Loiola XXI

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Europa debe salvar vidas migrantes en el Mediterráneo. (AMN.INT.)

#PuertoSeguroYa para las personas rescatadas en el mar

#PUERTO SEGURO YA PARA LAS PERSONAS RESCATADAS EN EL MAR

Solidaridad, humanidad, justicia, dignidad, responsabilidad,… Son muchas las razones por las que los Estados europeos deben priorizar salvar vidas e impulsar el desembarco inmediato en puerto seguro de las personas rescatadas en el mar.

Sin embargo las muertes en el Mediterráneo siguen ocurriendo ante la mirada indiferente de los gobiernos europeos. Para muestra botón: Tan solo en 2019 ya son 909 personas las que han perdido la vida en el mar Mediterráneo.

Todo el mundo pudo contemplar casos como el del Open Arms, en el que la falta de un acuerdo europeo hizo que cientos de personas que necesitaban asistencia urgente fueran obligadas a permanecer semanas en el mar. ¡No podemos permitir que algo así vuelva a ocurrir!

Urge acordar un mecanismo europeo para el desembarco en el puerto seguro más cercano junto a la acogida de las personas solicitantes de asilo entre los Estados europeos.

Además, es necesaria una política decidida con recursos apropiados de los Estados para salvar vidas en el Mediterráneo. Mientras esto no ocurra, son las ONGs las que están llevando a cabo actividades de salvamento para no abandonar a su suerte a quienes se lanzan al mar en busca de una vida mejor o huyendo de la persecución.

El Gobierno español puede y debe ser parte de la solución: participará en una reunión de representantes de Estados europeos el próximo 23 de septiembre en Malta donde se debatirá un posible acuerdo. PRESIONA para que mueva ficha. No tenemos tiempo que perder.

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MSF vuelve al Mediterráneo

MSF vuelve al Mediterráneo para salvar vidas: buscar seguridad no es un crimen

El nuevo barco que utiliza la organización humanitaria Médicos sin Fronteras para la causa, el Ocean Viking, está operado conjuntamente con la ONG francesa SOS Mediterranée. Trabajan en equipo vigilando esta ruta marítima que está considerada actualmente como la más mortal de todo el mundo.

Sofía Lobos – Ciudad del Vaticano

A través de un comunicado, la organización internacional sanitaria explica que ha reanudado sus operaciones de búsqueda y rescate para salvar vidas en el Mediterráneo central, a la vez que condena la inacción de los gobiernos europeos para hacer frente a esta crisis humanitaria.

 

El nuevo barco que utilizan para la causa, el Ocean Viking, está operado conjuntamente con la ONG francesa SOS Mediterranée. Trabajando en equipo se encargan de vigilar esta ruta marítima que está considerada actualmente como la más mortal de todo el mundo.

En lo que va de año, al menos 426 hombres, mujeres y niños han muerto al intentar alcanzar Europa, 82 de ellos en un solo naufragio ocurrido hace tan sólo dos semanas.

Además, los buques comerciales se encuentran en una posición insostenible, atrapados entre el deber de rescatar y el riesgo de quedar varados en el mar durante semanas debido al cierre de los puertos de varios países y la incapacidad de los Estados de la UE para acordar un mecanismo de desembarque.

Ataques a los centros de detención

Por otra parte, los combates que asuelan Trípoli, la capital de Libia, desde hace más de tres meses han provocado el desplazamiento de más de 100.000 personas y han dejado atrapados y sin capacidad para huir a refugiados y migrantes en los centros de detención. Los enfrentamientos se han cobrado ya la vida de 60 de estas personas.

Asimismo, las evacuaciones humanitarias fuera de Libia siguen siendo únicamente puntuales e inadecuadas, dejando la ruta mortal por el Mediterráneo como una de las únicas vías de escape posible. Mientras tanto, MSF denuncia que los gobiernos europeos están violando sus obligaciones legales y los principios humanitarios que firmaron anteriormente, al apoyar a la Guardia Costera Libia para que devuelva a estas personas vulnerables a Libia, en algunos casos a centros de detención donde quedan expuestos a disparos y ataques aéreos, como lo atestigua el ejemplo más reciente del centro de detención de Tayura.

70 millones de desplazados en todo el mundo

Ante semejante panorama, MSF recuerda que el mundo ha cumplido otro triste récord: 70 millones de personas desplazadas y refugiadas en toda la tierra. Es la cifra más alta desde la segunda Guerra Mundial.

 

Hablamos de millones de personas obligadas a dejar sus países, expulsadas de sus hogares por la violencia y la guerra. Algunas son desplazados internos dentro de su propio país, y otras han cruzado las fronteras para convertirse en refugiados. Se trata de hombres, mujeres y niños sometidos a constantes abusos y que no tienen cubiertas sus necesidades más básicas, en especial de atención médica, cobijo, alimentación, agua y saneamiento.

Ya sea en el Mediterráneo, en México, en Etiopía, en Sudán del Sur, en Nigeria, Bangladesh… en todo el mundo, existen grandes movimientos de población motivados por las necesidades extremas y la miseria, a lo largo de rutas migratorias a menudo peligrosas y marcadas por la explotación y la violencia. En este sentido, la organización señala que por su extrema vulnerabilidad, los refugiados, migrantes y solicitantes de asilo son la prioridad: «estamos comprometidos con ellos».

MSF vuelve al Mediterráneo 

En este contexto, David Noguera, presidente de MSF en España, asegura que la inacción de los gobiernos europeos y su nociva política migratoria no han hecho otra cosa que aumentar las posibilidades de morir en el mar. «En lo que va de año, al menos 426 hombres, mujeres y niños han muerto al intentar alcanzar Europa en la que ya es la ruta migratoria más mortal del mundo. 426 muertes y un sufrimiento inhumano que podían haberse evitado», concluye.

«Migrar no es un crimen»


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El Papa sobre los últimos naufragios de migrantes en el Mediterráneo

MigrantesMigrantes  (ANSA)

Papa a comunidad internacional: garantizar seguridad a migrantes

Después del rezo de la oración del Ángelus, el Papa Francisco expresó su tristeza por el dramático naufragio de una embarcación en la que se transportaban más de doscientas personas. En este hecho desaparecieron en las aguas del Mediterráneo al menos 116 migrantes

Manuel Cubías – Ciudad del vaticano

El Papa recordó a las decenas de migrantes que han perdido la vida en las aguas del Mediterráneo esta semana. Según relatos de los sobrevivientes, la embarcación había salido de una playa próxima a la ciudad de Khoms y fueron rescatados por la Guardia Costera de Libia.

Llamado a comunidad internacional

Francisco expresó: “Reitero mi sincero llamamiento a la comunidad internacional para que actúe con rapidez y decisión, evite que se repitan esas tragedias y garantice la seguridad y la dignidad de todos.  Los invito a orar conmigo por las víctimas y sus familias y desde el corazón preguntarnos: Padre, ¿Por qué?”.

El Papa también saludó a los peregrinos de Roma, de Italia y de otras partes del mundo, así como a las familias, grupos parroquiales y asociaciones presentes en la oración del Ángelus.

El Papa dirigió un particular saludo “a las Hermanas de Santa Isabel de diferentes países, al grupo AVART Organización Internacional de Arte y Cultura Mexicana de Puebla (México) y a los jóvenes de la Parroquia de Santa Rita da Cascia de Turín”.  Y añadió: “Veo una bandera uruguaya, pero no veo el mate. También una bandera polaca. Saludos a todos”.


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Los naufragios de migrantes en el Mediterráneo. Llamamiento ONU

Horrorizada, la ONU pide que se reanuden las operaciones de rescate de migrantes en el Mediterráneo

ACNUR/ Marco Rotunno
Personal de ACNUR recibe a sobrevientes del Mediterráneo en Messina, Sicilia. Foto: ACNUR/Marco Rotunno

26 Julio 2019

Altos dirigentes de la ONU han expresado su horror por el naufragio en el que presumiblemente han muerto 150 personas, la peor tragedia en el Mediterráneo en lo que va de año. También piden que se trate a los refugiados y migrantes con dignidad y respeto, además de que se creen rutas seguras y legales para quienes huyen de sus países.

Varios dirigentes de diferentes partes de las Naciones Unidas han pedido este viernes que se reanuden las operaciones de búsqueda y rescate de migrantes y refugiados en el Mediterráneo tras conocerse la noticia del naufragio ayer de una embarcación, en el que se teme hayan muerto ahogadas 150 personas, entre ellas mujeres y niños.

La Organización Internacional para las Migraciones publicó un informe en el que indicó que 14 personas, principalmente eritreos y sudaneses, fueron devueltas a las costas de Libia, país en guerra. Sus testimonios señalan que en la nave podían viajar unos 250 migrantes y refugiados antes de que zozobrara debido a fallo del motor.

La tragedia se produjo apenas dos días después del consenso alcanzado en París entre los Estados europeos para evitar más tragedias como esta y en la que la ONU pidió que no se criminalicen los rescates en el mar y que los rescatados enviados de vuelta a Libia.

En un tuit, el Secretario General de la ONU ha dicho estar “horrorizado” por la tragedia e hizo un llamamiento para “la creación de rutas seguras y legales para los refugiados y migrantes” que huyen de sus países.

El Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, y la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Henrietta Fore, se hicieron eco de las palabras de António Guterres y también pidieron que cese el arresto arbitrario de los refugiados y migrantes que se encuentran retenidos en centros de detención.

Aliviar el sufrimiento de los atrapados en Libia

Por su parte, un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados reiteró durante una rueda de prensa en Ginebra que la perdida de vidas muestra “la urgente necesidad” de que los Estados reanuden las operaciones de búsqueda y rescate y “ayuden a aliviar el sufrimiento de los miles de refugiados y migrantes que están atrapados en el conflicto de Libia”.

El portavoz se hacía así eco de la petición que Grandi hizo el 23 de julio cuando dio la bienvenida al consenso alcanzado en París por la Unión Europea para evitar más muertes de migrantes y refugiados libios en el Mediterráneo.

En una declaración conjunta, Grandi y el director de la Organización Internacional para las Migraciones, António Vitorino, pidieron que, además, la Unión Europea reanudase las tareas de búsqueda y rescate de migrantes que dejó en suspenso.

«El statu quo, donde las operaciones de búsqueda y rescate a menudo se dejan a ONG o embarcaciones comerciales, no puede continuar. Se necesita una operación de búsqueda y rescate de la Unión Europea, similar a los programas que hemos visto en los últimos años», aseguraron en un comunicado.

El portavoz de ACNUR en Ginebra también reiteró la solicitud de la agencia para obtener ayuda adicional, como nuevos lugares de reasentamiento y buscar rutas seguras fuera de Libia para las personas vulnerables; así como que se adopten mayores medidas para arrestar y procesar a traficantes de personas.

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Seis personas fallecieron a diario al intentar cruzar el Mediterráneo en 2018

Pese a una importante disminución en el número de llegadas de migrantes y refugiados a las costas europeas, el año pasado murieron 2275 personas en la travesía. España encabeza el número de entradas al continente por esta vía por primera vez en los últimos años.

Artículo 14: derecho al asilo

(De la serie 30 artículos sobre los 30 artículos)

En 1950, dos años después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), se creó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Se estableció que dicha agencia de la ONU tendría tres años para ayudar a los millones de europeos que habían huido o perdido sus hogares durante la Segunda Guerra Mundial, y luego sería disuelta.


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Más de 150 migrantes muertos por naufragio en el Mediterráneo.

migrantes masacre MediterráneoMigrantes en una embarcación en el Mediterráneo  (ANSA)

Otra tragedia de migrantes en el Mediterráneo: más de 150 muertos

Dos embarcaciones con unas 300 personas a bordo se dieron vuelta en las aguas del mar Mediterráneo cerca de Khoms, a unos 120 km de Trípoli, en Libia. Después de ser ayudados sólo por unos pocos pescadores, los náufragos recibieron atención médica de Ong locales

Los equipos de Médicos Sin Fronteras en Libia, han rescatado en el puerto de Khoms a los supervivientes del nuevo naufragio de ayer, que causó al menos 70 muertos y 100 desaparecidos. «La terrible noticia de este nuevo y trágico naufragio demuestra una vez más el elevado coste humano de la situación actual en Libia y la falta de una capacidad adecuada de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central», declaró Julien Raickman, jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Libia. “Hay más de 100 desaparecidos», relata, «muchos de los cuales podrían haberse ahogado», según los primeros testimonios de los supervivientes visitados por MSF. Los equipos de MSF brindaron atención médica a dos grupos de sobrevivientes, de 82 y 53 personas respectivamente. “Primero proporcionamos asistencia y estabilizamos las condiciones más urgentes y trasladamos a 7 personas al hospital para que recibieran tratamiento médico salvavidas. Los pacientes están en estado de shock y tienen síntomas pre-ahogamiento, como hipoxia e hipotermia”.

ONU: la peor tragedia de este año en el Mediterráneo

Para Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), es la peor tragedia en el Mediterráneo este año. Grandi también pidió que se reanuden las operaciones de rescate marítimo y se «ponga fin a la detención de refugiados e inmigrantes en Libia”. El aumento de “las rutas seguras fuera de Libia debe hacerse ahora, antes de que sea demasiado tarde para muchas de las personas más desesperadas».

Save the Children: Europa no puede permanecer inerme ante tales tragedias

Save the Children considera «absolutamente inaceptable que Europa permanezca inerme ante la tragedia que sigue teniendo lugar en sus puertas. Según las últimas estimaciones disponibles, en los primeros 5 meses del año, 1 de cada 14 de los que intentaron cruzar el Mediterráneo perdió la vida y en estos casos los menores son los más vulnerables. Mientras que la situación de seguridad en Libia empeora día a día, los refugiados y migrantes tienen pocas opciones: quedan atrapados en el país o huyen a través del Mediterráneo o del desierto nigeriano. Entre ellos hay muchos menores, adolescentes y a veces poco más que niños, a menudo viajando solos. Según Save The Children, «salvar vidas debe ser la principal preocupación de los Estados miembros de la UE. También es esencial que la comunidad internacional, y en primer lugar Europa, multiplique sus esfuerzos para crear rutas de acceso seguras desde las zonas de crisis o de tránsito, para evitar que decenas de miles de personas se vean obligadas a depender de los traficantes, poniendo sus vidas en grave peligro, para cruzar el mar Mediterráneo, como lamentablemente nos ha demostrado esta enésima tragedia.


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Impresionante ceremonia en Roma por los migrantes muertos en sus desplazamientos

Refugiados: en Roma Vigilia de oración «morir de esperanza»

Muchos asistieron ayer a la iglesia Santa María en Trastevere a la Vigilia organizada por la Comunidad de Sant’Egidio. Se pronunciaron los nombres de algunos refugiados que murieron en el último año en el mar o en rutas terrestres. La mortalidad aumentó a pesar de la disminución de los desembarques. El Card. Farrel afirmó: escuchar el «grito de angustia de muchas personas durante los viajes de esperanza”

Ciudad del Vaticano

«Alain, Mulela, Nadia, Youssef…». En una basílica llena de hombres y mujeres de muchos países del mundo, junto con los que los acogieron y se comprometieron a su integración, resonaron los nombres de los que no pudieron cruzar el mar. La vigilia «morir de esperanza», organizada en Santa Maria en Trastevere por la Comunidad de Sant’Egidio junto con numerosas asociaciones que trabajan cada día para dar un futuro a los que llegan a nuestro país (Acli, Associazione Centro Astalli, Caritas Italiana, Federazione delle Chiese Evangeliche in Italia, Fondazione Migrantes, Agenzia Scalabriniana per la Cooperazione, Comunità Papa Giovanni XXIII) para recordar a las más de 38.000 víctimas de los viajes marítimos y terrestres que se han producido en Europa desde el año 1990 hasta hoy.

Ahora son más de 2.500 las personas que han llegado a través de los corredores humanitarios no sólo a Italia, sino también a Francia, Bélgica y Andorra. Hoy el Presidente de la República, Sergio Mattarella, también habló de ello, expresando su «gratitud» a la sociedad civil que los ha hecho posibles con la colaboración del Estado.

Las tragedias del mar no han terminado en absoluto

En el último año, desde junio de 2018 hasta hoy, 2389 personas han sido asesinadas, mientras que en la primera mitad de 2019 ya han muerto 904 personas en el mar, con un aumento de mujeres y niños que han perdido la vida en cruces cada vez más peligrosos. De hecho, frente a la disminución de los desembarques, el porcentaje de muertos y desaparecidos ha aumentado: si en 2017, considerando sólo el Mediterráneo Central, la tasa de mortalidad de los que se embarcaron en un «viaje de esperanza» era de 1 de cada 38, en 2018 era de 1 de cada 14. «Las muertes en el mar no son una estadística, sino una tragedia de la humanidad ante la que no podemos permanecer indiferentes – comentó el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo : “Desde Santa Maria en Trastevere hacemos un llamamiento para que se abran urgentemente nuevos corredores humanitarios y nuevas vías legales de entrada en Europa”.

Card. Farrell: un drama olvidado en una sociedad que se vuelve inhumana

En su homilía, el Cardenal Joseph Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, nos invitó a escuchar el «grito de angustia lanzado por muchas personas durante los viajes de esperanza, a merced del mar embravecido y del clima adverso, y sobre todo a merced de la crueldad de los hombres indiferentes a su sufrimiento, su dignidad, su vida». Recordando el Mensaje del Papa Francisco para la 105ª Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, el cardenal concluyó: «Una sociedad que ya no es capaz de cuidar de los más vulnerables se vuelve inhumana».

Se anuncian los nombres de algunos refugiados que murieron en el último año en el mar

Durante la vigilia se pronunciaron en voz alta algunos de los nombres de los que murieron en el mar en el último año, acompañados por el encendido de velas en su memoria y por cantos en sus propias lenguas, cantados por los propios refugiados. Algunos de ellos han sido compañeros de viaje de aquellos que han recordado.

Una iniciativa para salvar, acoger e integrar a los que huyen de la guerra

“Morir de esperanza», que también se celebrará en otras ciudades italianas y europeas en los próximos días (ver http://www.santegidio.org), ha sido promovida para no olvidar la expectativa y, al mismo tiempo, el sufrimiento de los que buscan protección en Europa, para no resignarse o acostumbrarse a las tragedias, sino para comprometerse con un mundo más humano y justo. Asociaciones que, ante el gran debate sobre la inmigración de los últimos meses, reclaman la continuidad del rescate, la acogida y la integración de las personas que huyen de la guerra, pero también el aumento de los corredores humanitarios, el aumento del número de reasentamientos de refugiados que han abandonado su país y la reapertura de vías legales por motivos de trabajo. Sólo así nuestras sociedades podrán ser más inclusivas y, por tanto, más seguras.


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Discurso conclusivo del Papa en el Congreso sobre la teología y el Mediterráneo.

El Papa delinea los “criterios evangélicos” para una teología de la acogida

“En un contexto como el del Mediterráneo la teología más adecuada para vivir y obrar es una teología de la acogida”. Discurso del Santo Padre en el Encuentro de la Pontificia Facultad Teológica de Italia Meridional: “La teología después de la Veritatis Gaudium en el contexto del Mediterráneo”.

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano

“La teología después de la Veritatis Gaudium es una teología kerigmática, una teología del discernimiento, de la misericordia y de la acogida, que se pone en diálogo con la sociedad, las culturas y las religiones para la construcción de la convivencia pacífica de los individuos y de los pueblos”, lo dijo el Papa Francisco en su discurso conclusivo en el Encuentro sobre “La teología después de la Veritatis Gaudium en el contexto del Mediterráneo”, evento organizado por la Pontificia Facultad Teológica de Italia Meridional de Nápoles, este viernes, 21 de junio de 2019.

Criterios para una teología después de la Veritatis Gaudium

El Santo Padre en su intervención conclusiva, delineó los “criterios evangélicos” para poder hacer teología después de su Constitución Apostólica publicada en 2017, con el cual ha querido dar un nuevo impulso para la renovación de la teología para una Iglesia en salida. Sobre todo, el Papa dijo que en un contexto como el del Mediterráneo la teología más adecuada para vivir y obrar es “una teología de la acogida” que tiene como criterios y elementos el “kerigma, el diálogo, el discernimiento, la colaboración y la red, que traducen el modo en el cual el Evangelio ha sido vivido y anunciado por Jesús y con el cual puede ser también hoy transmitido por sus apóstoles”.

Kerigma y diálogo, elementos para renovar la teología

En su intervención, el Papa Francisco explicó que, “en el Proemio de Veritatis Gaudium se menciona la profundización del kerigma y del diálogo como criterios para la renovación de los estudios, lo que significa que están al servicio del camino de una Iglesia que pone cada vez más en el centro la evangelización”. En diálogo con las culturas y las religiones, precisó el Pontífice, la Iglesia anuncia la Buena Nueva de Jesús y la práctica del amor evangélico que Él predicaba como síntesis de toda la enseñanza de la Ley, de las visiones de los Profetas y de la voluntad del Padre. En este sentido, el diálogo es ante todo un método de discernimiento y de anuncio de la Palabra de amor que se dirige a cada persona y que quiere ser vivida en el corazón de cada uno. Sólo escuchando esta Palabra y en la experiencia del amor que comunica se puede discernir la relevancia del kerigma.

En este sentido del proceder dialógico es San Francisco de Asís quien explica cómo el diálogo y el anuncio pueden tener lugar, dando testimonio del amor de Dios por todos los hombres. Sirve docilidad al Espíritu, es decir, “un estilo de vida y de anuncio sin espíritu de conquista, sin voluntad de proselitismo y sin una intención agresiva de rebatir”. Un diálogo con las personas y sus culturas que incluye también el testimonio hasta el punto de sacrificar la vida, como lo hicieron, entre otros, Charles de Foucauld, los monjes de Tibhirine, el Obispo de Orán, Pierre Claverie.

Diálogo y colaboración para una teología de la acogida

Otro de los criterios que el Santo Padre presentó para poder hacer una teología de la acogida es el diálogo en colaboración y apertura a la cultura. Este diálogo se establece fomentando cursos de lengua y cultura árabe y hebrea en las facultades de teología para fomentar las relaciones con el judaísmo y el islam, entendiendo sus raíces y diferencias comunes. Con los musulmanes, señaló el Papa, “estamos llamados al diálogo para construir el futuro de nuestras sociedades y nuestras ciudades”, “a considerarlos socios para construir una convivencia pacífica, incluso cuando se producen episodios espeluznantes de grupos fanáticos enemigos del diálogo”. Con los judíos, para “vivir mejor nuestra relación a nivel religioso”. El Mediterráneo – observó el Papa – es un “puente” entre Europa, África y Asia, un espacio para construir una “gran tienda de la paz donde los diferentes hijos del padre común Abraham puedan vivir juntos.

El diálogo como método de estudio y hermenéutica

En este sentido, el Santo Padre presentó dos ejemplos concretos de como el diálogo que caracteriza una teología de la acogida puede ser aplicado a los estudios eclesiásticos. El primero, el diálogo puede ser un método de estudio, además que de enseñanza. Cuando leemos, interpretamos y nos confrontamos con un texto entramos en diálogo con él, con su mundo del cual es expresión, este es una forma de diálogo. El segundo, es que el diálogo se puede realizar como hermenéutica teológica en un tiempo y en un lugar específico. En nuestro caso, precisó el Pontífice, el Mediterráneo al inicio del tercer milenio.

La teología de la acogida y la escucha

Prosiguiendo con su explicación de los criterios evangélicos para una teología de la acogida, el Papa Francisco señaló que, el diálogo como hermenéutica teológica presupone y comporta la escucha consciente. Esto significa escuchar la historia y el vivir de los pueblos que están alrededor del Mediterráneo. Esta escucha debe ser profundamente interna a las culturas y a los pueblos de esta región porque el Mar del Mediterráneo, es el mar del mestizaje, abierto al encuentro, al diálogo y a la reciproca inculturación. En este sentido, la realidad multicultural y pluri-religiosa del Mediterráneo, precisó el Papa, se forma con estas narraciones, el diálogo nace de la escucha de las personas y de los textos de las grandes religiones monoteístas, sobre todo de la escucha de los jóvenes.

Una teología interdisciplinar

Asimismo, el Santo Padre subrayó que, “una teología de la acogida que adopta como método interpretativo de la realidad el discernimiento y el diálogo, necesita teólogos que sepan trabajar juntos y en forma interdisciplinar, superando el individualismo en el trabajo intelectual”. En este camino continuo de salida de uno mismo y de encuentro con el otro, recordó el Papa, es importante que los teólogos sean hombres y mujeres de compasión, tocados por las esclavitudes de hoy, las plagas sociales, las guerras y las enormes injusticias que sufren tantos pobres que viven en las orillas de este “mar común”. La interdisciplinariedad como criterio para la renovación de la teología y de los estudios eclesiásticos implica el compromiso de revisar y reinterpretar continuamente la tradición. En efecto, la escucha de los teólogos cristianos no nace de la nada, sino de un patrimonio teológico que, precisamente en el espacio mediterráneo, tiene sus raíces en las comunidades del Nuevo Testamento, en la rica reflexión de los Padres y en muchas generaciones de pensadores y testigos.

Una teología en red

El Papa Francisco también dijo que, la teología después de la Veritatis Gaudium es una teología en red y, en el contexto del Mediterráneo, en solidaridad con todos los “naufragios” de la historia. La teología – teniendo la mente y el corazón fijos en el Dios misericordioso y compasivo, afirmó el Papa – puede ayudar a la Iglesia y a la sociedad civil a retomar el camino en compañía de tantos naufragios, animando a los pueblos del Mediterráneo a rechazar toda tentación de reconquista y cerrazón de su identidad. Por ello, precisó el Pontífice, el trabajo de las facultades de teología y de las universidades eclesiásticas contribuye a la construcción de una sociedad justa y fraterna, en la que el cuidado de la creación y la construcción de la paz son el resultado de la colaboración entre instituciones civiles, eclesiales e interreligiosas. Es sobre todo un trabajo en la «red evangélica», es decir, en comunión con el Espíritu de Jesús, que es el Espíritu de la paz, el Espíritu del amor que actúa en la creación y en el corazón de los hombres y mujeres de buena voluntad de toda raza, cultura y religión.

La teología después de la Veritatis Gaudium

Finalmente, el Santo Padre explicó que la tarea de la teología después de la Veritatis Gaudiumes la de sintonizar con el Espíritu de Jesús Resucitado, con su libertad de ir por el mundo y llegar a las periferias, incluso a las del pensamiento. Los teólogos tienen la tarea de fomentar siempre el encuentro de las culturas con las fuentes de la Revelación y de la Tradición. Gracias a Dios, recordó el Papa, las fuentes primeras de la teología, es decir, la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, son inagotables y siempre fecundas; por lo tanto, se puede y se debe trabajar en la dirección de un «Pentecostés teológico», que permita a las mujeres y a los hombres de nuestro tiempo escuchar «en su propio lenguaje» una reflexión cristiana que responda a su búsqueda de sentido y de vida plena. Para que esto suceda, ciertas condiciones son indispensables, como por ejemplo: partir del Evangelio de la misericordia, asumir seriamente la historia en el seno de la teología, mantener la libertad teológica y adoptar una estructura ligera y flexible que den prioridad a la acogida y el diálogo, al trabajo interdisciplinar y en red.

El saludo del Decano de la Facultad al Santo Padre

En el dar su bienvenida al Romano Pontífice, el Decano de la Facultad de Teología del Sur de Italia, Padre Giuseppe Di Luccio, S.I. indicó el propósito de los presentes: “educar a una comprensión del Mediterráneo como espacio y tiempo para una teología que, en diálogo con las instituciones civiles, los representantes de otras confesiones y religiones y con mujeres y hombres de buena voluntad, contribuya a desarrollar un nuevo humanismo construyendo una sociedad fraterna y solidaria y superando las desconfianzas, los miedos y las dificultades que las diferencias religiosas y culturales pueden provocar”.

Asimismo,  le manifestó que su participación en este Congreso es “un don especial del Espíritu Santo”: “Que este Espíritu, que hemos visto actuar a lo largo de los meses de preparación de la conferencia, por intercesión de la Santísima Virgen María y de San Luis Gonzaga, nos asista en el trabajo de hoy y nos renueve; que nos ilumine, guíe y acompañe en el trabajo que nos espera -dondequiera que estemos- en el área mediterránea, que vemos representada en su extraordinaria belleza por este lugar; y en el tiempo comprendido por la carrera del anuncio del Evangelio, que nos comunica la luz y la alegría de la Verdad: la misericordia del Padre, revelada en la vida en plenitud del Amor de Jesús”, deseó.


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Una teología especial para el Mediterráneo? El Papa en un congreso en Nápoles.

Visita del Papa Francisco a NápolesVisita del Papa Francisco a Nápoles  (Vatican Media)

Nápoles: caminos hacia un Mediterráneo de convivencia pacífica y tolerante

Hoy el Papa está en Nápoles para escuchar y luego, dirigir un discursoa los participantes en la Conferencia de la Pontificia Facultad Teológica del Sur de Italia. Ocho ponentes le precedieron con sus respuestas a los retos que el contexto del Mediterráneo presenta hoy

Gabriella Ceraso – Nápoles

¿Cuáles son las mejores soluciones a las contradicciones y desafíos que caracterizan a la región mediterránea? Esta es la pregunta que es el leitmotiv de las conferencias del viernes por la mañana en la Conferencia de Nápoles que comenzó ayer jueves, y que concluirá con las palabras del Pontífice dedicadas a la teología más adecuada al contexto del Mediterráneo.

Escuchar el informe

El Papa en la Facultad de Teología de Nápoles. Decano: construir juntos una sociedad fraterna

Francisco llegó a Nápoles como conferenciante y ocupó su lugar en el gran escenario blanco que se encontraba en el patio de la Pontificia Facultad Teológica del Mediterráneo – PFTIM – teniendo a sus orillas precisamente el Mediterráneo, protagonista de la crónica de nuestro tiempo y de la historia y cultura de esta ciudad. Ayer, jueves, los desafíos, hoy, viernes, las soluciones posibles: ayer la Conferencia trató sobre las migraciones, las confrontaciones culturales, las religiones, los muros, las guerras; hoy es el momento de responder con los «lugares de diálogo»: el arte, el discernimiento, el conocimiento histórico, el respeto interreligioso y una teología renovada. Pino Di Luccio, decano de la sección de San Luis de la Facultad que organiza el evento, hay siete conferenciantes que precederán el discurso del Papa.

El arte, un lugar de encuentro

El arte como bien común que no discrimina y que tiene como objetivo contarlo al hombre mismo. Las obras de arte no conocen prejuicios de clase ni de raza; en el arte, como dijo el Papa, «no hay descartes», su verdad precede a cualquier división. El profesor Giorgio Agnisola, crítico de arte y escritor, habla de ello y presenta el arte como un verdadero punto de partida para hablar del diálogo en el Mediterráneo. Pero el arte es también el lugar de encuentro de los «buscadores de sentido» de hoy como de ayer. El jesuita Jean Paul Hernández, profesor de Teología Dogmática en la sede de Posillipo, habla de ello.

«El arte sacro en el Mediterráneo es un lugar cada vez más frecuentado por millones de turistas, por personas que vienen a visitar nuestros monumentos, y se convierte en un lugar de diálogo entre diferentes culturas y diferentes religiones por dos razones: la primera es porque el arte trabaja con imágenes primordiales, con arquetipos que pertenecen a todas las religiones. Decir lo divino, decir el misterio del hombre y su relación con el más allá, con trascendencia, todas las religiones utilizan la misma gramática y luego tocan cada cultura muy profundamente.

La segunda razón es que, en este momento, en nuestra civilización, en nuestro tiempo, estos monumentos llenos de significado, son cada vez más buscados por millones y millones de turistas que de alguna manera se colocan allí, en diálogo con los otros viajeros que son los migrantes. Y así sucede algo extraordinario en nuestras iglesias: el encuentro entre migrantes y turistas en busca de sentido.

El arte, dice Hernández, es por tanto un «lugar privilegiado para el diálogo interreligioso», «es un lugar de encuentro, es un «lenguaje común que nos hace comprender más allá de la pertenencia, algo que sale del corazón de cada hombre y de cada mujer».


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Migrantes: fuerte incremento de víctimas en las costas de España hacia Europa.

Se dispara el número de muertes de migrantes intentando llegar a España por El Mediterráneo

© ACNUR/Markel Redondo
Un bote de la Guardia Costera de España después de rescatar a 146 migrantes y refugiados del Mediterráneo.

21 Diciembre 2018

Un grupo de embarcaciones varadas en el mar con migrantes a bordo fue rescatado de la costa española el jueves. Se cree que al menos 25 personas están muertas o desaparecidas, entre ellas una mujer embarazada, informaron dos agencias de la ONU.

El número de muertes en la ruta migrante del Mediterráneo Occidental desde África a España ha aumentado rápida y significativamente en los últimos tres meses, informó este viernes la Organización Internacional para las Migraciones(OIM).

El jueves, la Guardia Costera española rescató seis  embarcaciones, de cuyos pasajeros 13 murieron y 12 desaparecieron en el mar. Uno de los botes llevaba 33 personas a bordo que lograron ser rescatadas luego de que una gran ola golpeara la embarcación lanzando varias personas al agua. En un segundo bote, viajaban 57 personas a bordo y una que había fallecido.

“Había dos botes con personas muertas a bordo en el momento del rescate, así que puedan imaginar lo traumático que fue para las personas rescatadas”, aseguró Liz Throsell, la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

En una de las embarcaciones encontradas en el estrecho de Gibraltar, en el Mar Mediterráneo occidental, había una madre y su hijo de dos años que fue evacuado en un helicóptero, luego de que se descubrió que estaba sufriendo de hipotermia.

Throssel añadió que muchos de los sobrevivientes están recluidos en centros de detención en el Puerto de Almería en España. “Nuestro socio en la implementación está allí para brindarles a las personas información y apoyo, así como para ayudar a cualquier posible protección y otras necesidades y, por supuesto, para promover el acceso al proceso de asilo para quienes lo necesiten”, explicó.

Aumento de las muertes

En 2018, la OIM ha documentado un total de 769 muertes en la ruta que une a Marruecos y España.  El número de muertos ha aumentado rápidamente en los últimos 3 meses. Son más del triple de los fallecimientos y desapariciones contabilizados por el organismo el año pasado, 546 vidas más, lo que supone un aumento del 71%.

El portavoz de la agencia, Joel Millman, entregó este viernes ante periodistas en Ginebra las últimas estadísticas generales sobre la mortal ruta de la migración del Mediterráneo. Hasta el 19 de diciembre, 113.000 inmigrantes habían ingresado a Europa por mar en lo que va del año: el número más bajo registrado en cinco años.

Sin embargo, recientemente, la tasa de mortalidad de los migrantes que intentaban llegar a España ha comenzado a aumentar trágicamente.

«Lo que es sorprendente es la rapidez con la que ese número ha aumentado en los últimos tres meses», aseguró Millman, añadiendo que es probable que haya más incidentes mortales en los próximos diez días.

 


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Más de 2.000 personas han muerto este año atravesando el Mediterráneo

Más de 2000 personas han muerto intentando cruzar el Mediterráneo en lo que va de año

UNICEF / Alessio Romenzi
Una barca con decenas de sirios llega a las costas de Lesbos, en Grecia, en septiembre de 2015.

6 Noviembre 2018

La mayoría de las víctimas fallecieron en el Mediterráneo central, entre Libia e Italia, a pesar de que España es el país europeo donde se están produciendo más llegadas. Se trata de la ruta marítima más peligrosa del mundo para refugiados y migrantes. La Agencia de la ONU para los Refugiados pide que se permita a las ONG llevar a cabo operaciones de rescate.

Cuatro personas aparecieron muertas frente a las costas de Cádiz, en España este lunes. Viajaban en una embarcación de madera que encalló al llegar a la costa en un arrecife en la playa de Los Caños de Meca. Los supervivientes relataron como vieron hundirse a sus compañeros. Otros 13 inmigrantes perdieron la vida cerca de Melilla al tratar de acceder a España en patera. Los efectivos de emergencias encontraron a los fallecidos dentro de una embarcación con, al menos, otros 40 inmigrantes.

Estas dos últimas tragedias han hecho que la cifra de muertos al intentar cruzar el Mediterráneo haya sobrepasado los 2000 este año.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), un total de 150.000 solicitantes de asilo y migrantes han conseguido llegar a Europa en 2018. El nivel es similar a los registrados antes de 2014, cuando comenzó la gran crisis de refugiados en Europa. Sin embargo, el número de muertes ha aumentado fuertemente, particularmente en el Mediterráneo central (entre la costa del norte de África e Italia), donde se han registrado la mitad de los fallecimientos.

“Durante muchos años, el Mediterráneo ha sido la ruta marítima con mayor mortalidad para refugiados y migrantes en el mundo, que siga siendo así debería ser inaceptable para todos”, decía Charlie Yaxley, el portavoz de ACNUR.

En septiembre, uno de cada ocho migrantes que cruzaban murió, lo que, según ACNUR, se debe en gran parte a la reducción en las operaciones de búsqueda y rescate.

Algunas organizaciones humanitarias han tenido que dejar de rescatar en el mar por las restricciones logísticas y legales que han impuesto los países europeos. Esto ha hecho que en el Mediterráneo central ahora mismo no haya ningún barco de estas organizaciones. «Si las operaciones de rescate de las ONG se detienen completamente, estamos ante el riesgo de volver a la misma peligrosa situación que vimos en Italia después de que la operación naval Mare Nostrum terminó en 2015 y cientos de personas murieron en un solo incidente cerca de la costa de Lampedusa», comentó el portavoz.

La mayoría de los muertos se han ahogado intentando alcanzar Italia, aunque España se ha convertido en el principal destino de los migrantes este año. Más de 47.000 personas han llegado al país, comparados con unos 21.880 a Italia y 26.800 a Grecia.

La guardia costera de Libia vigila las aguas del país, pero es un área de más de 160 kilómetros cuadrados, por lo que necesitan apoyo. ACNUR pide que se permita contribuir a las operaciones de rescate a las organizaciones que quieran y recuerda que todas las personas que son encontradas en aguas internacionales, es decir más allá de 12 millas náuticas de aguas territoriales libias, no deben ser devueltas a Libia, donde “las condiciones no son seguras”.

Propuesta regional

“Es urgente romper el impasse actual y dejar de tomar decisiones bote a bote de donde desembarcan los pasajeros rescatados. ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones han propuesto una solución regional que daría claridad y predictibilidad a las operaciones”, recordó el portavoz.

Las dos agencias propusieron un enfoque “colaborativo” entre la Unión Europea, la ONU y la Unión Africana. Las personas rescatadas en aguas internacionales deberían ser trasladadas rápidamente a la costa en ubicaciones seguras en la Unión Europea y, eventualmente, en otros lugares.

Esas propuestas se complementarían con más cuotas de reasentamiento, más reunificación familiar, así como con un mayor apoyo a los países donde desembarcan las personas.