encarna el mesianismo militarista” y comienza la etapa “d ella utopía a la ruina nacional y en dictadura”. Y esto “es algo imposible discutir”. “Es una ruina que afecta a todos, incluidos los chavistas”.
A continuación, el padre Ugalde se pregúntó “cómo puede hacer la Iglesia venezolana para hacer renacer a este país”. A su juicio, “la Iglesia actual no es impositiva, tiene enormes dificultades económicas, es pobre y apenas puede mantener las parroquias y los seminarios”.
“Aquí, ni palacio episcopal ni presupuesto ni nada y, además, no depende de la financiación estatal y conserva una presencia significativa en los sectores pobres”, añadió el teólogo.
Un concilio no burocrático
“La Iglesia hace, además, un aporte educativo de calidad en los diversos sectores. Una cualidad extraordinaria de nuestra Iglesia”, a lo que hay que añadir “la venezolanización de las congregaciones religiosas” y “la primera Iglesia que celebra un Concilio plenario de talante pastoral y no burocrático”.
Además, “el episcopado se convierte en orientación” y se dan “devociones movilizadoras que desbordan los muros del templo y se convierten en clamor por el cambio”, asi como “numerosos laicos reconocidos en diversas profesiones” y “el florecimiento de la solidaridad”.
Para el jesuita, “la Iglesia se siente urgida a mirar hacia adelante y hacia afuera, para salir al servicio de los necesitados, con la humildad de ser una Iglesia pobre al servicio de un país empobrecido, para que Venezuela sea un pueblo reconciliado y para ser signo de esperanza en una país desesperanzado”, concluyó el padre Ugalde en medio de una enfervorizada ovación de la gente puesta en pié.
A continuación, intervino el padre José Virtuoso, con una conferencia titulada ‘La misión de la Iglesia y la construcción de ciudadanía y democracia en Venezuela’.
“Venezuela vive en una dictadura cruel y tiránica, que oprime al pueblo, sometiéndolo a una extraordinaria crisis humanitaria. Una dictadura con una ideología que se impone por la fuerza. Los que se oponen a esa ideología son enemigos internos”, comenzó el rector de la UCAB.
Estado de guerra permanente
“Una dictadura que instaura un estado de guerra permanente entre los venezolanos y un Estado fallido. En Venezuela no hay salida, sin libertad, sin democracia”, añadió.
A su juicio, el clima social predominante es que “esto no puede seguir así”. Porque la situación “afecta a todos y cada vez más, con carencia, desamparo e indefensión”.
Para el padre Virtuoso, “un desenlace violento dejaría al país peor que ahora todavía”. Algunos optan por un desenlace violento, “porque por vías pacíficas no se conseguirá nada”. Además, “la gente se aleja de lo cívico, buscando la forma de sobrevivir”.
El rector jesuita aseguró que “hay que completar este panorama de desolación con otro que genera solidaridad, con espíritu de resistencia y creatividad, con espíritu cristiano, sin sucumbir ante las dificultades, luchando por el cambio en sus comunidades”.
Conferencia Episcopal Venezolana CEV@CEVmedios
#SeminarioTeologia2019 José Virtuoso en el Seminario Internacional de Teología 2019 manifiesta que la misión de la Iglesia es «promover que los venezolanos seamos sujetos para el cambio, no sujetos resignados»
Pero, “el clima social es más bien de frustración”, porque “el pueblo quiere cambio urgente, un 90% evalúa negativamente la gestión de Nicolás Maduro y pide que haya elecciones libres y transparentes”.
Virtuoso se preguntó, a continuación, ¿cuál es la misión de la Iglesia en este contexto? “La voz de la Iglesia es de máxima autoridad moral en la Venezuela de hoy. Nuestra Iglesia es una luz que señala el camino en medio de la oscuridad, genera confianza y su voz es reconocida. Está llamada a ser fuente de reconciliación desde la justicia”.
A su juicio, la Iglesia tiene que ser en Venezuela “sacramento de reconciliación”, para superar “la tragedia que vivimos”. E invitó a sembrar esperanza en el corazón de los venezolanos. “No saldremos de esta terrible tragedia sin constructores de democracia y, para eso, hacen falta políticos y nosotros tenemos que formarlos”.
Esperanza de cambio
Para resumir, el rector Virtuoso señaló: “El papel de la Iglesia es mantener viva la esperanza de cambio, de que esta situación se puede transformar. Esta sociedad civil, que está achicopalada, no puede seguir así, si no nos convertiremos en una segunda Cuba. Tenemos que impedir que muera la ciudadanía, manteniendo viva la esperanza, que se apasione por lo posible”. Y la gente le despidió con otra gran ovación.
A continuación, el padre Pedro Trigo abordó el tema de la responsabilidad pastoral de la Iglesia en un contexto de crisis como la de la Venezuela actual. A su juicio, “el verdadero cristiano no puede desentenderse de la situación en la que vive y, en una situación de crisis, hace suyos los gozos y las esperanzas, pero sobre todo, las tristezas y las angustias, que impregnan a la mayoría de la población”.
Conferencia Episcopal Venezolana CEV@CEVmedios
#SeminarioTeologia2019 Alfredo Infante, jesuita venezolano, moderó el espacio de preguntas y respuestas una vez culminadas las conferencias de la tarde
Ver los otros Tweets de Conferencia Episcopal Venezolana CEV
Primero, “con actitud de simpatía” y, después, con “compasión con los que no comen o no tienen un salario digno o que no tienen agua ni luz ni transporte o que se han quedado solos y que no saben cuándo va a terminar este calvario”.
Para el teólogo, “este ‘estar con’ no es una actitud para ganar adeptos”, sino “una encarnación solidaria con el Pueblo de Dios”. Por eso, es necesaria “una ayuda humanitaria tanto capilar como organizada”, entregándose como Jesús que “nunca tuvo nada y siempre fue un ‘pata-en-el-suelo’”.
Pedro Trigo sostuvo “que la Iglesia no puede meterse en política”, pero sí denunciar y trabajar positivamente para que “haya vida para todos”. “En el país tenemos que caber todo y juntos”.
Para eso, tiene que propagar la enseñanza social de la Iglesia y “hacer lo posible que la gente se encuentre de modo abierto, para hacerse cargo de sus problemas”.
En una carta de mayo a la que ha tenido el Wall Street Journal, el Papa le solicita al purpurado alemán «todas las medidas que se consideren necesarias» y «que se apliquen lo antes posible»
«Informe a los jefes respectivos [de los departamentos del Vaticano] sobre la gravedad de la situación», añadió Francisco, quien también convoca a una reunión urgente sobre las finanzas vaticanas el próximo 20 de septiembre
El Papa está preocupado por la deuda vaticana. Tanto, que le ha pedido a uno de sus ‘hombres fuertes’ que establezca medidas de austeridad para salvaguardar el futuro financiero de la Santa Sede.
El Wall Street Journalinformó el martes que Francisco escribió en mayo al cardenal Reinhard Marx, el coordinador del Consejo del Vaticano para la Economía, con una petición urgente para controlar el gasto.
«Le pido que estudie todas las medidas que se consideren necesarias para salvaguardar el futuro económico de la Santa Sede y que garantice que se apliquen lo antes posible», pidió el Papa a Marx, quien también es miembro del consejo de cardenales asesores de Francisco -el conocido como C6- y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.
«Informe a los jefes respectivos [de los departamentos del Vaticano] sobre la gravedad de la situación», agregó Francisco.
Una deuda de 70 millones de euros
En total, el Vaticano tiene un presupuesto anual de unos 300 millones de euros.
Pero tenía una deuda en 2018 de unos 70 millones de euros, una cifra dos veces mayor que la de 2017.
Alrededor del 45% del presupuesto del Vaticano se destina a salarios para sus 3.000 empleados.
Aunque los observadores dicen que muchos trabajadores están en posiciones no esenciales, fuentes recalcan en que el Papa está decidido a superar esta crisis financiera sin despidos.
Vientos en contra
Aunque fue elegido Papa en 2013 con un mandato de reforma teológica, financiera y administrativa, Francisco se ha encontrado con muchos vientos en contra en su proyecto para la renovación de la Iglesia.
Primero, la corrupción profundamente arraigada que heredó en Roma, tal vez representada de forma más infame por el pesebre navideño de 550,000 euros montado un año en la Plaza de San Pedro.
Las finanzas del Vaticano también han sido diezmadas, dicen los críticos, por la poca voluntad de los funcionarios para equilibrar el presupuesto, el no mantenimiento de los bienes inmuebles vaticanos y la no recaudación de alquileres, así como un parquimovil caro.
Para llegar al fondo de la podredumbre, Francis estableció un número de organismos de supervisión para las finanzas vaticanas, incluida la Secretaría de Economía que estableció en 2014.
Pero el hombre que eligió para encabezar la Secretaría, el cardenal George Pell de Australia, abandonó Roma en 2017 para luchar contra los cargos de abuso sexual infantil por los cuales ahora cumple una condena de seis años de prisión.
El puesto de auditor general del Vaticano también ha estado vacante desde que el anterior ocupante de ese cargo, Libero Milone, renunció inesperadamente, también en 2017, por un supuesto «choque de estilos operativos» con Pell.
Los funcionarios del Vaticano temen que si el Papa no limpie las finanzas pronto, algunos de los lugares más emblemáticos de la Iglesia, así como las pensiones de los empleados del Vaticano, podrían estar en riesgo.
«Pasos radicales»
Joseph Zahra, un empresario maltés que también es Vice Coordinador del Consejo para la Economía, dijo al Wall Street Journal que «lo que (el Papa) dice es que esto no puede continuar como siempre. Uno puede ver cambios incrementales pero tiene que haber pasos radicales».
Y eso es justo lo que el Papa pretende hacer, convocando una reunión urgente sobre las finanzas del Vaticano para el 20 de septiembre.
El Vaticano también planea informar públicamente este otoño sobre su presupuesto por primera vez desde 2015.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos dijo que, aunque las causas de la crisis económica en Venezuela son anteriores a las sanciones, éstas exacerban sus efectos y afectan a los más vulnerables. Además, dijo que las nuevas penalidades son extremadamente amplias y no contienen medidas suficientes para mitigar el impacto en la población.
Michelle Bachelet dijo estar profundamente preocupada por el impacto potencialmente severo en los derechos humanos de las personas en Venezuela del nuevo conjunto de sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos esta semana.
“Estas sanciones son extremadamente amplias y no contienen las medidas suficientes para mitigar el impacto en los sectores de la población más vulnerables. Temo que tengan implicaciones mayores en los derechos a la salud y a la alimentación, en particular en un país donde ya existe una seria situación de escasez de bienes esenciales”, apuntó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Bachelet recordó que la economía venezolana sufrió una contracción del 47,6% entre 2013 y 2018 según las cifras oficiales, y que con las nuevas sanciones que restringen aún más la actividad económica, las compañías y las instituciones financieras podrían ser cautelosas y detener completamente las transacciones relacionadas con el Gobierno de Venezuela para evitar ser penalizadas.
La Alta Comisionada reiteró que las causas de la crisis económica en Venezuela son anteriores a la imposición de sanciones económicas, pero agregó que éstas están exacerbando los efectos de la grave crisis –y por extensión de la situación humanitaria-, dado que la mayoría de las divisas externas provienen de las exportaciones de petróleo, muchas de las cuales están relacionadas con el mercado de Estados Unidos.
“Tomo nota de que las recientes sanciones técnicamente no se aplican a las “transacciones relacionadas con las provisiones de artículos, tales como alimentos, ropa y medicinas que buscan dar respuesta al sufrimiento humano”. Sin embargo, es posible que aún así lleguen a exacerbar la crisis en la que viven millones de personas venezolanas, debido especialmente a la existencia de un escrutinio excesivo (over-compliance) por parte de las instituciones financieras en el mundo que tienen relaciones comerciales con los gobiernos de Estados Unidos y de Venezuela”, expresó la funcionaria en un comunicado.
UNICEF / Velasquez
Un niño mendiga en las calles de Caracas, la capital de Venezuela
Añadió que existe evidencia suficiente de que las sanciones con efectos amplios pueden terminar afectando negativamente los derechos fundamentales de las personas, incluyendo sus derechos económicos, así como sus derechos a la alimentación y salud, y que pueden implicar obstáculos para el acceso a la asistencia humanitaria. Incluso las sanciones más dirigidas y concretas, deben de contener garantías estrictas de protección de los derechos humanos, dijo.
“Llamo a aquellos actores que pueden tener influencia–tanto en Venezuela, como en la comunidad internacional- para que trabajen de manera conjunta y constructiva en la solución política de esta prolongada crisis en el país, colocando en primer plano los derechos humanos de las personas que sufren en Venezuela”, concluyó Michelle Bachelet.
Secretario General
Con respecto a la decisión del Gobierno venezolano de no acudir a las conversaciones con la oposición auspiciadas por Noruega y programadas para esta semana en Barbados, el portavoz del Secretario General de la ONU dejó clara la posición del organismo mundial.
«El Secretario General reitera el apoyo de las Naciones Unidas al proceso facilitador noruego», dijo Stephan Dujarric.
Agregó que António Guterres está convencido de que “la única solución posible a la situación en Venezuela es un acuerdo negociado”.
«Actualmente hay un fuerte grupo opositor contra la Iglesia de Francisco: laicos, teólogos, obispos y cardenales que desearían su dimisión o su pronta desaparición y esperan un nuevo cónclave para cambiar el rumbo de la Iglesia actual»
«No molesta que abrace a niños y enfermos pero sí molesta que visite Lampedusa y campos de refugiados y migrantes como Lesbos, molesta que diga que no hay que construir muros contra los refugiados sino puentes de diálogo y hospitalidad»
| Víctor Codina, sj.*
No es la primera vez ni es extraño que en la Iglesia haya grupos discrepantes y opositores, desde Pablo que se enfrentó a Cefas en Antioquía (Gal 2,14) hasta nuestros días.
Los hubo desde los primeros concilios hasta los dos últimos. En el concilio Vaticano I (1870) un grupo de obispos y de teólogos estaban en contra de la definición de la infalibilidad pontificia. Algunos no aceptaron el concilio y se separaron de Roma dando lugar a los llamados Vétero-católicos. Otros, sin abandonar la Iglesia, no quisieron participar ni asistir a la última votación conciliar sobre la infalibilidad y alguno de ellos estaba tan enojado, que lanzó todos los documentos conciliares al río Tíber.
Un siglo después (1970) volvió a surgir la problemática sobre la infalibilidad, con disputas teológicas entre la voz crítica de Hans Küng por un lado y de Karl Rahner, Walter Kasper y otros teólogos alemanes más conciliadores, por otro lado. La polémica prosiguió entre historiadores críticos al Vaticano I, como A.B.Hasler discípulo de Küng y otros historiadores más ponderados como Yves Congar, Hoffman y Walter Kasper. Küng fue apartado de la docencia teológica.
En tiempos de Pío XII, cuando en 1950 el Papa publicó la encíclica Humani generis contra la llamada Nouvelle théologie, fueron destituidos de sus cátedras algunos teólogos jesuitas de Fourvière-Lyon como Henri de Lubac y Jean Daniélou y alguno teólogos dominicos de Le Saulchoir-París, como Yves Congar y Dominique Chénu. Luego todos ellos fueron nombrados peritos teológicos por Juan XXIII en el Vaticano II.
En el Vaticano II surgió una fuerte oposición liderada por el obispo francés Marcel Lefèbvre que rechazó el concilio el Vaticano II por considerarlo neo- modernista y neo-protestante y acabó siendo excomulgado por Juan Pablo II en 1988, cuando comenzó a ordenar obispos al margen de Roma para su Fraternidad de San Pío X.
Pablo VI, luego de su encíclica Humanae vitae de1968 sobre el control de natalidad, fue respetuosamente contestado por numerosas conferencias episcopales que, sin negar los valores de su contenido, pedían una mayor complementación y matización.
Durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI más de 100 teólogos fueron cuestionados, amonestados, obligados a guardar silencio, algunos destituidos de sus cátedras y uno incluso excomulgado
Valga este preámbulo histórico para no sorprendernos de que también hoy ante la nueva imagen de Iglesia que propone Francisco hayan surgido voces discordantes y críticas fuertemente opositoras a su pontificado
A través del vaivén de la historia deducimos que el tipo y orientación de la oposición siempre depende del momento histórico que se vive: son voces progresistas y proféticas en momentos de la clásica Cristiandad o Neo-cristiandad y voces reaccionarias, fundamentalistas y conservadoras en momentos de una reforma eclesial que desea volver a las fuentes evangélicas y al estilo de Jesús.
Las críticas a Francisco
Actualmente hay un fuerte grupo opositor contra la Iglesia de Francisco: laicos, teólogos, obispos y cardenales que desearían su dimisión o su pronta desaparición y esperan un nuevo cónclave para cambiar el rumbo de la Iglesia actual.
No queremos hacer aquí una investigación socio-histórica ni menos aún un show mediático, tipo western, entre buenos y malos, por esto preferimos no citar los nombres y apellidos de los opositores que hoy están “despellejando vivo” a Francisco, sino más bien detectar cuáles son las líneas teológicas de fondo que subyacen a esta oposición sistemática a Francisco, saber cuál es el tema de la polémica.
Las críticas a Francisco tienen dos dimensiones, una teológica y otra más bien socio-política, aunque, como veremos luego, muchas veces ambas líneas confluyen.
1.Crítica teológica.
La crítica teológica parte de la convicción de que Francisco no es teólogo, sino que viene del Sur, del fin del mundo y que esta falta de profesionalidad teológica explica sus imprecisiones e incluso sus errores doctrinales.
Se contrasta esta falta de profesionalidad teológica de Francisco con la competencia académica de Juan Pablo II y naturalmente de Josef Ratzinger-Benedicto XVI.
Esta falta de teología de Francisco explicaría sus peligrosas afirmaciones sobre la misericordia de Dios en El rosto de la misericordia (MV), su tendencia filo-comunista hacia los pobres y movimientos populares y la piedad popular como lugar teológico en La alegría del evangelio (EG 197-201); su falta de teología moral al abrir la puerta a los sacramentos de la penitencia y eucaristía, en algunos casos y previo discernimiento personal y eclesial, a las parejas de matrimonios católicos separados vueltos a casar, según aparece en una nota del capítulo octavo de La alegría del amor(AL 305,nota 351); su poca competencia científica y ecológica se manifiesta en su encíclica sobre el cuidado de la casa común(Laudato si´); y escandaliza su excesivo énfasis en la misericordia divina (Misericordiae vultus),que abarata la gracia y la cruz de Jesús.
Ante esta acusación quisiera recordar una afirmación clásica de Tomás de Aquino que distingue entre la cátedra magisterial, propia de los teólogos profesores de las universidades, de la cátedra pastoral que corresponde a los obispos y pastores de la Iglesia[1]. Newman retoma esta tradición afirmando que aunque a veces puede haber tensión entre ambas cátedras, finalmente hay convergencia entre ellas.
Esta distinción se aplica a Francisco que, aunque como jesuita Padre Jorge Mario Bergoglio había estudiado y enseñado teología pastoral en San Miguel de Buenos Aires, ahora sus pronunciamientos pertenecen a la cátedra pastoral del obispo de Roma. No pretende sentar cátedra de teólogo sino de pastor. Como se ha dicho con un cierto humor, hay que pasar del Bergoglio de la historia al Francisco de la fe.
Lo que en el fondo molesta a sus detractores es que su teología parta de la realidad, de la realidad de la injusticia, pobreza y destrucción de la naturaleza y de la realidad del clericalismo eclesial.
No molesta que abrace a niños y enfermos pero sí molesta que visite Lampedusa y campos de refugiados y migrantes como Lesbos, molesta que diga que no hay que construir muros contra los refugiados sino puentes de diálogo y hospitalidad; molesta que, siguiendo a Juan XXII, diga que la Iglesia ha de ser pobre y de los pobres, que los pastores han de oler a oveja, que ha de ser una Iglesia en salida que vaya a los márgenes y que los pobres son un lugar teológico.
Molesta que diga que el clericalismo es la lepra de la Iglesia y que enumere las14 tentaciones de la Curia vaticana que van del sentirse imprescindibles y necesarios hasta la ansia de riquezas, la doble vida y el Alzheimer espiritual. Y molesta que añada que estas son también tentaciones de las diócesis, parroquias y comunidades religiosas. Molesta que diga que la Iglesia ha de ser una pirámide invertida, con los laicos arriba, y abajo el papa y los obispos y molesta que diga que la Iglesia es poliédrica y sobre todo sinodal, hacemos todos el mismo camino juntos, nos hemos de escuchar y dialogar, molesta que en Episcopalis communio hable de Iglesia sinodal y de la necesidad de escucharnos mutuamente.
Molesta a grupos conservadores el que Francisco haya agradecido sus aportes teológicos a Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Jon Sobrino, José María Castillo y haya anulado las suspensiones “a divinis” a Miguel d´Escoto y Ernesto Cardenal; extraña que a Küng, que escribió a Francisco sobre la necesidad de repensar infalibilidad le haya contestado llamándolo “querido compañero” (lieber Mitbruder) y que tendría en cuenta sus observaciones y estaba dispuesto a dialogar sobre la infalibilidad. Y molesta a muchos que Francisco haya canonizado a Romero, el obispo salvadoreño mártir, tildado por muchos de comunista y tonto útil de la izquierda y cuya causa había estado bloqueada durante años.
Molesta que diga que él no es quién para juzgar a los homosexuales, que afirme que la Iglesia es femenina y que si no se escucha a las mujeres, la Iglesia quedará empobrecida y parcializada.
Su invocación a la misericordia, una misericordia que está en el centro de la revelación bíblica, no le impide hablar de tolerancia cero frente a los abusos de miembros significativos de la Iglesia con menores y mujeres, delito monstruoso, del que hay que pedir perdón a Dios y a las víctimas, reconocer el silencio cómplice y culpable de la jerarquía, buscar reparación, proteger a los jóvenes y niños, evitar que se vuelva repetir. Y no le tiembla la mano al degradar y destituir de sus cargos al culpable, sea cardenal, nuncio, obispo o presbítero.
Evidentemente no es que no sea teólogo sino que su teología es pastoral, Francisco pasa del dogma al kerigma, de los principios teóricos al discernimiento pastoral y a la mistagogía. Y su teología no es colonial, sino del Sur y esto molesta al Norte.
2.Crítica socio-política.
Frente a los que acusan a Francisco de tercermundista y comunista, hay que afirmar que sus mensajes están en perfecta continuidad con la tradición profética, bíblica y de la doctrina social de la Iglesia. Lo que duele es su clarividencia profética: No a una economía de la exclusión y la inequidad, no a una economía que mata, no a una economía sin rostro humano, no a un sistema social y económico injusto que cristaliza en estructuras sociales injustas, no a una globalización de la indiferencia, no a la idolatría del dinero, no a un dinero que gobierna en lugar de servir, no a una inequidad que engendra violencia, que nadie se escude en Dios para justificar la violencia, no a la insensibilidad social que nos anestesia ante el sufrimiento ajeno, no al armamentismo y a la industria de la guerra, no a la trata de personas, no a cualquier forma de muerte provocada(EG 52-75).
Francisco no hace más que actualizar el mandamiento de no matar y defiende el valor de la vida humana, desde el comienzo hasta el final y nos repite hoy la pregunta de Yahvé a Caín: “¿Dónde está tu hermano?”
También molesta la crítica al paradigma antropocéntrico y tecnocrático que destruye la naturaleza, contamina el medio ambiente, ataca a la biodiversidad y excluye a pobres e indígenas de una vida humana digna (LS 20-52). Molesta a las multinacionales que critique a las empresas madereras, petroleras, hidroeléctricas y mineras que destruyen el medio ambiente, perjudican a los indígenas de aquel territorio y amenazan el futuro de nuestra casa común. Molesta la crítica a los dirigentes políticos incapaces de tomar resoluciones valientes (LS 53-59).
Y ya comienza a molestar el anuncio del próximo sínodo de octubre del 2019 sobre la Amazonia que es un ejemplo concreto de la necesidad de proteger el medio ambiente y salvar a los grupos indígenas amazónicos de un genocidio. Algunos altos dignatarios eclesiales han dicho que el Instrumentum laboris oDocumento preparatorio del Sínodo es herético, panteísta y que niega la necesidad de la salvación en Cristo.
Otros comentaristas se han centrado únicamente en la sugerencia de ordenar a hombres casados indígenas para poder celebrar la eucaristía en lugares remotos de la Amazonía, pero han silenciado totalmente la denuncia profética que este Documento preparatorio de Sínodo hace contra la destrucción extractivista que se comete en la Amazonía, causa de la pobreza y la exclusión de los pueblos indígenas, seguramente nunca tan amenazados como ahora.
A modo de conclusión
Indudablemente hay una convergencia entre la crítica teológica y la crítica social a Francisco, los grupos reaccionarios eclesiales se alinean con los grupos poderosos económicos y políticos sobre todo del Norte. Incluso podemos preguntarnos si esta reciente explosión de abusos sexuales que afecta directamente a la figura de Francisco, que es a la vez pastor reformista eclesial y líder mundial, haya sido una pura casualidad y simple coincidencia.
En el fondo la oposición a Francisco es una oposición al concilio Vaticano II y a la reforma evangélica de la Iglesia que Juan XIII quiso promover. Francisco se sitúa en la línea de todos los profetas que quisieron reformar la Iglesia, junto a Francisco de Asís, Ignacio de Loyola, Catalina de Siena y Teresa de Jesús, Angelo Roncalli, Helder Cámara, Dorothy Stang, Pedro Arrupe, Ignacio Ellacuría y el nonagenario obispo Casaldáliga.
Le quedan a Francisco todavía muchas asignaturas pendientes para una reforma evangélica de la Iglesia. No sabemos cuál ni cómo será futura su trayectoria, ni lo que acontecerá en el próximo cónclave.
Pasan los Papas, pero el Señor Jesús sigue presente y anima a la Iglesia hasta el fin de los siglos, el mismo Jesús que fue tenido por comedor y bebedor, amigo de pecadores y prostitutas, endemoniado, loco, sedicioso y blasfemo. Y creemos que el Espíritu del Señor que descendió sobre la Iglesia primitiva en Pentecostés, no la abandona jamás y no permitirá que el pecado, a la larga triunfe, sobre la santidad.
Y mientras tanto, como Francisco siempre pide, desde de su primera aparición en el balcón de San Pedro del Vaticano como obispo de Roma hasta nuestros días, oremos al Señor por él, para que no desfallezca su esperanza y confirme la fe de sus hermanos. Y si no podemos rezar o no somos creyentes, deseémosle, al menos, una buena onda.
Santa Sede: no oídos sordos a los gritos de los que no tienen comida ni medicinas
La profunda preocupación del Papa Francisco por la situación humanitaria en Siria vuelve en las palabras de Mons. Bernardito Auza, en la ONU en Nueva York. Esperada también la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos: el apoyo humanitario es vital, pero no puede sustituirlas. En cuanto a Yemen, destaca, se necesita coherencia
Debora Donnini – Ciudad del Vaticano
La cuestión palestina, Siria, Yemen, Irak. Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, intervino ayer en el debate abierto del Consejo de Seguridad sobre «Oriente Medio, incluida la cuestión de Palestina». En resumen, Mons. Auza vuelve a invocar el camino del diálogo para una cultura de tolerancia y «convivencia pacífica» con el fin de reducir los problemas económicos, sociales, políticos y medioambientales que pesan sobre gran parte de la humanidad.
Israelíes-Palestinos: volver a las negociaciones
El apoyo humanitario sigue siendo vital para crear un ambiente propicio para las negociaciones entre israelíes y palestinos, pero no puede sustituirlas, señala Mons. Auza, y comienza su reflexión desde la «peligrosa escalada de violencia» en Gaza y en Cisjordania, destacada por el coordinador especial para el proceso de paz en Oriente Medio, Nickolay Mladenov. Un clima de desconfianza entre las partes que «puede convertirse rápidamente en actos violentos que ponen en peligro la vida de palestinos e israelíes inocentes», señala. Para el representante ante la ONU, por tanto, este «debate abierto» debe «conducir a la acción» y no quedarse en un mero comentario sobre los obstáculos «a la consecución de la tan buscada solución de los dos Estados dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente».
Mons. Auza recuerda el compromiso de la comunidad internacional mediante donaciones que, a través del UNRWA, garantizan servicios básicos a los refugiados palestinos, pero que no pueden sustituir las negociaciones. “Una importante contribución que los Estados Miembros pueden hacer en este momento – afirma – es alentar a las partes a volver a la mesa de negociaciones y ofrecerles el espacio y los recursos necesarios para comprometerse a dialogar como protagonistas de su propio futuro pacífico, uno al lado del otro”.
Siria: respeto del derecho humanitario
En Siria, en particular en algunas zonas todavía inestables, el riesgo de una «peor crisis humanitaria sigue siendo alto». «No podemos permanecer sordos a los gritos de quienes carecen de alimentos, atención médica y educación, o de los huérfanos, las viudas y los heridos», dice Mons. Auza refiriéndose a la «profunda preocupación» por la situación humanitaria en Siria, expresada por el Papa Francisco en la carta enviada el pasado lunes al Presidente Assad. Una preocupación que se refiere en particular a las «dramáticas condiciones de la población civil de Idlib», donde continúan las incursiones aéreas. El Papa, recuerda el representante de la Santa Sede, ha renovado su llamamiento a la protección y al respeto del derecho humanitario.
Yemen, coherencia sobre la venta de armas
Y también Yemen, cuya la situación humanitaria es motivo de profunda preocupación. Mons. Auza reconoce el paso necesario de la Resolución 2481 adoptada por las Naciones Unidas el 15 de julio con vistas al fortalecimiento del cese del fuego y del acceso a los suministros. Al mismo tiempo, sin embargo, espera «coherencia» preguntándose cómo se puede «hacer llamamientos elocuentes a favor de la paz en Oriente Medio e incluso participar en la acciones humanitarias, permitiendo la venta de armas en la región».
Soluciones pacíficas en la región del Golfo
Por último, la mirada se dirige a Irak, que ofrece «una cierta esperanza de avanzar hacia la reconciliación y la reconstrucción» tras los incalificables crímenes que el llamado Estado islámico ha infligido a la población y, en particular, a las minorías religiosas y étnicas. Además, es esencial que la comunidad internacional siga alentando y buscando todas las oportunidades posibles para negociaciones y soluciones pacíficas a las crisis actuales en la región del Golfo.
Venezuela. P. Sosa: “el país necesita urgentemente un Gobierno de unidad nacional”
La crisis en Venezuela no hace más que empeorar. La Iglesia y la Compañía de Jesús denuncian el drama humano y aseguran su compromiso por una sociedad más justa y democrática.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
La Compañía de Jesús en Venezuela está muy comprometida en el proceso de restaurar “un ambiente socialmente justo y democrático”; un compromiso que no es sólo de los jesuitas, también lo es de la vida religiosa, la Iglesia en su conjunto y la Conferencia Episcopal venezolana. “Venezuela necesita urgentemente un «Gobierno de unidad nacional» para superar la actual crisis humanitaria, económica y política”. Así lo advirtió el Superior General de la Compañía de Jesús, Arturo Marcelino Sosa Abascal, en una conferencia de prensa en Viena durante su visita a Austria el pasado fin de semana.
Toda la Iglesia unida en la denuncia del drama humano venezolano
Sosa, también aseguró que junto con la Iglesia, la compañía ha estado denunciando el drama humano que se vive en su país natal y la ausencia de las condiciones básicas para la salud, la alimentación, la educación y el trabajo: “La Iglesia y la compañía han insistido que no habrá ninguna solución política-económica si no se pone como prioridad la restitución de las condiciones básicas de vida humana para las personas. Se habla ya de más de 4 millones de venezolanos de una población de 30 que han salido del país en los últimos cinco años” dijo Sosa.
Compromiso por una sociedad más justa y democrática
“La Orden Jesuita y la Conferencia Episcopal venezolana representarían una línea común en el compromiso por una sociedad más justa y democrática” continuó P. Sosa, por tanto, los jesuitas y la Iglesia están tratando de aliviar en la medida de lo posible la emergencia humana. Por su parte, los jesuitas, intentan llevar a cabo procesos de solidaridad humana a través de su red de escuelas de Fe y Alegría, que son más de 200 centros en el país y en el que los niños “pueden comer por lo menos una vez al día un plato caliente”, dijo Sosa.
Necesario cambio de Gobierno
Aunque para Sosa, la herida o el deterioro social es tan profundo en Venezuela “que tomará mucho tiempo poder reconstruirlo” y ciertamente “supone un cambio muy grande de la política-económica”, algo – prosigue – “que no es posible sin un cambio de Gobierno”. Por último afirma que la Compañía de Jesús en Venezuela junto con la Iglesia “ha sido una de las voces que viene insistiendo desde hace varios años en la necesidad de un Gobierno de unidad nacional”, un Gobierno – especifica – “que tenga como objetivo principal restaurar las condiciones de vida de la población con políticas económicas consistentes e incluyentes”.
La conferencia episcopal venezolana se encuentra con la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
Además, también este fin de semana, una delegación de la Conferencia Episcopal venezolana entregó una carta a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en la que reiteran su denuncia y su posición con respecto a la grave crisis humanitaria, económica, política y social en que se encuentra el país. En ella además, los obispos dicen que son «defensores de la vida en todos sus aspectos», y «escuchan el clamor de su pueblo». Los obispos también mencionan «la diáspora masiva y las nuevas formas de esclavitud, incluida la trata de personas, la prostitución y la situación en la frontera».
El documento incluye una descripción de la desnutrición infantil que se vive en el país, así como la falta de combustible en algunas zonas de la frontera: “la crisis eléctrica que afecta a toda Venezuela, con la excepción de Caracas, para dar una apariencia de normalidad a quienes visitan el país” aseguran en la carta, en la que también denuncian la falta de agua “que no llega a los hogares”. Las condiciones deprimentes en que se encuentran los hospitales, la “pérdida del estado de derecho” y la violencia estatal también están expuestas en el documento. “Nuestra expectativa – dicen los obispos venezolanos en su carta a Bachelet – es que esta información refleje la verdadera cara de lo que está sucediendo en Venezuela y que esto nos permita encontrar mecanismos para dar solución a los problemas subyacentes que enfrenta nuestra gente».
Iglesia, sociedad civil y organizaciones alertan por situación en Costa Rica
Con un llamado de alerta por la situación del país, el Encuentro Social Multisectorial en el que participan la Iglesia Católica, encabezada por monseñor José Rafael Quirós; sindicatos, agrupaciones de agricultores, cooperativas y otros sectores sociales indicaron que entregarán propuestas para ayudar a encaminar al país ante la grave situación en la que se encuentra.
Ciudad del Vaticano
El grupo, conformado por distintos sectores, comenzó a trabajar desde diciembre de 2018 ante la incertidumbre de la transición económica que vive Costa Rica. El Encuentro Social Multisectorial busca encauzar el descontento que existe entre la población y sectores productivos como agricultores, pescadores y cooperativas. Todos están sufriendo la crisis económica y social que vive el país que se expresa en no acceso al financiamiento porque tienen muchas deudas y considera que el Gobierno no hace lo suficiente para apoyarlos.
Albino Vargas, Secretario General de ANEP, insistió en el gran malestar que hay en la población costarricense por el camino que en materia económica y social está llevando el actual Gobierno. «Hay crecimiento de la desigualdad, ausencia de la reactivación económica, desempleo, alto endeudamiento salarial, agricultores que están abandonados y un deterioro del entorno político», agregó Vargas.
Por su parte, Mons. Quirós insistió que la presencia de la Iglesia obedece a que fueron invitados y que su deber es acompañar al pueblo en sus necesidades. “Como iglesia siempre atendemos el llamo de quienes nos invitan a dialogar de verdad, nos interesa escucharnos sobre las preocupaciones que sentimos ante la situación por la cual está atravesando el país desde lo social, lo político, lo económico hasta con los ideales de justicia social, educación, identidad nacional, bien común, entre otros”, indicó.
«Nosotros planteamos el conflicto desde ricos y pobres, no desde empresarios y obreros, o de Estado y usuario. “El objetivo es poner un plazo de un mes para entregar aquellas propuestas que hemos catalogado como urgentes”, indicó Ulises Blanco, Secretario Técnico del Encuentro Multisectorial.
UNICEF está reforzando la respuesta para atender a los 3,2 millones de niños que requieren asistencia. Ante la situación en el país, más de cuatro millones de venezolanos han decidido marcharse, en el que es ya uno de los mayores movimientos de desplazados del mundo.
Uno de cada tres niños venezolanos necesita ayuda humanitaria, según las últimas estimaciones de UNICEF que está reforzando sus operaciones en el país.
Son 3,2 millones de niños que requieren urgentemente comida, medicinas y educación porque el impacto “de la devastadora crisis económica y política” hace que no tengan acceso a los servicios básicos y se hayan revertido décadas de progresos en el país.
Según estimaciones de las Naciones Unidas:
La mortalidad infantil aumentó en un 50% entre 2014 y 2017, pasando de 14 por cada 1000 nacidos a 31 por cada 1000 nacidos vivos.
Desde principios de año se han registrado 190 casos sospechosos de difteria y 558 casos sospechosos de sarampión.
Unos 750.000 niños y adolescentes se han quedado sin escolarizar entre 2013 y 2017.
El portavoz de la agencia en Ginebra, Christophe Boulierac, explicó que no puede ofrecer datos más actualizados porque tienen muchas dificultades para acceder a información oficial.
La directora de comunicación de UNICEF, Paloma Escudero, acaba de regresar de Caracas. “La gente con la que hablé describió un cuadro muy sombrío de la situación de la salud en el país”, dijo Escudero. “Muchos médicos y enfermeras han abandonado el país. Los centros médicos están funcionando al mínimo de su capacidad debido a la escasez de medicamentos. La falta de piezas de repuesto ha paralizado las unidades móviles de salud y las ambulancias. Las mujeres embarazadas, muchas de las cuales son demasiado jóvenes y están anémicas, tienen grandes dificultades para obtener la atención que necesitan. Con el empeoramiento de la escasez de combustible, a veces ni siquiera pueden llegar a los centros de salud. Las mujeres que están a punto de dar a luz necesitan llevar sus propios suministros obstétricos cuando llegan al hospital. Para un país que ha logrado grandes progresos durante décadas en la calidad de su atención médica, esta situación es dramática”.
UNICEF / Velasquez
Desde que empezó el año, UNICEF ha organizado la entrada de 55 toneladas de ayuda, principalmente de suministros médicos que se han distribuido en 25 hospitales del país de los estados más afectados: Caracas, Miranda, Zulia, Bolívar y Táchira. Sin embargo, desde la agencia aseguran que no es suficiente.
“No estamos ni rascando la superficie”, dijo Escudero. “Millones de niños necesitan recibir vacunas, ir a la escuela, beber agua potable y sentirse protegidos. Tenemos planes para poder aumentar nuestra respuesta, pero necesitamos más fondos”.
En el último año, UNICEF ha repartido 200 toneladas de ayuda, colaborando “con aliados de ambos lados del espectro político”:
Acceso a agua potable para más de 400.000 personas.
Suplementos alimentarios para casi 75.000 niños menores de 5 años y tratamiento ambulatorio para la desnutrición aguda para otros 3500.
Tratamientos antiparasitarios para 4,3 millones de niños y mujeres embarazadas y lactantes.
Casi 9 millones de dosis de la vacuna contra la difteria, 176.000 dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, y 260.000 dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla durante una campaña nacional de inmunización.
Más de 260 equipos educativos para 150.000 niños que cursan estudios en las escuelas públicas.
Apoyo psicosocial para casi 10.000 niños y jóvenes.
Hasta el momento UNICEF ha solicitado 32 millones de dólares, de los que ha recibido 22,6 millones. Todas las agencias de la ONU que trabajan en el país necesitan 123,5 millones, de los que se ha obtenido aproximadamente la mitad.
Los venezolanos siguen abandonando el país
ACNUR- Santiago Escobar-Jaramillo
Ante esta situación, el número de venezolanos que han abandonado su país ha alcanzado ya los cuatro millones según las agencias de la ONU para los refugiados y migrantes.
Los venezolanos son ya uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo.
ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones aseguran que “el ritmo de la salida de Venezuela ha sido asombroso”. En los siete meses desde noviembre de 2018, el número de refugiados y migrantes aumentó en un millón.
El principal país de destino es Colombia, con 1,3 millones de venezolanos, seguido por Perú, donde viven 768.000. “Estas cifras alarmantes resaltan la necesidad urgente de apoyar a las comunidades de acogida en los países receptores», dijo Eduardo Stein, Representante Especial conjunto de ACNUR y OIM. «Los países de América Latina y el Caribe están haciendo su parte para responder a esta crisis sin precedentes, pero no se puede esperar que sigan haciéndolo sin ayuda internacional».
Para llamar la atención sobre la dimensión del reto, la actriz Angelina Jolie, que es enviada especial de ACNUR, visita este viernes la frontera entre Colombia y Venezuela.
Los gobiernos de la región están coordinando su respuesta ante la llegada masiva de venezolanos. El pasado mes de diciembre se lanzó un Plan de Respuesta Regional Humanitario para Refugiados y Migrantes, dirigido a 2,2 millones de venezolanos y 580.000 personas en comunidades de acogida en 16 países. Hasta ahora, el plan está financiado solo en un 21 por ciento.
Para estar informado de la actualidad internacional, descarga nuestra aplicación Noticias ONU para IOS o Android. O subscríbete a nuestro boletín.
Las diferencias políticas entre gobiernos nunca deben resolverse induciendo desastres económicos y humanitarios a la población, afirmó el experto de la ONU en el efecto negativo de las sanciones, refiriéndose a los casos de Cuba, Venezuela e Irán.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos cree que uno de los problemas es que las autoridades se niegan a reconocer las dimensiones de lo que califica como “vasta crisis humanitaria”. Además, teme que las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos “puedan contribuir a agravar la situación económica”. Por ello, afirma que es preciso que se alcance un acuerdo sobre una solución política para todos los interesados.
(Washington, D.C.) – Las denuncias de violencia por fuerzas de seguridad venezolanas en el marco de las manifestaciones en contra del gobierno aumenta el temor de graves y generalizadas violaciones de derechos humanos contra opositores en los próximos días, dijo Human Rights Watch hoy.
El 1° de mayo de 2019, las autoridades venezolanas respondieron a manifestaciones masivas en apoyo a Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional que está desafiando el poder de Nicolás Maduro en Venezuela, con violencia y detenciones generalizadas, incluyendo violencia dirigida contra periodistas que cubrían las protestas, según medios de comunicación y organizaciones venezolanas. Desde que Guaidó anunció el 30 de abril que comenzaba un levantamiento cívico y militar, las autoridades también sacaron del cable a dos canales internacionales de noticias y del aire a una de las principales radios venezolanas.
“Estamos extremadamente preocupados por la violenta respuesta de las autoridades contra los manifestantes que salieron a las calles a protestar esta semana”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Las autoridades venezolanas deben recordar que la comunidad internacional está observando de cerca sus acciones y los responsables serán eventualmente llevados ante la justicia por los abusos que cometan contra detenidos o manifestantes pacíficos”.
Varios activistas y periodistas venezolanos indicaron a Human Rights Watch y a través de medios de comunicación que las fuerzas de seguridad han disparado perdigones a quemarropa contra manifestantes en algunos casos y que grupos armados, llamados “colectivos” en Venezuela, dispararon con armas de fuego en otros. Imágenes que circularon ampliamente por las redes sociales, y fueron confirmadas por periodistas locales, muestran un vehículo blindado de la Guardia Nacional Bolivariana atropellando a manifestantes el 30 de abril.
Los incidentes dejaron decenas de personas heridas, según las denuncias, y Unicef citó reportes preliminares que indican que hay niños entre los heridos. Al menos cuatro muertes fueron reportadas, incluyendo de un niño de 14 añosque estaba participando en una manifestación en Caracas. Human Rights Watch revisó imágenes de fotografías que serían de una de las víctimas, que muestran que tenía una herida de bala en la cabeza. La víctima habría sido asesinada por colectivos, según fuentes de prensa.
La prestigiosa organización Foro Penal reportó que al menos 240 personas, incluyendo 17 menores de edad, fueron detenidos desde el 30 de abril en Caracas y 13 de los 23 estados del país.
El 30 de abril, las autoridades venezolanas quitaron a CNN y a la BBC de la televisión por cable y sacaron del aire a Radio Caracas Radio. Permanecen fuera del aire. Prestigiosas organizaciones que trabajan sobre la libertad de expresión en el país, tales como Espacio Público, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa e IPYS Venezuela, denunciaron amenazas de muerte y ataques contra periodistas que cubrían las manifestaciones, incluyendo golpizas y disparos de perdigones a corta distancia. Además, NetBlocks, una organización que monitorea limitaciones en el acceso a Internet, reportó que la compañía estatal CANTV había limitado acceso a plataformas para la transmisión de videos en vivo mientras Guaidó hablaba en una de las manifestaciones del 30 de abril.
El 1° de mayo, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU sostuvo que están “extremamente preocupados por las informaciones acerca del uso excesivo de la fuerza por fuerzas de seguridad contra manifestantes” en Venezuela.
El 30 de abril, Maduro volvió a nombrar a Gustavo González López como director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) para reemplazar al director anterior, General Manuel Ricardo Cristopher Figuera, luego de que éste cuestionara a Maduro. Cuando González López dirigió el SEBIN, entre 2014 y 2018, los agentes del SEBIN participaron en arrestos arbitrarios y abusos contra detenidos que incluyeron torturas.
“El nombramiento de González López debería encender las alarmas internacionales debido a su deplorable récord de atrocidades en el pasado”, dijo Vivanco.